La Comisión de Constitución del Senado aprobó por unanimidad la nominación del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, para integrar la Corte Suprema.
La decisión adoptada por los parlamentarios Rodrigo Galilea (RN), Luz Ebensperger (UDI), Francisco Huenchumilla (DC), Pedro Araya (IND), y Alfonso de Urresti (PS), fue confirmada por este último a través de su cuenta de Twitter.
"Hoy en la Comisión de Constitución escuchamos y formulamos consultas al ministro Mario Carroza, propuesto por el Ejecutivo para integrar la Corte Suprema. Hubo acuerdo unánime en apoyar su postulación en el informe a la Sala", informó.
De esta forma, el nombre del magistrado que obtuvo apoyo desde distintos sectores políticos deberá ser votado en la Cámara Alta, necesitando para su ascenso el respaldo de 2/3 de sus integrantes.
Exposición
La decisión se adoptó luego de la exposición que el ministro realizó por más de dos horas ante la comisión.
En ella, Carroza, que fallado en diversas causas de violaciones a los derechos humanos y en el caso del homicidio del ex senador Jaime Guzmán- abordó los desafíos para la institución que representa, señalando además que el proceso constituyente resulta necesario para robustecer la institucionalidad y que la formación de Carabineros "tiene que ser objeto de alguna reestructuración".
Así también, que todas sus resoluciones están apegas a derecho y sin privilegios, y que su trabajo en regiones fue clave para su carrera.
En esa línea, mencionó dos casos que tuvieron repercusión en sus más de 40 años al interior del Poder Judicial: "(Fueron) dos situaciones las que me generaron sentimiento de satisfacción personal. Una de ellas referida a la persistencia y esclarecimiento del asesinato de un senador de la República en democracia, y aquella relativa a la desaparición de niños chilenos de nuestro territorio para efecto de ser adoptados irregularmente".
"Mis actuaciones, como lo han sido hasta ahora, siempre estarán sujetas a la aplicación del Derecho vigente, sin privilegios, ejerciendo mi función con rectitud y comprensión de las relaciones humanas, pero no puedo dejar de señalarles que no olviden que los jueces somos seres humanos, personas con debilidades y que inevitablemente podemos cometer errores".
Ministro Mario Carroza.
En cuanto a los desafíos de la Corte Suprema "en el Chile de hoy", planteó su interés por "aportar" en la modernización en temas como la carrera judicial, regímenes disciplinarios y nombramientos: "Ellos tendrán que ser objeto de revisión y análisis con el propósito ineludible de alcanzar parámetros de mayor transparencia y objetividad".
Y agregó: "Enfatizo esta inquietud porque el Chile de hoy se encuentra ad portas de un proceso constitucional de la mayor trascendencia para el futuro de nuestro país; necesario para robustecer la institucionalidad y que sea capaz de generar una conducta en los ciudadanos y autoridades de acorde a un Estado de Derecho, con absoluto respeto por las libertades y derechos de las personas".
A su juicio, en materia de transparencia el Poder Judicial "se encuentra comprometido y ha desplegado una agenda en este campo en armonía a lo señalado por la Corte Interamericana de DD.HH. y lo mandado por años no solo por el mundo académico, sino que por la comunidad en general".
Llamó a "nunca engañarnos con los halagos, las alabanzas o el poder ya que estas son dinámicas que conducen a la arbitrariedad y a la injusticia": "En lo personal adhiero y participo de esta política de acceso a la información abierta a la ciudadanía y con participación de los medios de comunicación".
Abogó por proceder sin prejuicios, "en defensa de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad", "eliminar todo elemento distorsionador y de tener una mirada que contribuya a la igualdad", teniendo en cuenta "la diversidad de las personas".
"Se trata de una mirada desde los derechos humanos que les exige a sus autoridades judiciales una ajustada interpretación de la ley y al Parlamento urgentes cambios legislativos", acotó.
Y cerró: "Mis actuaciones, como lo han sido hasta ahora, siempre estarán sujetas a la aplicación del Derecho vigente, sin privilegios, ejerciendo mi función con rectitud y comprensión de las relaciones humanas, pero no puedo dejar de señalarles que no olviden que los jueces somos seres humanos, personas con debilidades y que inevitablemente podemos cometer errores, aunque su reconocimiento no es una excusa para ignorar la oportunidad única que el país nos ha dado al permitirnos desempeñarnos como jueces".