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Tras funeral de la CAM en Lumaco, senadores y gremios dicen que Pidenco es "un nuevo Temucuicui"

A través de fotos y videos, antes y durante la sepultación de uno de los integrantes de la organización, encapuchados exhibieron armas, entre ellas, fusiles de guerra M-16.

15 de Julio de 2021 | 06:06 | Emol
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Reuters
Legisladores y gremios de La Araucanía realizaron una comparación entre los episodios de violencia y otros delitos que ocurren al interior de la comunidad indígena Temucuicui, en la comuna de Ercilla, y la exhibición de poder de fuego ocurrida esta semana en el velatorio y funeral de un miembro de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) en el ex fundo forestal Pidenco, en la comuna de Lumaco, perteneciente a la Forestal Arauco y que se encuentra usurpado desde 2012.

A través de fotos y videos, antes y durante la sepultación del integrante de la CAM Pablo Marchant, encapuchados exhibieron armas, entre ellas, fusiles de guerra M-16.

"Hoy no solamente Temucuicui es un reducto intransitable para el Estado de Chile, sino que también Pidenco, que es la zona donde está viviendo el vocero de la CAM, Héctor Llaitul", advierte la senadora independiente Carmen Gloria Aravena. Argumenta que "la cantidad de armas y de personas portándolas, que vimos en fotografías y videos del funeral, hablan de un inmenso poder de fuego", recalca".

Su par Felipe Kast (Evópoli) va más allá y sostiene que además de Temucuicui y Pidenco, "hoy, en diversos lugares de La Araucanía, tenemos a varias agrupaciones conectadas entre ellas para realizar el crimen organizado, robar madera, traficar drogas y generar atentados".

Una mirada coincidente tiene el director ejecutivo de la Multigremial de La Araucanía, el abogado Juan Pablo Lepín. A su juicio, lo ocurrido "manifiesta intención de provocar al Estado de Chile" y hacer notar "que no hay un control sobre ese territorio". Agrega que "está todo dado para que haya impunidad, dado que es una zona con baja vigilancia policial. Además, Pidenco es un fundo muy grande, de unas dos mil hectáreas, que tiene caminos que lo conectan con otras comunas de La Araucanía y Biobío. Allí había pinos de 25 a 28 años, listos para ser cosechados, y hoy no queda nada. Entonces, aparte del control territorial, hubo un gran robo de madera", detalla.

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