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Cinco claves para entender el primer mes de funcionamiento de la Convención Constitucional

Pasadas las semanas iniciales, el trabajo del órgano que escribirá una nueva Carta Magna se ha organizado y sistematizado. En ese proceso quedaron de manifiesto las diferencias entre los bloques, el rol del Gobierno y la unidad de los pueblos originarios.

31 de Julio de 2021 | 09:00 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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Este domingo se cumplirán cuatro semanas desde que la Convención Constitucional se instaló oficialmente y comenzó el trabajo que permitirá, al cabo de un plazo máximo de un año, entregar a la ciudadanía una nueva Carta Magna que deberá aprobarse mediante un plebiscito de voto obligatorio.

Más allá de las anécdotas e impasses iniciales —la interrupción de la ceremonia de instalación por manifestaciones en el exterior, la imposibilidad de sesionar acusada por la mesa directiva por falta de condiciones materiales en el ex Congreso y los cruces entre distintos convencionales— al cabo del primer mes las dinámicas que se han generado se vuelven más visibles.

Estas son cinco claves para entender lo que ha sido el funcionamiento de la Convención en su primer mes.

La tensión con el Gobierno


"Hay ánimos de trabajar, las comisiones se quedan hasta tarde y noche sesionando", dijo esta semana la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, antes de agregar que "aquí no están dadas las condiciones estructurales para avanzar con mayor facilidad". "Condiciones tan elementales como que tuviéramos espacio para almorzar", aseguró.

"Aquí no hay espacio para hacerlo. Los convencionales han tenido que almorzar en las escaleras, yo estoy trayendo comida de la casa y en un espacio de mi oficina puedo comer", contó. Según explicó, la Convención "tiene pocos recursos para resolver situaciones de espacio". Los presupuestos también han sido motivo de discusión: la mesa, por ejemplo, cortó la provisión de café y snacks señalando que costaba cerca de $2 millones al día.

Los dichos generaron molestia en La Moneda y el subsecretario de la Segpres, Máximo Pavez, respondió con una serie de fotografías los espacios que existen en el Palacio Pereira que "fue puesto a disposición para toda la actividad no legislativa" y que queda "a pocas cuadras del ex Congreso". "Salas de reuniones, internet y comedores interiores y exteriores", dijo, a pesar de que Loncon acusó que en dicho recinto no hay "condiciones técnicas" para trabajar.

No fue el primer enfrentamiento por las condiciones materiales para el funcionamiento de la instancia. Al día siguiente de la instalación, la mesa comunicó que no podrían sesionar porque "no había audio ni micrófonos para comunicarse ni pantallas habilitadas para vernos". Según explicaron en un comunicado los constituyentes del PC, PS y FA, "el funcionamiento resultó imposible".

Las críticas se sumaron a otras que venía arrastrando el secretario ejecutivo de la Convención, Francisco Encina —por su relación con los pueblos originarios— y desembocaron en que el ex jefe de gabinete de la Segpres saliera de su cargo y lo dejara a Catalina Parot, ex candidata a gobernadora regional de Chile Vamos por la Región Metropolitana, un nombre que también ha recibido cuestionamientos.

El rincón de Chile Vamos


Confiaban en que llegarían a ocupar un tercio de los asientos de la Convención, pero el número final fue bastante menor: 37 representantes de un total de 155, es decir, poco más del 23% del Pleno. En una nueva posición de minoría, la centroderecha ha protagonizado reclamos y puntos de agenda para marcar presencia.

"La minoría más grande, que somos nosotros, tiene espacios súper reducidos para opinar", aseguró el 21 de julio el convencional Luis Mayol (RN). "A veces hacemos unas indicaciones bien hechas, bien preparadas, llega el momento de votarlas y las votan diciendo 'rechazo porque viene de Chile Vamos', sin leerlas", dijo a EmolTV.

En sus primeros días de funcionamiento, Chile Vamos denunció "falta de transparencia, irregularidad y arbitrariedad" por parte de la mesa directiva, e incluso "abuso de poder". Entre otras cosas, reclamaron que algunos de sus constituyentes pidieron palabras para hablar y estas fueron canceladas por el vicepresidente Jaime Bassa.

"La base de un Estado de Derecho democrático es que no hay ciudadanos de primera y segunda categoría, que nadie puede estar por sobre las normas y que nadie puede atribuirse otra autoridad o derechos que los que expresamente se le hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes", dijeron a través de un comunicado.

"Yo lo viví en carne propia", dijo también en EmolTV el constituyente UDI, Felipe Mena. "Hicimos presentaciones de diferentes contenidos en las comisiones aprobadas la semana pasada y cada vez que se fue votando una norma o contenido que nosotros hubiésemos propuesto, fue rechazado con una mayoría abrumadora. Teníamos con suerte los 37 o 40 votos a favor y el resto todos en contra", contó. También dijo que tras eso una convencional le dijo "para que veas lo que se siente".

Los roces en Apruebo Dignidad


Partieron el primer día con la votación de la presidencia y vicepresidencia de la Convención: mientras el Frente Amplio se inclinó por sus candidaturas —Elisa Loncon y Jaime Bassas—, el Partido Comunista votó alineado con la Lista del Pueblo —Isabel Godoy y Rodrigo Rojas Vade—. Todas las elecciones tomaron más de una votación y el consenso tuvo que conversarse.

La lógica se ha mantenido y por momentos agudizado, como por ejemplo para la elección de las coordinaciones de comisiones como la de Reglamento —donde se impuso la RD Amaya Alvez— y la de Participación —donde ganó, con votos el FA, la integrante de la Lista del Pueblo, Lissette Vergara—. La otra candidata era Valentina Miranda (PC), quien no quedó con el cargo.

"Lamento que el FA, el PS y la derecha hayan coincidido en excluir a la comunidad LGBTIQ+", dijo Miranda por Twitter, una afirmación que fue desmentida desde RD por Tatiana Urrutia, quien señaló que el segundo coordinador elegido fue Javier Fuchslocher (Independientes No Neutrales), quien se identifica como gay y forma parte de la Red Disidente Constituyente junto a Miranda.

Esta semana el conflicto también tocó la elección de vicepresidencias, cuyo mecanismo quedó establecido en concordancia con el que se utilizó para definir las comisiones: a través patrocinios, una propuesta realizada para estas instancias por los Movimientos Sociales, la Lista del Pueblo y los pueblos originarios. Sin embargo, al momento de discutir las vicepresidencias, los mismos sectores y el PC ingresaron una enmienda para cambiar el mecanismo al "papal", que requería mayoría absoluta para cada nombre. Esto fue rechazado por 92 votos.

Así, el PC necesitaba 21 patrocinios para inscribir la vicepresidencia de su carta, Bárbara Sepúlveda, pero su sector solamente contaba con diez. Si bien le pidieron 11 de sus 16 patrocinios al FA, este bloque solamente le pasó cinco y los demás los dividió entre postulantes de otros sectores. "Nosotros esperábamos que llegaran de nuestro propio conglomerado", dijo Sepúlveda sobre los patrocinios faltantes.

El roce podría salpicar las presidenciales debido a que Daniel Jadue comentó que la situación es "impresentable" y que "uno es lo que hace, no lo que dice". Dijo, además, que el PC podría sentirse "en libertad de acción" para la primera vuelta, una declaración a la que el propio Guillermo Teillier quiso poner paños fríos: el apoyo a Gabriel Boric, aseguró, "no está bajo ningún punto de vista en duda" y "estamos con la mejor voluntad de recomponer la situación".

Los descuelgues


En algún rincón del sitio web de La Lista del Pueblo todavía se puede ver su fotografía: Elisa Giustinianovich, candidata a constituyente por el Distrito 28 y perteneciente a la Coordinadora Social Magallanes. Hoy, en sus redes sociales, Giustinianovich habla desde la organización Movimientos Sociales Constituyentes. En algún punto, apenas comenzaba el trabajo de la Convención, la magallánica renunció a la Lista del Pueblo.

La salida pasó casi desapercibida y solo adquirió notoriedad cuando a ella se sumó Rossana Loreto Vidal, quien comunicó el domingo pasado que también renunciaba al colectivo. "Espero seguir aportando, pero ahora sin críticas cuando voy en un sentido contrario", dijo a Interferencia. Las diferencias, explicó, "no son de fondo" sino de forma.

Elisa Giustinianovich y Rossana Loreto Vidal se separaron de la Lista del Pueblo y Miguel Ángel Botto lo hizo de Independientes No Neutrales

"Yo valoro y respeto mucho a los constituyentes de la Lista del Pueblo, pero también valoro y respeto mucho a los constituyentes de otros sectores", agregó. En conversación con Ex-Ante, añadió que tiene una forma de ser "muy distinta" a la del conglomerado. "Cuando trato de ir al diálogo, no lo hago para favorecer a un sector, y se entiende como lo contrario". Su renuncia, se conoció en ese momento, fue la segunda: la había precedido silenciosamente Giustinianovich. De 27 integrantes pasaron a 25.

Pero la Lista del Pueblo no ha sido el único sector en perder constituyentes: Independientes No Neutrales también sufrió una baja esta semana, la primera para este conglomerado también de personas sin militancia política. Se trató del convencional por el Distrito 6, Miguel Ángel Botto, quien decidió "congelar" su participación en la plataforma.

"Desde el principio entendí que INN iba a ser un bloque de centro y centroizquierda articulador entre las distintas fuerzas de izquierda, incluso llegando a la derecha moderada para construir un eje que tienda a la moderación desde los contenidos de la Constitución", explicó a El Dínamo. Su distancia se genera por haber visto acercamiento "con sectores que a mi juicio tienen que estar en segundo lugar", por tener posiciones más "extremas".

El bloque originario


Mucho se vaticinaba sobre cómo sería la participación de los 17 escaños reservados para pueblos originarios: ¿actuarían por afinidad política con los bloques tradicionales? ¿Harían alianzas con sectores independientes? ¿Se organizarían por temáticas más que por grupos? ¿O funcionarían más bien como un bloque independiente?

En la primera ronda de la Convención, la realidad parece acercarse más a la última opción. Y es que los acercamientos entre los elegidos, que casi no se conocían antes de obtener el cargo, comenzaron apenas las votaciones dieron su veredicto. Se reunieron, de hecho, un día antes de la instalación en una instancia impulsada por el PNUD. También intentan juntarse en las mañanas, antes de la sesiones del Pleno, durante media hora.

Una de las temáticas que han impulsado como colectivo es la idea de realizar una consulta indígena obligatoria, debido a que el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas señala que existe deber de "consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente". Por el momento se logró que se creara la comisión de "Participación y Consulta Indígena".

Pese a la evidente coordinación, en el bloque también se han dejado entrever matices y énfasis que buscan transmitir. Uno de ellos: que todos los pueblos tengan igual visibilidad, pese a la mayoría numérica del Mapuche, que tiene casi el 60% de los escaños reservados. Prueba de esto es que, además de Loncon, las dos vicepresidentas elegidas desde los pueblos originarios son Tiare Aguilera, Rapa Nui, e Isabel Godoy, Colla.

Así se apreció también durante la instalación y elección de Loncon: si bien casi todo el bloque Mapuche votó por Loncon, con excepción de Natividad Llanquileo, varios integrantes de otros pueblos apoyaron la candidatura de Godoy. Según ha trascendido, se trató de una manera de dar a conocer que no existe jerarquía de ningún pueblo sobre otro sino que hay entre ellos una relación horizontal.
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