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Amaya Alvez, la mujer fuerte detrás del reglamento

La convencional de Revolución Democrática es destacada por sus pares por su capacidad de liderazgo y paciencia con la que llevó la comisión que presentó al pleno la propuesta de regulación clave para el quehacer de la Convención.

10 de Septiembre de 2021 | 08:45 | Por N. Cabello y M. Vega, Crónica Constitucional
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La Segunda
"Jamás. Anótelo, jamás. Le pago plata si termino haciendo algo en sentido contrario. Jamás".

Clara y rotunda, como suelen ser sus intervenciones, es la respuesta de Amaya Alvez (RD) al ser consultada si estaría dispuesta a asumir en algún momento la presidencia de la Convención Constitucional. No son pocos los convencionales que destacan su capacidad de liderazgo, demostrada durante los casi dos meses que la abogada estuvo a la cabeza de la comisión de Reglamento —junto a Daniel Bravo (ind.)— y ven en ella a una posible candidata. Pero sus intereses son otros.

La doctora en Derecho de la U. de York, Canadá, y académica durante 23 años de la U. de Concepción, es investigadora del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM), es parte del Grupo Interdisciplinario de Investigación en Derechos Humanos y Democracia (GIDHD), según su página web, y tiene decenas de publicaciones sobre derecho constitucional, derechos humanos, regulación de las aguas y pueblos originarios, y derecho a la salud, entre otros temas sobre los cuales afirmó en campaña que trabajaría para que estén en la Constitución.

Los miembros de la comisión de Reglamento destacan el carácter fuerte y tono calmo de Amaya Alvez y la señalan como una de las principales responsables de la rigurosidad y sobriedad con que trabajó esa instancia que redactó su propuesta, discutió 507 indicaciones en sesiones de mañana, tarde y noche, revisó y sistematizó los planteamientos de las otras comisiones transitorias y, finalmente, presentó su documento al pleno.

Incluso, constituyentes de otras comisiones han bromeado sobre el estilo de Reglamento cuando han debido exponer allí: "Me encanta la seriedad de esta comisión. Impresionante, así que me voy a poner seria", fue el comentario que hizo Loreto Vallejos (Pueblo Constituyente), coordinadora de Comunicaciones.

"Amaya Alvez tuvo un desempeño impecable como coordinadora, algo que no me sorprendió. La conozco hace ya tiempo por su destacada labor académica en Concepción, y lo que ha mostrado ahora son sus virtudes de siempre: inteligencia, moderación, amabilidad, versación, disposición a escuchar, buen trato y altas dosis de paciencia", afirma Agustín Squella (ind. en cupo PL). Añade que "ha jugado y seguirá jugando un papel importante en la Convención, y si el reglamento general de esta es aprobado prontamente, como espero, ello se deberá en buena parte al muy buen trabajo que realizó junto a Daniel Bravo".

Paciencia al límite


Una de las características que destacan los convencionales de la comisión de Reglamento sobre Alvez es su paciencia y capacidad de explicar en tono pedagógico. Pero igualmente, ha recibido críticas por interrumpir a algunos convencionales en sus exposiciones.
"Recuerdo muy bien el día en que hizo un gesto de impaciencia, algo muy raro en ella, porque yo me estaba extendiendo en el uso de la palabra", recuerda Squella.

Entre los episodios más duros están los intercambios con algunos constituyentes de Vamos por Chile, como cuando se trenzó en una discusión con Constanza Hube (UDI). "Les pido, por favor, no fundamentar los votos. ¡Voten! Eso es lo que estamos (haciendo) aquí. Ese es el acuerdo, por favor respétenlo", insistía Alvez pasadas las 23:00 horas del 26 de agosto, cuando Hube se detuvo a comentar algunas de las indicaciones.

"Si es así, respetémoslo para todos", replicó la convencional UDI, y Alvez respondió: “Constanza, no sé si quieres ganar algo. Yo solo estoy pidiendo como coordinadora, por favor, no fundamentes el voto. No quiero que me vuelvas a contestar algo. Te lo estoy pidiendo simplemente por el bien de la comisión".

Pero Hube contestó: "Yo te lo estoy pidiendo como convencional constituyente, porque tengo derecho a expresar mi opinión al respecto. No tienes por qué imponerme la manera en que tengo que expresar mis opiniones y eso me parece que es un derecho mínimo que uno tiene como convencional constituyente".

Ramona Reyes (PS) pidió cortarle el micrófono a Hube. Se escuchó un “noooo” generalizado en el Zoom. Fernando Atria (ind. en cupo RD) se tapaba la cara; Squella ponía sus manos en la cámara en señal de rechazo a la idea de censurar el audio, y Hernán Larraín Matte (Evópoli) pedía calma. La sesión siguió y los convencionales dejaron de argumentar su voto.

Otro momento tenso tuvo lugar el 1 de septiembre, cuando Alvez y Bravo se reunieron con los coordinadores de las otras comisiones para discutir las disposiciones que podrían integrarse al reglamento. Llegado el turno de los de Derechos Humanos, Manuela Royo (ind. en cupo PI) y Roberto Celedón (ind. en cupo FRVS), el trabajo se entrampó. Según los coordinadores de Reglamento, no había normas que pudiesen integrar al documento de su comisión. Pero los convencionales de DD.HH. no estaban de acuerdo.


"¿Cómo podemos decir que (los derechos humanos) están en el centro y son la piedra angular de la nueva Constitución y no está la palabra ‘derechos humanos’ dentro de las comisiones? Me parece el colmo”, apuntó visiblemente molesto Celedón. “Está en el artículo 50 la palabra Derechos Humanos, para que no afirmemos algo que después no ocurre", respondió Alvez.

La conversación siguió por varios minutos. "Veamos específicamente cuáles... ¿qué nombre?”, preguntaba Alvez. "¡Derechos humanos!", replicaba Celedón, elevando la voz. Alvez intervino para pedir que "mantengamos una conversación cordial". Finalmente, se apagaron los micrófonos. Royo fue a conversar con Alvez a su puesto, Celedón se retiró de la sala y varios minutos después se dio por terminada la sesión.

Autoevaluación


"Es un trabajo como cualquier otro al que hay que dedicarle tiempo, esfuerzo", dice Alvez sobre su desempeño en la comisión. Y añade: "No creo que sea muy distinto a entrar a una sala de clases y tratar de enseñarle a un grupo de estudiantes de la Universidad de Concepción. Es un trabajo que exige más coordinación y que exige también una cuota de humildad, porque había que sentarse a escuchar".

Aunque el viernes pasado, cuando Reglamento terminó de discutir los documentos que entregó al pleno, sus compañeros convencionales publicaron decenas de mensajes destacando el trabajo de la coordinadora y deseándole que pudiera descansar, Alvez asegura que "para mí, esto va a estar terminado cuando tengamos el reglamento aprobado de la Convención que nos permita crear las normas constitucionales. Lo otro es cantar victoria antes de tiempo". Si bien reconoce que ha sido "un trabajo arduo", la abogada se resta méritos: "Jamás me he sentido especial. Soy una convencional más a quien le tocó este trabajo. Punto. Quizá tiene que buscarse a alguien con el ego más grande".


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