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Las votaciones telemáticas pusieron a prueba el temple del secretario de la Convención

Dudas sobre el registro efectivo de los votos, convencionales que pedían dejar en acta que querían marcar una opción pero ingresaron la contraria e inestabilidad de internet fueron la tónica en la semana que comenzó la votación de los reglamentos.

02 de Octubre de 2021 | 12:02 | Por Equipo de Crónica Constitucional
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El Mercurio
"¿Se registró mi voto, señor secretario?". Una y otra vez, la misma pregunta se repite entre los convencionales. El inicio de la votación de los reglamentos es un hito importante en la Convención y, por eso, los constituyentes no dudan en tomar la palabra e interrumpir la sesión para que sus preferencias queden correctamente plasmadas en el acta.

El cronograma de votaciones consideraba extensas jornadas de trabajo, pero con un plazo concreto: el viernes 1 de octubre, las 1.128 indicaciones a los cuatro reglamentos por deliberar estarían votadas. Y el balance del jueves 23 de septiembre, el primer día de votación, cuando avanzaron en 130 indicaciones del reglamento general, los hacía sacar cálculos optimistas.

Sin embargo, la confirmación del contagio de covid del convencional César Valenzuela —conocido el viernes en la mañana— y, posteriormente, el de Rosa Catrileo hizo que los planes cambiaran y, con ello, apareciera otra protagonista: la votación remota.

La aplicación


Aunque Valenzuela informó a la Convención la tarde del jueves sobre su estado, igualmente el viernes en la mañana llegaron convencionales al ex-Congreso. El inicio de la sesión, programado para las 9:30, se había postergado y cerca de las 10:00 personal de la Seremi de Salud RM entró a la sede de la Convención, donde pusieron a disposición la toma de exámenes PCR a convencionales, asesores, trabajadores del ex-Congreso y periodistas.

Inicialmente, se dijo que la sesión comenzaría a mediodía, luego se habló de las 15:00 horas. Finalmente, se confirmó que el pleno retomaría las votaciones el lunes, para que durante la tarde del viernes y el fin de semana se afinaran detalles del sistema de votación telemática.

La deliberación a distancia funciona con la aplicación "Votación Remota", que los convencionales deben descargar y acceder con un número pin personal. A través de ella, el secretario de la Convención, John Smok, pone en votación el artículo o indicación correspondiente. Los constituyentes ven en su pantalla esa información junto a tres opciones: a favor, en contra y abstención, entre las cuales deben escoger una. Cerrada la votación, la aplicación muestra el conteo total de los votos, que también es mostrado en la transmisión oficial y en la sesión de Zoom de los convencionales.

Pero en la práctica, pareciera no ser tan simple.

"Cierre y abra de nuevo"


La sesión del lunes comenzó con una hora y 11 minutos de atraso, debido a la necesidad de hacer ajustes en el sistema de votación. Ese día, la mayoría de los convencionales asistía a la sesión de forma telemática y unos pocos permanecían en el ex-Congreso: algunos en el hemiciclo y otros en distintas salas.

"Estas primeras votaciones las vamos a hacer con calma", explicaba el secretario Smok. La primera deliberación demoró seis minutos, esperando que convencionales que tenían problemas para emitir su voto pudieran hacerlo.

"Secretario querido, dígame si se recepcionó mi voto", preguntaba la constituyente Malucha Pinto, quien se convirtió en una de las protagonistas de la jornada, luego de que experimentara dificultades con la aplicación en reiteradas ocasiones y repitiera la misma pregunta al menos siete veces ese día. Pero no fue la única: "Señor secretario, le habla Adriana. ¿Está registrado mi voto?", preguntaba segundos más tarde la convencional Adriana Cancino. Repitieron lo mismo Patricia Politzer, Teresa Marinovic, Pollyana Rivera, Patricio Fernández, César Valenzuela, entre varios otros.

A la duda del registro de votos, se sumaban convencionales que pedían dejar en acta que querían votar una opción, pero habían marcado la contraria. "Se consignará en el acta", respondía pacientemente Smok, una y otra vez. Otro reclamo permanente de constituyentes era que no les funcionaba la aplicación. Y cada vez, la respuesta del secretario era la misma, aunque su tono calmo se iba tornando más áspero: "Refresque la aplicación o cierre y ábrala de nuevo".

Igualmente, la secretaría liderada por John Smok tomó medidas: dio más tiempo para emitir la votación por si alguien estaba reiniciando la aplicación; si no aparecía el voto de algún convencional, el secretario lo hacía notar para que el constituyente en cuestión ingresara la votación; un equipo de técnicos se contactaba por teléfono con los convencionales que estaban de forma remota o visitaba las salas cuando quienes tenían dificultades estaban en el ex-Congreso, y dispusieron de un celular en la testera para cerciorarse de que la aplicación estuviera funcionando.

El ritmo de las votaciones se aceleró y el lunes, en alrededor de ocho horas y 30 minutos de sesión —con descansos cada dos horas para ventilar las salas— revisaron 70 indicaciones más.

Alto flujo en la Cámara


"Esperemos que apliquemos toda la expertiz de ayer para la votación", fue el mensaje al inicio de la sesión del martes de la presidenta de la Convención, Elisa Loncon. La jornada comenzó a las 9:40 y avanzaban a buen ritmo, aunque los convencionales seguían manifestando las mismas dudas de las jornadas anteriores.

"No quedó registrado mi voto", afirmaba Hernán Larraín durante la mañana. Smok respondió que eso era efectivo e inmediatamente Patricio Fernández, César Valenzuela y Bárbara Rebolledo apuntaron: "El mío tampoco", aunque el secretario aclaró que esos sí estaban en el conteo.

Aunque algunos convencionales, como Roberto Celedón y Agustín Squella, se disculpaban por hacer preguntas argumentando una posible brecha digital por su edad —sobre el promedio de la Convención—, fueron pocas las veces que ellos protagonizaron las intervenciones. En contraste, el convencional Victorino Antilef admitió simplemente "errores involuntarios por distracción", cuando pidió que se consignara que en cuatro votaciones se había equivocado de preferencia.

El principal problema lo vivieron al llegar a la indicación 288, cuando el sistema se ralentizó y no arrojó resultados. El secretario Smok se disculpó y explicó que la Convención utiliza los mismos servidores que la Cámara de Diputados donde había "demasiada demanda de uso de internet", detalló. A esa hora, la comisión de Hacienda de la Cámara discutía el cuarto retiro del 10% de los ahorros previsionales.

Ni siquiera un receso permitió la mejora del sistema y la misma votación se debió realizar tres veces. "Esperemos que la tercera sea la vencida", decía un visiblemente cansado Smok. Y lo fue, luego de varios minutos se pudo realizar la votación y continuar con el resto de las indicaciones.

"Tenemos que armarnos de paciencia nomás", se escuchó en la sesión de Zoom de la Convención. El secretario asintió.

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