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Las esquirlas de la elección de la mesa directiva de la Convención

María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez se alzaron como los nuevos presidenta y vicepresidente, respectivamente, en una jornada antecedida por negociaciones infructuosas y quiebres entre colectivos.

08 de Enero de 2022 | 13:26 | Por Equipo de Crónica Constitucional
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El Mercurio
Antes de comenzar a votar este martes, los convencionales adelantaban que la elección de la nueva mesa directiva para reemplazar a Elisa Loncon y Jaime Bassa en la presidencia y vicepresidencia de la Convención Constitucional, respectivamente, no sería fácil. Sin embargo, ninguno preveía que se requerirían nueve votaciones para elegir al primero de esos cargos.

En total, la sesión iniciada el martes se extendió por 17 horas (hasta las 4:15 de la mañana del miércoles) y la del miércoles por la tarde, otras cuatro. El resultado fue que María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales Constituyentes) y Gaspar Domínguez (Independientes No Neutrales) se convirtieron en presidenta y vicepresidente y asumieron la responsabilidad de liderar la etapa de redacción de la propuesta de Constitución.

Y aunque ayer los convencionales esperaban dar vuelta la página y abocarse al trabajo en comisiones, ya varios habían manifestado que quedaron temas por resolver y lecciones que aprender.
Los lejanos dos tercios

Eran 78 votos los que necesitaban los candidatos para conseguir la presidencia y vicepresidencia de la Convención, varios menos de los 103 que requerirán para aprobar las normas constitucionales por dos tercios de los convencionales. Pero la dificultad para sumar los apoyos sembró la duda sobre qué ocurrirá cuando deban alcanzar ese quorum para tomar decisiones.

"La izquierda tiene 118 votos y no se ponen de acuerdo, en 14 horas, para juntar 78. Triste espectáculo", publicaba en Twitter el convencional Bernardo Fontaine (Ind.-RN-Evópoli) la noche del martes.

Constituyentes de Apruebo Dignidad, la coalición del Presidente electo, Gabriel Boric, salieron al paso de los cuestionamientos. "La posibilidad de ir encontrando puntos comunes y, de ese modo, ir conciliando algo que pueda apelar a diversos colectivos y sectores de la Convención va a resultar ser, aunque no suene obvio, más fácil que elegir la mesa", dijo Fernando Atria (Frente Amplio).

"Estamos haciendo el mayor de los esfuerzos por construir la mayoría de las normas en conjunto (...). Le diría a la ciudadanía que, en ese sentido, no se preocupe. Lo que estamos tratando de construir es algo que genere amplio consenso y que logremos sortear los dos tercios", afirmó, por su parte, Bárbara Sepúlveda (PC).

Reparar relaciones


El martes se vio cómo se disolvieron alianzas forjadas, por ejemplo, cuando se discutían los reglamentos de la Convención. El caso más notorio fue el del Frente Amplio y el Colectivo Socialista, que inicialmente impulsaban la candidatura de Ramona Reyes, de ese último colectivo, a la presidencia.

En la tercera ronda de votación, el Frente Amplio dejó de apoyarla y como conglomerado se inclinaron por Cristina Dorador (Mov. Sociales Constituyentes). Si bien en esa tercera ronda tampoco el Colectivo Socialista insistió en Reyes, desde ese momento la mayoría de ese conglomerado (a excepción de Malucha Pinto y Jorge Baradit) dejó de votar alineada con el Frente Amplio.

En el caso de Independientes No Neutrales y el Colectivo del Apruebo, que también se había plegado en algunas votaciones anteriores al Frente Amplio y el Colectivo Socialista, tampoco mostraron puntos en común con estos, planteando distintos candidatos a lo largo de las rondas de votaciones.

Por otro lado, el Frente Amplio y Chile Digno (PC, FRVS e independientes) ya venían votando de manera distinta en definiciones anteriores, y este último colectivo muchas veces había generado alianzas con los representantes de escaños reservados. Pero los convencionales de pueblos originarios también estaban divididos.

En el caso de la centroderecha, en la mayoría de las votaciones sus convencionales sufragaron de manera similar, en algunas oportunidades incluso apoyando candidatos de colectivos distintos a los propios, como la INN Patricia Politzer o Patricio Fernández, del Colectivo Socialista. Pero esto no logró inclinar la balanza, ya que tanto INN como el Colectivo Socialista dejaron de respaldar esos nombres en las votaciones posteriores.

Si bien en la elección de Quinteros como presidenta, ni los votos del Colectivo Socialista ni los del Frente Amplio terminaron siendo determinantes, sí lo serán cuando estos grupos impulsen la aprobación de normas constitucionales.

El factor Twitter


La ciudadanía los estaba mirando y los convencionales lo sabían. A los gritos que proferían transeúntes mostrando sus preferencias a los convencionales que durante la tarde del martes discutían los apoyos en el patio del ex-Congreso, se sumaba que la elección fue tendencia en redes sociales durante toda la tarde del martes y buena parte del miércoles, y en el canal de YouTube de la Convención, donde se transmitía la sesión, se reunían más de 4 mil espectadores, más que en la mayoría de los plenarios.

En esa plataforma, el martes comenzaron a proliferar comentarios y críticas respecto del apoyo del Frente Amplio a la candidatura de Ramona Reyes, a la par que se multiplicaban las notas de prensa respecto de los cuestionamientos que había hecho Contraloría a su gestión mientras era alcaldesa de Paillaco.

Para algunos, eso fue determinante en que el Frente Amplio dejara de respaldar a Reyes, un precedente que no gustó. “Yo creo que hay muchos que están mirando Twitter antes de tomar decisiones”, afirmó el convencional Fuad Chahin, del Colectivo del Apruebo, y agregó: "Yo creo que eso es un grave problema. Nosotros no tenemos que mirar Twitter, tenemos que mirar el futuro del país, tenemos que mirar lo que es mejor para Chile".

Manejo comunicacional


Antes de la elección de la mesa directiva, convencionales de todos los sectores sostenían que fortalecer las comunicaciones sería una de las principales tareas de las nuevas autoridades. Y la falta de consensos exhibida el martes no habría ayudado a mejorar la situación.
"Lo encuentro verdaderamente deplorable y me temo que la ciudadanía lo vaya a tomar de la misma manera", afirmaba Agustín Squella (Colectivo del Apruebo).

"Yo creo que es un retroceso. Creo que la Convención había ido recuperando una imagen positiva ante la ciudadanía. Tuvimos momentos difíciles que iban quedando atrás (...) y esto claramente es un retroceso", sostuvo Chahin, quien volvió al punto de partida: "Parte de las tareas de la nueva mesa es mejorar la comunicación hacia afuera, recuperar una buena imagen de la Convención".

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