Gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal (Comunes).
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"Nosotros estamos en condiciones de reunirnos con la próxima ministra del Interior (Izkia Siches) y esperamos hacerlo a la brevedad, le solicitamos una reunión". Con esas palabras, el gobernador de Tarapacá y militante de Comunes -tienda del próximo oficialismo- José Miguel Carvajal, busca avanzar en coordinaciones con el próximo gobierno para enfrentar la crisis migratoria y de seguridad que se vive en la zona.
Esto, luego de semanas de exigir medidas concretas al gobierno central, lo que llevó a que el
ministro del Interior, Rodrigo Delgado, viajara ayer hasta la zona para sostener una reunión y abordar in situ el problema. Un día antes del arribo, la futura ministra fue consultada por la situación en Tarapacá en el frontis de "La Moneda chica", donde llamó a "
preguntarle al Gobierno" lo que se deben hacer, y afirmando que "es un problema sensible".
El anuncio del ministro Delgado contempla aumento de la dotación policial, expulsión a todos los ciudadanos extranjeros que mantengan antecedentes y entregar mayores recursos para las fiscalías. Todo ello, subrayó, hasta el 11 de marzo, "vale decir, hasta la fecha en que nosotros podemos hacernos responsables de la situación". Desde ahí, será el gobierno del Presidente electo, Gabriel Boric, el que deba asumir la crisis, esto es, en 37 días más.
"Medidas insuficientes"
Más tarde, el gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal (Comunes), calificó de insuficiente las medidas en migración y emplazó a la autoridad central replantearlas. A su juicio, el aumentar la dotación de Carabineros "no está acompañado de otras medidas como más carros policiales y apoyo de la PDI", y por otro, "no existió ninguna medida en materia migratoria, el ministro se equivoca porque el primer lugar donde hay que enfrentar el problema es en la frontera", explicó esta mañana en conversación con Tele13 Radio.
El problema, afirma, es que la entrada de personas indocumentadas hace muy difícil su registro, especialmente en Colchane, donde afirma que la situación "ya está desbordada, hay un desorden". Por eso, plantea que "primero deberíamos tener la capacidad de saber quiénes son. Yo estoy esperando cuál es la estrategia de integración que tendrá el Gobierno, este o el siguiente, éste ya no la tuvo". afirmó.
La postura es que el Gobierno pueda definir un proceso de integración de los migrantes. "Si hoy día hay una intención de que el país requiere mano de obra, entonces yo entiendo que es un proceso de integración para contar con ella, en una zona particular de país. Para ello, el Gobierno debe tomar decisiones sobre cuántas personas se necesitan y cuáles son sus características".
Con todo, recalcó que junto con esas definiciones, el
próximo gobierno también deberá "tomar la decisión de dialogar con los países vecinos y creo que en este Gobierno que termina, no existieron relaciones para poder comunicarse con otras naciones en esta materia", zanjó.
