Hasta ahora, si avanzara la propuesta que la Comisión de Sistema Político aprobó en general, el próximo Presidente de Chile debería elegirse en dupla paritaria con un vicepresidente. Aquella fórmula se impuso por 16 votos a favor, 5 en contra y 4 abstenciones en la instancia, pero con esos resultados y con los apoyos que tiene la propuesta entre los colectivos, es previsible que no alcance los 2/3 (103) en el pleno.
Con eso en mente, los convencionales que integran Sistema Político están trabajando en indicaciones que modifiquen las propuestas ya aprobadas y tienen tiempo hasta la medianoche del 15 de febrero para enviarlas.
En ese marco surgió una propuesta:
crear la figura de un "jefe de gabinete" que funcione como una mezcla de ministro del Interior (sin el ámbito de la seguridad) y ministro de la Secretaría General de la Presidencia, que lleva las relaciones con el Congreso.
De esa forma, se tenderían puentes con los impulsores del "presidencialismo de coalición", que proponían una forma que crea un "ministro de Gobierno" que sería en la práctica el jefe de Gobierno y dirigiría la implementación del programa. La particularidad de la fórmula es que ese ministro debe ser ratificado por el Congreso y, en caso de que no fuera ratificado, el Ejecutivo podría disolver el Parlamento y llamar a nuevas elecciones.
Hasta qué punto podrían llegar las modificaciones propuestas todavía está por verse. Esta semana terminaron de ingresar las iniciativas de norma que debe revisar la comisión y este jueves se votaron en general varias de ellas, por lo que los colectivos no tienen cerradas las conversaciones.
Lo que sí tienen claro es que en ese punto debería ser más sencillo llegar a un consenso que se replique luego en los 103 constituyentes que deben aprobar en el pleno, porque el presidencialismo "atenuado" es una fórmula respaldada desde la centroderecha hasta la izquierda. Por eso, a diferencia de la disputa entre el unicameralismo y el bicameralismo -en la que por el momento no hay muchas luces sobre qué visión se impondrá-, hay más margen para la discusión.
"Es probable que se encuentre una posición común entre las distintas opciones que se presentaron en iniciativas, unas que incluían un presidencialismo con Presidente y vicepresidente elegidos, otras que incluían un presidencialismo de coalición, con una figura reforzada de un ministro de gobierno. Lo probable es que haya alguna posibilidad de elaborar en común una propuesta que pueda ser apoyada por todos o casi todos", contesta Fernando Atria (FA).
"Yo presenté una propuesta de presidencialismo que contenía la figura del ministro jefe de gabinete, así que estoy a favor de esa idea. Estamos en las conversaciones para la preparación de las indicaciones, todavía no hay nada resuelto, como digo yo, lo estamos evaluando, estamos en un proceso de trabajo para llegar a los consensos", suma Rosa Catrileo (pueblo mapuche).
Los puntos límites
La propuesta de "presidencialismo de coalición" que defienden el Frente Amplio, Pueblo Constituyente, INN y MSC buscaba crear la figura de un "fusible" y darle mayor flexibilidad al Gobierno ante una crisis. Por eso la idea que empezó a conversarse en las últimas semanas es incorporar a un nuevo ministro que pueda cumplir ese rol, pero que no tenga tantas atribuciones como en un régimen semipresidencial, por ejemplo.
"Hemos conversado sobre la posibilidad y la necesidad de abrir el debate y trabajar en indicaciones que puedan institucionalizar un nuevo ministerio, que concentre labores políticas: un ministro de gobierno o jefe de gabinete que venga a concentrar y a su vez mejorar la relación entre Ejecutivo y Legislativo", contesta Maximiliano Hurtado (Colectivo Socialista).
No obstante, dice que "esto no debe considerarse una fórmula intermedia, pues el ánimo mayoritario está en establecer un régimen presidencial. En ese entendido,
esta figura no debería, a nuestro juicio, mezclar mecanismos propios de los regímenes parlamentarios, como buscar ratificación en el Congreso, ni nombrar al resto del gabinete por ejemplo".
Esa era una de las propuestas del Colectivo del Apruebo, que consideraba en su diseño un "ministro de gabinete" que tenía que ser ratificado por el Parlamento.
Por eso Movimientos Sociales Constituyentes está recién evaluando qué utilidad tendría una figura sin las facultades que originalmente habían pensado, mientras que Pueblo Constituyente tenía fijadas sus jornadas de deliberación para jueves y viernes.
"Respecto al modelo ya aprobado de presidencialismo atenuado, las indicaciones se orientan a fortalecer la segunda figura dentro del Ejecutivo -el vicepresidente- y entregarle más facultades para acercarnos al semipresidencialismo, que es el modelo de gobierno en que desde Pueblo Constituyente confiamos", explica Francisca Arauna (Pueblo Constituyente).
Quien no comparte esa postura es Arturo Zúñiga (UDI), que sostiene que una figura como la que se está planteando "no es algo bueno para la gobernabilidad en el largo plazo, debido a la sombra que le hace al Presidente. Si tirar el tejo pasado y después aparecer con un semiparlamentarismo disfrazado es acercar posiciones, creo que no se ha entendido el mensaje de llegar a acuerdos por 2/3".
No obstante, el jefe de gabinete -sin atribuciones del régimen parlamentario- aparecía en una propuesta del colectivo Independientes RN-Evópoli, por lo que también es una figura apoyada en un sector de la centroderecha.
En tanto, desde la Coordinadora Plurinacional y Popular, que aprobó la fórmula de presidencialismo atenuado, remarcan que hay posibilidades de diálogo "si se consideran también las propuestas que hemos presentado'', según comenta Tania Madriaga.
"Hemos presentado propuestas que buscan dar paso a una democracia más participativa, con cupos para independientes, con descentralización efectiva, paridad, autonomías territoriales y representación de los pueblos indígenas, todas esas normas componen una propuesta general, que no tiene sentido si se discuten en base a una sola fórmula de poder por arriba", concluye Madriaga.
