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Escritora María Blanco y feminismo liberal: "O caben todas o no cabe ninguna"

La también profesora de economía de la Universidad CEU-San Pablo de Madrid abordó en EmolTV su postura en la materia, manifestando que "si el feminismo es real debería de defender a la mujer de más izquierda radical y a la demás derecha radical".

08 de Marzo de 2022 | 18:48 | Redactado por B. Osses, Emol
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Captura de pantalla.
"Mi feminismo liberal es simplemente aplicar los principios libertarios de defensa de la libertad y la responsabilidad individual a los problemas que tiene la mujer". Con esas palabras, este martes la escritora y profesora de economía de la Universidad CEU-San Pablo de Madrid, María Blanco, abordó en EmolTV su postura respecto al feminismo, en una nueva jornada de conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

En ese contexto, Blanco planteó que actualmente "cada vez más, en España y en otros sitios, se empieza a diferenciar entre el feminismo hegemónico, que es un feminismo normalmente de izquierda radical, que discrimina incluso entre las propias mujeres, pero solo considera a aquellas que siguen su ideología, y el resto de los feminismos".

En ese sentido, explicó que si bien tanto para el feminismo hegemónico como el liberal "el diagnóstico del problema es similar (...), en lo que nos diferenciamos, y es muchísimo, es en la solución, en la manera, en el camino de solucionarlo".

Esto, sostuvo, ya que "mientras que unos deciden establecer desde arriba cuál es plan para eliminar esos problemas, el liberalismo o los principios libertarios van desde abajo hasta arriba y parten de la persuasión y del entendimiento de que las mujeres hay determinadas labores que podemos hacer perfectamente, tenemos un valor añadido en determinadas cosas igual que los hombres y es simplemente aplicar estos principios, que son los del liberalismo económico y político, también a estos problemas".

"Se trata de que cada persona en nuestras sociedades pueda elegir el camino que considere para lograr los fines que considere".

En esa línea, respecto a la base de su postura, manifestó que "se trata de que cada persona en nuestras sociedades pueda elegir el camino que considere para lograr los fines que considere. Para dejarlo mucho más claro, yo siempre pienso que si el feminismo es real debería de defender a la mujer de más izquierda radical y a la demás derecha radical. O caben todas o no cabe ninguna. Lo que no se puede hacer es parcelitas para defender a aquellas mujeres que comparten tu ideología y con quienes te repartes el dinero público".

"Lo que estamos viviendo ahora, por lo menos en mi país y en los países europeos, es que una vez que tenemos igualdad ante la ley, lo que se está pretendiendo y lo que reclama este feminismo de izquierda radical es una barbaridad: es que se trate de manera diferente a los hombres ante la ley. Es una discriminación inversa", cuestionó.

Enfatizando en que "lo que yo estoy diciendo es que para luchar contra una discriminación no se puede apoyar otra discriminación. Lo que quiero decir es que incluso si usted considera que las mujeres somos fantásticas empresarias, monte una empresa o apoye a las mujeres dentro de su empresa, o apoye planes de conciliación dentro de las empresas, ponga encima de la mesa polémicas y cree debates para dejar claro lo difícil que es ser madre y trabajadora a la vez. Es decir, creo que hay muchas iniciativas que son muy legítimas y muy necesarias, pero que no transgreden el estado de derecho que es lo que sí está haciendo el feminismo hegemónico en mi país y creo que en muchos otros también".

Feminismo en el mundo político y empresarial

Ahora bien, la escritora también ahondó en su postura respecto a lo que ocurre en el mundo político y empresarial, manifestando que "yo sé que las mujeres en política lo tienen más difícil, o por supuesto los anuncios y la comunicación política que perjudica y sesga contra la mujer, a la que se le dice que si viste con falda, con pantalón, si está más gorda o más flaca, y no nos fijamos en si el señor lleva una corbata bonita, fea, si sus zapatos son adecuados o no, en fin, no se tienen cuenta muchas cosas y es cierto que hay un sesgo que hay que acabar, (pero) tengo que decir que son muchas las mujeres que son las que se dedican a hacer ese tipo de comentarios insidiosos y completamente sesgados, muchas veces no son los hombres".

Sin embargo, insistió en que "yo no estoy diciendo que todo está solucionado, pero creo que si queremos acabar con esos comportamientos y con esos sesgos, es un error ponernos pantallas de mentira, como que 'el patriarcado es culpable de todo'... No, culpables somos cada uno de nosotros cuando consentimos que suceda eso y nos callamos por ejemplo".

Asimismo, indicó que "es un problema complicado, porque por un lado hay mujeres que no quieren estar en los consejos de dirección o no están dispuestas a renunciar a determinadas cuestiones familiares para asumir un alto cargo, porque es muy duro, porque ahora mismo la vara de medir a las mujeres está sesgada, eso es real. No solamente en la política, en las empresas como se equivoque una mujer, es que es mujer, y sin embargo es verdad que a los hombres se les consienten muchas más cosas, pero no creo que las cuotas (escaños reservados) vayan a solucionar ese tema".

"Lo que no me parece bien es que se utilice la ley para moralizar a la sociedad, eso es lo que no me parece bien. Si se trata de ofrecer igualdad ante la ley y que el peso de la ley caiga sobre hombres como sobre mujeres me parece bien, todo lo demás creo que perjudica el estado de la democracia", concluyó.

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