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Cinco factores que impactan en la eficiencia de la Convención

Mencionan haber destinado tiempo a crear más de un reglamento, redactar declaraciones sobre contingencia o llevar normas al pleno que no concitan mayorías.

20 de Marzo de 2022 | 14:08 | Por F. Aros y M. Vega, Crónica Constitucional
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El Mercurio
La frase "los tiempos son acotados" es repetida por los convencionales en plenos, comisiones y conversaciones de pasillo. Por eso, si bien cada vez son más quienes se abren a discutir la posibilidad de pedir al Congreso que extienda el plazo de funcionamiento a la Constituyente, también hay un grupo que señala que es mejor optimizar el tiempo que queda, pues hasta ahora identifican prácticas que han atentado contra la eficiencia del órgano.

1.- Más allá de sus funciones

Según convencionales, especialmente durante los primeros meses, la Convención asumió tareas que no estaban entre sus objetivos. Por ejemplo, Bárbara Rebolledo (Ind.-RN-Evópoli) opina que esto ocurrió al debatir por meses el reglamento y "cosas tan ajenas a nuestro trabajo como solicitudes en relación a presos de la revuelta".

Agustín Squella (Colectivo del Apruebo) coincide: "Durante los primeros meses, en que debíamos aprobar un reglamento general de la Convención, terminamos debatiendo y aprobando 5 reglamentos (...). Eso motivó que entráramos con retraso no el segundo tiempo de la Convención, como erróneamente se le ha llamado, sino al partido mismo".

Tener semanas territoriales, redactar un código de ética y un informe sobre Derechos Humanos, son mencionados también como tareas más allá de los objetivos de la Constituyente, aunque hay quienes lo defienden. Alvin Saldaña (Mov. Sociales Constituyentes) asegura "los derechos humanos son 'el gran tema' de la Convención y lo demuestra la comisión de Derechos Fundamentales que es la que tiene mayor sobrecarga de trabajo".

2.- Normas sin apoyo

Al iniciarse la discusión en comisiones, quedó en evidencia otro factor: se presentaron normas que no logran los mínimos apoyos para su tramitación.

El 9 de febrero, María Rivera (Coor. Plurinacional) presentó una que eliminaba los tres poderes del Estado y ponía en su reemplazo una asamblea plurinacional. Al día siguiente, la comisión de Sistema político la rechazó en forma unánime, incluidos quienes habían patrocinado la iniciativa.

El 2 de febrero, convencionales de la Coord. Plurinacional, Pueblo Constituyente, Chile Digno y Mov. Sociales Constituyentes propusieron amnistía a personas detenidas y condenadas en contexto de protestas desde el 7 de octubre de 2019 hasta la ratificación del proyecto de Constitución.

Como todas las normas, esta se redactó, consiguió los patrocinios, se sometió al proceso de admisibilidad, se derivó a la comisión de Sistemas de justicia, se debatió y, finalmente, se rechazó el 8 de marzo.

Igualmente, hay quienes defienden el punto. "Es totalmente parte del proceso de deliberación democrática", dice Saldaña. Squella, por su parte, advierte que "invertir tiempo en propuestas que muy claramente no tendrían destino era esperable. No se puede limitar la facultad para proponer normas, por improbables o desmesuradas que sean".

3.- Ida y vuelta al pleno

Poco más de un mes tuvieron las comisiones para debatir y votar las primeras normas que despacharon al pleno. Pero que una norma se apruebe en comisión no es garantía de que corra la misma suerte en el pleno. Esto ha quedado claro durante las últimas semanas cuando buena parte de las iniciativas han sido rechazadas porque no alcanzan los dos tercios de los votos.

Hace una semana, el pleno aprobó en general solo seis de los 40 artículos del primer informe de la comisión de Medio ambiente. Y de esos, solo un inciso fue ratificado en particular. También la semana pasada se aprobaron en general 14 de los 50 artículos del primer informe de Derechos Fundamentales. Entre los rechazados, nueve tuvieron menos de 17 votos de respaldo, el mínimo con el cual debían ser aprobados por la comisión, y tres tuvieron solo cuatro apoyos. Es decir, ni siquiera tuvieron el apoyo de quienes las aprobaron en comisión.

Las normas que se rechazan en general y las que corren la misma suerte en particular, pero tienen mayoría de votos, vuelven a la comisión para que esta haga una nueva propuesta, es decir, deben reabrir el debate.

Aunque esto significa invertir más tiempo, Jaime Bassa (Frente Amplio) dice que "la construcción de acuerdos políticos requiere reconocer y respetar los puntos de partida de cada cual y las ideas que cada constituyente y colectivo representa. Nunca es una pérdida de tiempo escucharnos y deliberar respetando nuestras diferencias, pues se trata de un punto básico del pluralismo político en una sociedad democrática".

4.- ¿Materia de ley?

Un punto que causa debate tanto entre constituyentes como en la academia es que se han propuesto normas que debiesen ser materia de ley y no constitucional.

Para Rebolledo "es válido que cualquier convencional haya juntado las firmas para presentar su iniciativa", pero agrega que la Constitución "pareciera llena de temáticas que no necesariamente son materia constitucional, sino más bien de ley".

Varias de estas han sido rechazadas en el pleno, después de haberlas debatido en largas jornadas.

5.- Jornadas maratónicas

El trabajo a contrarreloj para avanzar en la tarea, por momentos también pareciera jugar en contra. Asesores acusan recarga de trabajo, en los plenos se han criticado errores de redacción en los informes y hasta los secretarios han debido enmendar los comparados porque indicaciones se presentan a última hora.

Por ahora, la mesa directiva trabaja en una nueva modificación al cronograma que deberá hacerse cargo de estos aspectos. Y entonces, vendrá la evaluación. Así lo dice Marcos Barraza (PC): "A fines de marzo vamos a tener una etapa más concluida que es la presentación de los primeros informes (...) eso nos va a permitir saber si efectivamente estamos en condiciones o no de cumplir con los plazos acotados que tenemos. Y espero que así sea".
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