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Flavio Salazar, ministro de Ciencia: "El Estado debe articular proyectos con privados y universidades, pero la misión debe ser desde lo público"

A dos semanas de su instalación, el titular de Ciencias ya concretó una reunión interministerial para avanzar en la manufactura de vacunas en Chile. Esto, mientras busca las fórmulas para atender las urgencias del mundo científico.

26 de Marzo de 2022 | 07:43 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Ministro de Ciencias, Flavio Salazar.

Ministerio de Ciencias.
Pasado el mediodía del jueves, el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Flavio Salazar, se trasladó desde La Moneda hasta el Ministerio de Salud para participar en una transmisión en vivo junto a la ministra María Begoña Yarza y la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.

La idea era profundizar en un anuncio que minutos antes se había realizado en La Moneda, y donde la cartera de Ciencias tendrá un rol importante: fue la primera reunión del comité interministerial para avanzar en un proyecto que permita la manufactura de vacunas y productos biológicos que la Universidad de Chile ya construye en el país -en Parque Carén-, donde también se busca incorporar a actores públicos y privados.

Se trata de uno de los primeros grandes proyectos de la cartera, y aunque el ministro afirma que la mirada debe ser "multisectorial y de Estado", la idea también viene a mostrar el interés y el rol articulador de Ciencias para lograr que Chile retome la fabricación de vacunas y otros insumos. "Este es el momento para hacerlo", señala el ministro a Emol, ya de vuelta en su oficina de Morandé 226.

Pero los desafíos no sólo están en prepararse para ésta u otras pandemias, sino que también en cómo se mejora la situación de los estudiantes y científicos, potenciar la participación de las mujeres en la ciencia, y buscar un aumento de recursos para la investigación el próximo año, luego que en 2021 éste tuviera una caía de 1,9% respecto a 2020.

— ¿Cuáles son las tareas más urgentes para el Ministerio de Ciencia y aquéllas a mediano y largo plazo?

Hemos tenido días intensos en la instalación y en evaluar una serie de estrategias para mirar los temas más urgentes y también con la mirada a largo plazo. Creo que este ministerio, a diferencia de otros, tiene una mirada estratégica, es decir, nuestro aporte tiene que ver con sentar las bases para un modelo de desarrollo más inclusivo, más respetuoso con la naturaleza y que resuelva problemas de largo plazo. Por otro lado, las urgencias tienen que ver con las condiciones de los trabajadores de la ciencia que muchas veces tienen situaciones precarias que dificultan su labor, y los impactos de la pandemia que tuvo en el ejercicio en la situación de los alumnos becados y quienes están pidiendo una prolongación de tiempos y financiamiento. Todo ello, sumado a tener una perspectiva de equidad de género y conversación con universidades para tener una agenda a mediano y largo plazo. Y ahí, vamos a tener que trabajar fuertemente en un diseño para una expansión del presupuesto en ciencia y tecnología que propone el programa de Gobierno.

— En lo concreto, y considerando que usted lo ha planteado como una urgencia, ¿qué medidas se tomarán para enfrentar la precarización que denuncian los investigadores?

Hay varias propuestas. Algunas son más de largo plazo o estratégicas porque requieren modificaciones a la estructura de cómo se genera el financiamiento a la ciencia y tecnología. En Chile, aproximadamente del 75% de las iniciativas de investigación se van a la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y de ese porcentaje, la gran mayoría son para el programa Fondecyt, que financia capacidades individuales de las personas, es decir, proyectos unipersonales: es el investigador el que los utiliza, incluyendo la contratación de personas para esta investigación. Esto último es lo que genera esta precarización, porque los fondos no son suficientes para cubrir todos los gastos de los trabajadores de la ciencia. Por eso, estamos estudiando aumentar recursos para esos recursos humanos y también traspasar los fondos y su gestión a las instituciones beneficiarias. Así, podríamos garantizar que las condiciones de contratación sean distintas, eso es algo que hay que estudiarlo bien y lo debemos trabajar en conjunto.

— La administración anterior anunció en 2021 la colaboración de universidades con el ISP para la secuenciación genómica. Sin embargo, muchos investigadores han señalado que no tienen la disponibilidad de recursos para ello, aunque sí tienen el personal.

Es una de las cosas que siempre se reclamó. Yo mismo, hasta el 10 de marzo era un incumbente como vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, frente a esta misma situación. Los recursos destinados a ciencia y tecnología en el país son insuficientes, ese es un hecho. Chile destina un 0.35% del PIB a esta área y esto no se condice con casi ningún otro país. Si queremos avanzar en otras áreas, se debe aumentar en investigadores y recursos. Este proyecto de secuenciación genómica lo vemos con mucho interés y probablemente vamos a destinar fondos para que eso se realice, y de aquí a mayo tenemos que trabajar intensamente en identificar las áreas que vamos a promover y luego establecer la propuesta presupuestaria para que sea aprobado por Hacienda y que el próximo año podamos responder a esas demandas, porque este año el presupuesto está zanjado.

— En estos dos últimos años, a propósito de la pandemia, el vínculo entre este ministerio y el de Salud se acrecentó, ¿cuál va a ser el aporte y el rol que continuará en su administración?

Entendemos el rol de este ministerio como pivotal. Nosotros vamos a ser un electrón libre que de alguna manera tenemos que estar acercándonos a todos los otros grandes ministerios para poder transmitirles la oferta de capacidades que existen dentro del sistema de ciencia y tecnología y, por otra parte, capturar los problemas que esos ministerios tienen y que pudieran ser resueltos a través de la ciencia.

— En los próximos días presentarán al Presidente Boric la propuesta para el avance en la manufactura de vacunas que usted convocó junto a otros ministerios, subsecretarías, la Universidad de Chile y la Corfo. ¿Buscarán avanzar en una normativa?

No será una ley, lo que queremos es utilizar la institucionalidad que ya existe. El generar esto involucra una priorización del tema. Esa decisión, cuando viene desde la presidencia, la articula más fácilmente. Cuando tenemos una convergencia ministerial de que este es un proyecto válido, y debiese tener prioridad, si el Presidente así lo establece, vamos a poner todos los recursos desde el Estado para viabilizarlo. Esto, para hacerlo en el corto plazo y que sea un producto palpable de esta administración y que esté funcionando antes que terminen estos cuatro años.

— ¿Cómo dialoga esta idea con los avances de construcción e instalación de la planta de llenado y envasado de vacunas de Sinovac?

Cuando planteamos a los ministros el por qué hacer esto, mencionamos que en Chile existen varias iniciativas en la materia y todas son convergentes, no son competitivas ni excluyentes. Avanzan en un objetivo claro: que Chile recupere su capacidad de insertarse en las cadenas globales de producción de biofármacos y vacunas, porque eso a nivel mundial está centralizado y la misma OMS, Cepal y comunidad europea están interesadas en que existan plantas de producción para poder descentralizar. Muchas veces, tienes la capacidad de producción pero se hace más lento si las fábricas están en un solo lugar, sumado al transporte. En el fondo, tienes una receta, la pones en diferentes plantas, las puedes producir al mismo tiempo y dar cobertura a diferentes regiones.

En ese contexto de recuperar capacidades está el proyecto de una empresa privada (Sinovac) que se asoció a una Universidad para una planta de llenado y envasado de vacunas que es muy importante para poder distribuir una vacuna que ha funcionado. Este otro proyecto complementa, pero es distinto, porque busca generar una plataforma de producción público-privada que dé servicios a estas empresas internacionales cuando quieran producir lotes de vacunas y así venderlas en Latinoamérica, pero por otro lado, generar capacidades para que nuestros científicos puedan generar productos con calidad aprobada por el ISP para poder generar estudios clínicos y generaría un ecosistema entorno a las vacunas que nos posicionaría como un líder a nivel latinoamericano para desarrollar nuestras capacidades.

— Esto también abre el desafío de convocar a más jóvenes a interesarse por trabajar en esta área, ¿cómo se les motiva a participar de la investigación específica en vacunas?

Este centro que se plantea tiene un elemento bien importante, que no sólo busca hacer vacunas contra las enfermedades que existen, sino que hoy la biología ha perfeccionado cada vez más la manipulación molecular que permite que existan anticuerpos monoclonales, biofármacos para tratamientos del cáncer y enfermedades genéticas, diabetes, entre otras. Esta medicina moderna vino para quedarse y es el momento de insertarnos. Abrir estas posibilidades claro que va a generar en los jóvenes el incentivo de trabajar en un área tan interesante como esta, que abre interés cuando se proyectan a soluciones concretas, más que cuando sólo se basan en cuestiones teóricas. Desde ese punto de vista, es muy importante otorgarle una misión a la comunidad científica en general, que la sociedad le reconozca la necesidad de contar con ellos para solucionar grandes problemas.

— ¿Es usted partidario de la venta y/o entrega de licencias de vacunas por parte de países a otros más pequeños que sí tienen personal capacitado para producirlas, pero no tienen la "receta"?

Creo que plantearse en blanco y negro no es realista respecto a las condiciones como funciona hoy el mercado farmacéutico. Las innovaciones requieren altos volúmenes de inversión que solamente lo pueden realizar ciertas superpotencias, por lo tanto, el incentivo está en controlar la propiedad intelectual y generar licencias, pero eso debería tener excepciones. Mi postura es que en situaciones de amenaza a la salud global debiera primar el derecho a la salud de las personas por sobre el derecho de estas licencias. Yo soy partidario de algo intermedio. En condiciones normales, probablemente la protección intelectual de ciertas innovaciones es necesaria, pero ésta no puede ser al extremo que cuando necesitemos una vacuna sólo la venda uno y pueda poner el precio que quiera y no entregar la licencia a nadie.

— ¿Cómo le gustaría que fuera conocida su gestión y el rol del Ministerio de Ciencias a la vuelta de los próximos cuatro años?

Tengo toda la esperanza de que hoy existe una oportunidad para la ciencia y la tecnología; hay una valoración de la ciudadanía, creo la pandemia nos hizo despertar. Eso genera que también en la política haya una valoración transversal de la necesidad de, ahora sí, aumentar recursos y transformarnos en un país que base su desarrollo en ciencia y tecnología, no hay una diferencia de izquierda y derecha en esto. Ahora, respecto al rol que el Estado debe jugar en la promoción de esto, creo que hay una pelea, y ojalá la logremos ganar. Es necesario que el Estado articule estos grandes proyectos con privados, universidades públicas y privadas, pero el llamado, la misión debe salir desde lo público, o si no, el incentivo de mercado para generar esto es muy bajo en un país como Chile. Si lo logramos, vamos a tener grandes proyectos de data center, de energía verde, centros de vacunas y Chile se va a transformar en un país distinto. Si fuera así, ese sería el premio a una gestión que yo pudiera hacer.