"Horror", fue la palabra que el Presidente Gabriel Boric utilizó para describir el sentimiento que le provocó el recorrer los pasillos del casino de la ex Escuela de Suboficiales de la Armada de Argentina (ESMA), el principal centro de detención y tortura utilizado por la dictadura militar de ese país y que hoy es un sitio de memoria y defensa de los DD.HH.
Se trató de una de las actividades más emotivas de la gira que realizó el Mandatario por Buenos Aires, la cual era muy esperada por organizaciones de familiares de víctimas de la represión militar ocurrida entre 1976 y 1983, como las Madres de Plaza de Mayo, quienes estuvieron representadas por varias dirigentas, incluyendo a la única chilena de la agrupación, Buscarita Roa.
Tras culminar la visita, el jefe de Estado agradeció que "nos hayan invitado a recorrer estos tétricos pasillos, pero donde sin embargo la llama de la memoria está viva y nos obliga a recordar y ser conscientes de que si nosotros estamos aquí hoy día es gracias a los que por aquí pasaron".
"Yo nací en 1986, la dictadura chilena terminó en el '90 y acá el '83, y algunos dicen dejen el pasado de lado, olviden, no vuelvan a los viejos rencores. Nosotros les decimos no, no se trata de eso, porque si olvidamos se puede volver a repetir", recalcó.
Según Boric, "nosotros somos parte de esta historia y las luchas que llevaron a tantos y tantas a pensar en un Chile más justo y que se traduce también en las organizaciones de memoria y DD.HH. que están aquí presentes, a las abuelas, a las madres, a los nietos, las nietas, es en verdad lo que le da sentido también a nuestro trabajo".
"Para mi esto le da todo el sentido, por esto estamos en política, por esto llegamos y por esto vamos a seguir luchando. Muchas gracias a quienes hacen que esta memoria siga siendo vital", añadió, junto con reconocer que la principal sensación que le dejó su paso por el lugar fue de "estremecimiento".
En ese contexto, recordó que "hay algo que me dijo Alberto Fernández, que tiene mucho que ver también con la historia que pasó en Chile, que cómo es posible que no supieran. En este caso, las habitaciones estaban ahí, abajo de la Capucha, y lo que uno siente acá es el horror, pero también la solidaridad".
La nieta de Allende
Otra de las imágenes que emocionaron a los presentes fue el recibimiento que tuvo la ministra de Defensa, Maya Fernández, quien fue reconocida por la presidenta de los Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Lita Boitano, quien la saludó afectuosamente.
"Estoy abrazando a tu abuelo en este momento", le dijo una de las presentes, en referencia al ex Presidente Salvador Allende. Posteriormente, una vez que culminó la actividad, se vio a la secretaría de Estado sollozando en el exterior del edificio, siendo consolada por el propio Boric.
"Saber lo que ocurrió acá, los horrores, lo que no queremos, por eso tenemos que fortalecer la democracia, los valores democráticos. Me dio un abrazo cariñoso, porque no es fácil escuchar los relatos de lo que ocurrió en este lugar", comentó la titular de Defensa.
Asimismo, Fernández destacó el encuentro con los familiares de las víctimas, relatando que "pudimos compartir ahí el cariño, mujeres de una entereza que transmite esperanza, a propósito de lo que decía de los valores democráticos, el cómo esto nos permite no olvidar, pero avanzar con una mirada de futuro".
"La entereza de las madres es pura energía, son sabias, todas rebosantes y eso da mucha esperanza, es un ejemplo", añadió, junto con descartar que su emoción estuviera vinculada a su propia historia familiar y personal.
"Yo pensaba en las personas que pasaron por acá, ni siquiera pensé en mi vida, sino en la vida de las personas que sufrieron los horrores, hombres y mujeres, mujeres que tuvieron a sus hijos en un espacio inhumano. Qué duro, no hay forma de entender que un ser humano sea capaz de tanto horror hacia otro", concluyó.
La ministra de Defensa se emocionó tras el recorrido por la ESMA. Foto: Aton
