"Yo creo que efectivamente nos equivocamos. La falta de socialización de dos años fue muy grave, afectó. Por eso nosotros apostamos por la presencialidad. El Presidente (Boric) lo ha dicho: las escuelas son las primeras en abrir y las últimas en cerrar". Con estas palabras, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila reconoció hoy que fue un "error" mantener a los colegios cerrados durante la pandemia.
A raíz del aumento de los episodios de violencia al interior de los establecimientos educacionales entre los mismos estudiantes, el secretario de Estado puntualizó en Radio Cooperativa que "en el caso del sistema educativo hay una especie de reseteo (...) el sistema olvidó que esto era volver después de dos años, donde la salud mental, en general, se deterioró, en donde muchas familias perdieron su empleo, donde muchos niños perdieron familiares".
Frente a esas declaraciones, desde el
movimiento Escuelas Abiertas manifestaron, a través de un comunicado, que se advirtió desde hace meses de la importancia de la presencialidad y que "hace más de un año venimos insistiendo que la
tragedia de cerrar los colegios vería sus consecuencias hoy y en el futuro de varias generaciones".
"Siguiendo el ejemplo de otros países, donde la educación siempre fue la prioridad, nos entristece que en Chile se haya usado a los niños y su derecho a la educación como gallito político, llegando incluso a acusar institucionalmente al ministro de Educación por defender la educación presencial. Vimos cómo políticos, alcaldes y el Colegio de Profesores nunca se preocuparon realmente de los estudiantes y su bienestar", reprocharon.
Pese a ello, destacaron que desde el Gobierno "haya conciencia de ese error y que se reconozca". Sin embargo, señalaron que "ahora es el momento de avanzar en señales potentes y concretas que vayan por el camino correcto para enmendarlo y potenciar el desarrollo social y emocional de los niños".
Por ello, solicitaron y recomendaron que no hayan "más cuarentenas preventivas a cursos completos, eliminemos las mascarillas en los colegios, no acortemos la jornada de clases y preocupémonos de la educación integral de nuestros niños, prometiendo que nunca más volveremos a ponerlos en el último lugar de la fila. No se requiere más que convencimiento y voluntad política para lograrlo. En los niños el foco de la vida no puede ser el covid. La salud y el bienestar van más allá de una enfermedad específica".
Respuesta al Colegio de Profesores y casos de violencia
Por otra parte, tras conocerse las declaraciones de Marco Antonio Ávila, el Colegio de Profesores de la RM, a través de su presidente Mario Aguilar, respondió de forma crítica, aseverando que quien se "equivoca" es el "ministro de Educación al afirmar que fue un error mantener las escuelas cerradas durante la pandemia, y se equivoca ministro porque indudablemente que esa fue una medida que asumieron también los padres y apoderados en defensa de la vida y la salud de sus hijos".
A su vez, el líder gremial afirmó que el ministro "se equivoca al poner como comparación la situación de Europa, porque la realidad nos está dando cuenta hoy día de que indudablemente, en Chile, las condiciones de los establecimientos educacionales no están a la altura de lo que los niños y niñas se merecen para poder volver a la presencialidad y eso ha quedado demostrado durante todo el mes de marzo".
Frente a ello, desde Escuelas Abiertas manifestaron a Emol que "el Colegio de profesores no ha tenido nunca una actitud constructiva, desde el comienzo de la pandemia han buscado distintas trabas y excusas para oponerse a lo que es mejor para los niños: las clases presenciales. Dos años después siguen viviendo en la pandemia del 2020 al insistir en que no están las condiciones".
"La pandemia de hoy, el país de hoy nos exige otro acuerdo, el acuerdo por la presencialidad para todos los niños, todos los días. El Colegio de Profesores representa a ciertas personas de un gremio y pareciera que están en una permanente campaña de defensa corporativa, usando la pandemia como excusa para lograr ciertos objetivos que nada tiene que ver con el bienestar de los niños", zanjaron.
Finalmente, con respecto a los episodios de violencia al interior de los establecimientos educacionales, el movimiento asevera que "acortar la jornada escolar completa para prevenir la violencia escolar no es el camino. Debemos mantener a los niños en las escuelas realizando diferentes trabajos para tratar directamente el problema como jornadas de reflexión, actividad física, artísticas y lúdicas, complementándolas con las materias curriculares".
