"Masacre escolar". Esa es la amenaza que han recibido una serie de colegios a lo largo del país en las últimas dos semanas. El primer caso se registró el pasado 28 de marzo en la comuna de Quinta Normal, Región Metropolitana, cuando a través de redes sociales se difundió un video que contenía la advertencia de que los estudiantes del Liceo Benjamín Franklin serían víctimas de un ataque armado el día 4 de abril.
Al otro día, se conoció un caso similar en la ciudad de Valdivia. De igual forma y a través de redes sociales se difundió una nueva amenaza de "masacre escolar", también para el día 4 de abril, pero esta vez en contra del Liceo Armando Robles. En ambos casos el modus operandis fue el mismo: el registro audiovisual mostraba únicamente al personaje 'anonymous', quien con una voz distorsionada "relataba" en detalle el ataque previsto.
Debido a las características de las amenazas, en ambos hechos se tuvo que aplicar medidas de protección para los establecimientos y alumnos. Es más, en el Liceo Benjamín Franklin de Quinta Normal se suspendieron las clases presenciales por cerca de dos semanas y la delegada presidencial de la Región Metropolitana, Constanza Martínez presentó una querella contra los responsables.
Tal acción judicial fue dada a conocer el 31 de marzo. Aquel día la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino reconoció que el Liceo Benjamín Franklin no había sido el único víctima de amenazas, sino que había un segundo caso en la comuna. En paralelo, Martínez informó que habían otros cuatro hechos similares en el país: Casablanca, Valdivia, San Bernardo y Victoria. En la mayoría de ellos, las diligencias fueron instruidas a la Policía de Investigaciones.
El vocero de la Brigada de Cibercrimen de la PDI, el comisario José Acuña detalló a Emol las claves de este nuevo "fenómeno" de amenazas que han afectado a los establecimientos educacionales, señalando que lo ocurrido en Quinta Normal es considerado como el "caso 0", pues es el primer hecho de esa índole evidenciado y denunciado.
"Nosotros como PDI estamos al tanto de este tipo de eventos que están ocurriendo. Estamos con órdenes de investigar e instrucciones particulares tanto desde la Fiscalía de la Región Metropolitana como algunas de regiones, donde también han ocurrido algunas denuncias por este tipo de amenazas", señaló el funcionario.
Con respecto a las características del fenómeno, Acuña explica que "estas amenazas se están realizando por medio de videos que se editan con el formato del personaje 'anonymous' y que tienen directa relación con amenazas a un colegio en particular, no a toda la comunidad escolar" y que la viralización se realiza a través de "diferentes plataformas y redes sociales".
"Es un fenómeno reciente, obviamente que nosotros como Policía de Investigaciones estamos alerta a todo este tipo de denuncias, estamos poniendo todo el recurso humano y técnico a disposición para trabajar en conjunto al Ministerio Público y de esa forma dar una respuesta rápida a este tipo de amenazas porque, en definitiva, lo que genera en la comunidad escolar es incertidumbre. O sea, los profesores y apoderados ante lo que ocurrió en Quinta Normal, suspendieron clases al igual que en otros establecimientos", acota el vocero.
Origen del fenómeno y prevención
Lo ocurrido en el Liceo Benjamín Franklin fue el primer caso denunciado con un contenido de violencia de esa índole, y si bien no se ha identificado el origen exacto de este fenómeno, desde la Brigada de Cibercrimen de la PDI explican que en Estados Unidos existen varios hechos similares, por lo que ese país es clave para estudiar lo registrado en Chile, en estas últimas dos semanas.
"Uno siempre está observando la prensa internacional respecto a ciertos eventos que están ocurriendo en Chile y que puedan ocurrir en otros países, y efectivamente esto ya es un fenómeno que se ve en otras latitudes. Por ejemplo, en Estados Unidos el año pasado hubo varios casos que se denunciaron a las autoridades por viralización de videos de amenazas con el mismo tenor y también se realizaron las investigaciones respectivas", afirma Acuña.
Según detalla el funcionario, en los casos ocurridos en Norteamérica las compañías que administran las redes sociales tomaron un rol clave para combatir la difusión de los videos con amenazas. Sin embargo, aquello no sería aplicable en Chile, ya que las empresas no tienen obligaciones de emplear alguna medida correctiva.
"Las plataformas que se utilizaron también tomaron medidas correctivas en el sentido de intentar detectar estos videos y poder de alguna u otra forma bajarlos de la plataforma. Nosotros con los contactos técnicos que contamos con las compañías extranjeras, estamos dando cuentas de estos eventos, pero estas son empresas que no se encuentran en Chile y no tienen ninguna obligación legal de revisar este tipo de actividades, pero sí estamos en coordinación para tomar algunas acciones con ellos", detalla.
Por lo anterior, Acuña menciona que en Chile "la forma de prevenir es parte de la misma educación de los niños y jóvenes que están en etapa escolar. Nosotros consideramos que es muy importante que, tanto en los colegios como en las familias, se converse de los riesgos que conlleva el uso de estas tecnologías. Entendemos que no se le puede negar el uso de tecnología a los niños que son nativos digitales, pero sí nosotros debemos educarlos de los riesgos a los que están expuestos".
A raíz de que el fenómeno aún es reciente en el país, desde la PDI sostienen que "todavía no tenemos resultados de un perfilamiento de cuáles serían las edades o si son alumnos o ex alumnos", por lo que afirman que ahora el personal policial se encuentra "trabajando en esclarecer los hechos en todas las denuncias que estamos investigando y obviamente que esto será materia de estudio para más adelante cuando ya haya pasado un tiempo prudente para realizar esta análisis".
Violencia entre estudiantes
Desde la Brigada de Cibercrimen señalan que ellos tienen injerencia en prácticamente todos estos casos donde han ocurrido denuncias. Y fue gracias a esa investigación que se comprobó que el responsable del video que amenazó al Liceo Armando Robles de Valdivia, fue "un menor que es alumno del establecimiento educacional", quien resultó detenido.
Acorde con los datos entregados por le Superintendencia de Educación a Emol, la violencia entre los mismos alumnos ha aumentado desde que se retornó a la presencialidad este 2022. En detalle, el ente fiscalizador ha recibido un total de 1.634 denuncias entre el 1 de enero y el 29 de marzo de este año, de las cuales el 35,3%, es decir, 577 están relacionadas con maltrato a estudiantes.
De ellas, la mayoría se concentra en el maltrato físico y psicológico entre alumnos (414), cifra que aumentó un 38% con respecto al promedio del mismo periodo 2018-2019, ya que entre esos dos años se registró un promedio de 299 denuncias bajo esa misma calificación. A su vez, el 18% de las denuncias que han ingresado a la Superintendencia por maltrato físico y psicológico entre estudiantes, tiene relación con ciberacoso (78).
Para prevenir situaciones de violencia en los establecimientos educacionales, la Superintendencia de Educación acota que "las comunidades educativas deben ajustar sus reglamentos internos y enfrentar este tema desde una perspectiva formativa y restaurativa. La normativa establece que los establecimientos deben contar con estrategias de prevención y protocolos de actuación frente a situaciones de maltrato, acoso escolar o violencia entre miembros de la comunidad educativa, causadas a través de cualquier medio, incluidos medios digitales (redes sociales, páginas de internet, videos, etc.)".
Y aquellas estrategias deben contener "las acciones y etapas que componen el procedimiento mediante el cual se recibirán y resolverán las denuncias o situaciones relacionadas con estos hechos y las personas responsables de implementar el protocolo y realizar las acciones y medidas que se dispongan en éstos".
"Es importante destacar que es deber del establecimiento denunciar ante el Ministerio Público, Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones o ante cualquier tribunal con competencia penal, cuando existan antecedentes que hagan presumir la existencia de un delito o se tenga conocimiento de hechos constitutivos de delito que pudiesen afectar a los estudiantes o que tenido lugar en el local que sirve de establecimiento educativo, dentro de las 24 horas siguientes al momento en que tomaren conocimiento del hecho", concluyen.
Efecto pandemia
A raíz del aumento de los casos de violencia registrados en colegios, el mismo ministro de Educación, Marco Antonio Ávila reconoció que fue un "error" haber tenido los colegios cerrados por la pandemia, pues aseguró que "la falta de socialización de dos años fue muy grave, afectó".
Frente a ello, el director del Centro UC para la Transformación Educativa (Centre), Ernesto Treviño explica que la recurrencia a estos videos por parte de los mismos alumnos se debe a que "hay una afectación del bienestar socioemocional en toda la población, con poca tolerancia a la frustración y mucha necesidad de ser oído sin tanta capacidad de escuchar al otro".
414denuncias por maltrato físico y psicológico entre alumnos ha recibido la Superintendencia de Educación, entre el 1 d enero y el 29 de marzo.
En esa línea, el experto menciona que para la violencia alcanzada en los videos "no hay una explicación para señalar que habrá masacres escolares, más bien lo que hemos tenido son amenazas, y está muy bien tomarlas en serio para evitar afectaciones mayores". No obstante, que el aumento de los episodios conflictivos tienen, al menos, dos razones:
"Por un lado, cuando 67% de los hogares usa la violencia como método educativo, y 38% usa violencia física (Casen 2017), esto quiere decir que los menores utilizan la violencia verbal como forma de encaminar sus necesidades emocionales a través de amenazas. Por otro lado, las redes sociales parecen dar la ventaja de un mayor alcance para ser escuchados por más personas y, al mismo tiempo, un aparente anonimato que protege a quienes profieren amenazas y se sienten impunes", sostiene Treviño.
"En Chile, afortunadamente, no estamos en los niveles de violencia y amenazas escolares de los Estados Unidos. Sin embargo, sí tenemos una cultura de amenazas anónimas constantes, por ejemplo, avisos de bomba falsos en lugares públicos. La situación actual pareciera ser una réplica de las acciones que realizan adultos en nuestra sociedad", concluye frente al fenómeno.