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¿Falta de coherencia?: El impacto de las decisiones del Gobierno de no querellarse contra Llaitul y de remover a Parga

Expertos difieren en su análisis sobre las determinaciones tomadas ayer por Presidente Gabriel Boric y la relación -o no- entre ambas situaciones.

20 de Mayo de 2022 | 10:50 | Por María Cristina Romero, Emol
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Aton Chile/ Archivo.
SANTIAGO.- La situación de la macrozona sur sigue marcando la agenda del Gobierno. De hecho ayer el Presidente Gabriel Boric, dio a conocer dos definiciones que -según varias voces- impactarán de una u otra forma en lo que ocurra en la zona.

Ambas situaciones son abordadas este viernes en una carta del columnista Francisco Orrego, publicada en El Mercurio y titulada como "Día negro para la coherencia". "Ayer AM: Presidente Gabriel Boric justificando la razón por la cual el Gobierno no se querelló en contra de Héctor Llaitul, vocero de la CAM: 'Nuestro gobierno no persigue ideas ni declaraciones, persigue delitos'", escribió Orrego, esto luego de que Llaitul hiciera un llamado a organizar la resistencia armada.

Y continúa: "Ayer PM: Gobierno informa que el Presidente Gabriel Boric destituyó al almirante Parga, jefe de defensa nacional del Biobío, por sus declaraciones en defensa de la presunción de inocencia de sus subordinados".

Si es falta de coherencia o no, lo concreto hasta ahora es que el Ejecutivo ha mostrado algunos cambios de opinión y posición en estos meses o al menos lo han hecho sus personeros. Recordado es el apoyo de varias de las hoy autoridades a los retiros de fondos de pensiones, no obstante, la situación económica actual los llevó a rechazar el quinto 10%.

Asimismo, la decisión de decretar un estado de excepción en la macrozona sur, evidenció el lunes un nuevo cambio por parte de La Moneda, al usar una medida que en el pasado había sido resistida por el propio Mandatario.

¿Cómo lo ven los expertos?

Sobre la decisión de no querellarse contra Llaitul, el analista político y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Max Colodro, planteó ayer a Emol TV que "yo estoy en desacuerdo con eso, yo creo que el Gobierno ha cometido un error, da una señal muy equívoca, muy contraproducente al no querellarse contra Llaitul, cuando él ha hecho una amenaza velada de guerra al Estado y al conjunto de la sociedad chilena", añadiendo además que la organización que lidera "se ha adjudicado muchísimo de los atentados que hemos visto en el último tiempo".

"Por tanto, no estoy de acuerdo con el Presidente cuando dice que el gobierno no debe querellarse en función de declaraciones, aquí estamos en presencia de algo que es mucho más que declaraciones,ha habido actos y acciones de violencia aguda, gravísima y que han sido reivindicadas por la CAM", precisó, añadiendo que "uno espera que las FF.AA. tengan las atribuciones que les concede el Estado de emergencia".

Para Colodro, "el problema del Gobierno y de la coalición es que tiene dos almas, hay una fractura, un desacuerdo interno respecto de cómo abordar los problemas de la violencia (...) esas dos visiones antagónicas de cómo abordar la violencia y de cuáles son las causas están pasándole una cuenta bien grande al Gobierno".

Sobre la tesis que plantea Orrego de una supuesta la falta de coherencia en los dos hechos ocurridos ayer, el sociólogo y director de tuinfluyes.com y área electoral Chile 21, Axel Callís, planteó a Emol que "se trata de responsabilidades distintas".

Así, Callís dijo estar de acuerdo con la remoción de Parga, pues consideró que sus declaraciones pasadas "las hizo desde un cargo de jefe de fuerza, pero también hacia un subordinado, entre comillas, con apoyo institucional, que es distinto de las declaraciones de la vía armada de Llaitul que yo sí creo que hay que perseguir. Pero creo que es como muy artificial esa argumentación" de relacionar ambas cosas.

Respecto a la postura del Presidente sobre Llaitul, el experto recordó que la CAM se ha adjudicado varios atentados ya y con eso "el Gobierno genera las declaraciones para hacer otro autogol", arriesgándose a un nuevo atentado.

"Se casan con las palabras; ´No vamos a poner el estado de excepción, lo ponemos'. Acá a veces el principismo anticipatorio te mata. Creo que esa es como una de las debilidades del Gobierno, que a veces se casa con sus propias palabras y eso hace y da la impresión que está siempre como retrocediendo frente a sus propias posiciones", sostuvo.

En la misma línea, el académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, manifestó que él separaría ambos temas, así en lo de Llaitul "mi impresión es que el subsecretario Monsalve actuó con prudencia, porque para realizar una denuncia al Ministerio Público hay que tener antecedentes y me parece que no tenía una cantidad suficiente, para llevar a cabo un juicio contra Llaitul", y evita así otros bochornos judiciales pasados.

Respecto a lo ocurrido con el ex jefe de la defensa, Duval consideró que "ahí hay una contradicción, porque entiendo que el mismo contralmirante destituido antes le habían prorrogado el estado de emergencia con este mismo Gobierno, esa es la falta de prolijidad. Pero los jefes de las fuerzas deben evitar todo tipo de declaraciones políticas u otras, no son deliberantes en esa materia".

En resumen, Duval apuntó que ambas situaciones tienen "particularidades distintas y son los modos de decisión de este nuevo Gobierno, si uno puede estar de acuerdo o no".

"El Presidente dijo que lo dos primeros meses habían tenido 'turbulencias', yo creo que aquí fue un aterrizaje forzoso o de emergencia (...) en que tiene que gobernar y gobernar es aplicar las leyes más allá de las lógicas o justificaciones que como Gobierno pueden haber tenido. Es evidente que ha tomado muchas medidas en que ha tenido que dejar atrás sus dichos como oposición, eso es no solo del Presidente, sino de sus ministros y provoca una tensión al interior de sus coaliciones. Es evidente y es ahí donde está el juego la conducción política del Presidente de la República", remató.