A tres meses del Plebiscito de salida del proceso constituyente, el Centro de Estudios Públicos (CEP), dio a conocer su última encuesta, en la que detectó un estrecho margen entre quienes aprobarían una nueva Constitución, con un 25%, y los que están por el rechazo del texto elaborado por la Convención Constitucional, con un 27%.
Tras dar a conocer las cifras, la coordinadora del área de opinión pública de la entidad, Carmen Le Foulon, destacó que "si se analizan los datos por nivel socioeconómico o por nivel de educación, a medida que aumenta el nivel de educación o disminuye el nivel socioeconómico aumenta la probabilidad que no está decidido".
"Pero también lo que vimos es que el porcentaje de aprobación es menor en niveles socioeconómicos más bajos. Eso se contrapone con los niveles de quienes aun no están decididos", agregó, junto con subrayar que "lo que vemos es que estadísticamente
no hay diferencia entre la posición de Apruebo o Rechazo".
Según Le Foulon, "hay un porcentaje importante que aún no lo ha decidido. Si uno ve las razones, hay mucho que falta informar, Por lo tanto, va a ser un rol clave la campaña y el tiempo que viene con respecto a lo que pase, pero es probable que (el resultado) sea estrecho".
En cuanto a si cree que existe una relación entre los niveles de apoyo al Apruebo y con los que obtiene el Gobierno, la experta señaló que "lo que vemos es que la confianza en la Convención Constitucional tiene niveles similares con los niveles de confianza del Gobierno, pero los porcentajes de aprobación y de Apruebo difieren".
Asimismo, sobre cuánto podría influir la percepción negativa que existe sobre la figura de los convencionales y su trabajo en el resultado del proceso eleccionario, comentó que "si los convencionales adquieren un rol menos protagónico y lo empiezan a adquirir otras figuras que tienen una buena evaluación, alguna figura asociada al gobierno que tiene una buena evaluación, eso podría modificarse".
"Esto es un podría, porque
depende de cuánto permanezca en la memoria de las personas estas razones y cuán estructural para ellas sean. Pero es factible entender que, si empiezan a figurar otros personajes políticos y las propuestas, probablemente eso se aleje un poco de la memoria de las personas", indicó.
En la misma línea, sobre qué tan conveniente es que el Presidente Gabriel Boric se juegue más por la opción del Apruebo, la académica recordó que "hay un mandato de prescindencia que tiene que supervigilar la Contraloría, pero si el Presidente jugara un rol activo en favor del Apruebo, dado que tiene niveles de aprobación mayores al Apruebo, podría tener un efecto".
"Pero también está abierta la pregunta si para las personas que están decidiéndose eso no podría ser contraproducente, percibiendo que el Presidente está excediéndose de su rol", advirtió.
"Por lo tanto, creo que acá el mensaje es que hay una gran incertidumbre todavía, probablemente las personas que aprueban y rechazan, sobre todo las que no cambian sustantivamente, sino que vamos a ver los que aun no se han decidido o se tienen que informar, que lo están pensando, y esas personas tenemos que entender bien cómo podrían influir", concluyó.