De las 52 comunas que tiene la Región Metropolitana,
en sólo 5 no han ocurrido delitos de encerronas. Ese es el complejo panorama que retrata el informe elaborado por la fiscalía, el que da cuenta de la masificación territorial que ha alcanzado este fenómeno que hasta hace un par de años se centraba sólo en las autopistas.
Así lo planteó el
fiscal de la Fiscalía Metropolitana Occidente, Sergio Soto, quien recalca que esta tendencia "hace sumamente difícil perseguir este tipo de delito, porque no es posible mantener un equipo de Carabineros en todas las calles de la RM", afirmó en conversación con
Radio Universo.
Entre el 1 de enero y 31 de marzo de este año, los delitos denominados como "encerronas" llegan a 170; mientras que entre 2020 y el primer semestre de este 2022 han ocurrido 1.531 casos denominados como encerronas, de los cuales sólo en 56 casos existe un imputado conocido, "lo que equivale al 3,6% de sujetos identificados que cometen estos delitos, lo cual claramente es muy bajo", reconoció el persecutor, haciendo también un "mea culpa como sistema penal".
En tanto, de los 113 sujetos identificados como quienes comenten estos delitos, el 34% de ellos corresponde a menores de edad, entre 14 y 17 años, y el resto son personas adultas. Es decir, los adultos siguen protagonizando en mayor parte estos delitos, pero "si consideramos que en el rango de menores de edad son solo cuatro años, no es menor", afirmó el fiscal.
Asimismo, también se ha detectado que estos sujetos realizan los llamados "tour delictual", donde roban un auto para continuar cometiendo delitos hasta agotar el combustible; además de buscar ostentar sus robos entre sus pares, compartiendo sus delitos por redes sociales.
Además, hoy se ha incrementado la violencia en torno a estos hechos, puesto que por ahora "utilizan armas de fuego y no dudan en ejecutarlas en contra de los afectados, eso es lo grave", dijo el persecutor. Asimismo, el tipo de vehículos que buscan los delincuentes ha cambiado, puesto que no sólo afecta a los de alta gama como en el pasado, sino que a distintas marcas y modelos.
El fiscal además planteó que medidas como la instalación de cámaras de vigilancia en las autopistas "tienen una muy buena intención pero la efectividad de evitar la ocurrencia de estos hechos es nula (...) lo cual nos demuestra que quienes cometen estos hechos, no se sienten intimidados de seguir haciéndolo pese a estos elementos tecnológicos".
Asimismo, el fiscal tampoco cree que el aumento de las penas traiga una disminución de la comisión de estos delitos, lo que en definitiva que "las personas no evalúan la pena probable que van a arriesgar, sino que hacen el siguiente ejercicio, ¿me conviene y qué riesgo tengo? y si el resultado es positivo, lo hacen".
Por lo anterior, el persecutor cree que se deben frenar los incentivos para la compra de estos vehículos o de partes de éstos, por lo tanto propone que se comiencen a marcar todas las piezas de los autos, e incluso la incorporación de GPS a los mismos.
