EMOLTV

De un "momento determinante" a evitar que sea un "juicio" a su gestión: La evolución del Gobierno ante el Plebiscito

Con el correr del tiempo, tanto el Presidente Gabriel Boric como sus ministros han ido variando su posición sobre el referéndum: de subrayar la necesidad de contar con una nueva Constitución a plantear un "plan B" en caso de un rechazo.

04 de Julio de 2022 | 17:01 | Por Felipe Vargas, Emol
imagen
Aton.
"Yo me la jugué por el 15 de noviembre", dijo el Presidente Gabriel Boric durante los debates que enfrentó durante su campaña a La Moneda, subrayando un compromiso con el proceso constituyente que ha ido variando de acuerdo al momento político que fue enfrentando la Convención Constitucional y después su propio Gobierno.

Y es que después de aparecer estrechamente vinculado al Apruebo de salida, algo que destacó en numerosas ocasiones antes de llegar a La Moneda, una vez en el poder y en medio del declive del respaldo hacia el trabajo del órgano constituyente, se vio obligado a moderar el estrecho vínculo que se tejió entre ambos proyectos políticos.

Por ejemplo, tras el triunfo que logró en las primarias, Boric señalaba la importancia de "convocar lo que se reflejó en el mundo del Apruebo", lo cual enfatizó en los meses siguientes, como cuando fue consultado sobre la posibilidad de que la Convención redujera el actual periodo presidencial a dos años, en septiembre de 2021.

"Lo que establezca la Convención es lo que va a haber que respetar", destacó, junto con recalcar que “hemos luchado desde hace tanto tiempo por esta nueva Constitución, que sería muy absurdo en la eventualidad de que el pueblo lo definiera y fuéramos gobierno, resistirnos a lo que soberanamente decida”.

Ya en esa época, el jefe de Estado adhería incondicionalmente al trabajo del órgano. En una actividad en La Pintana, el entonces candidato destacó que "la dicotomía a la que nos enfrentamos es entre quienes no quieren cambiar las cosas, se atrincheraron en el Rechazo (…) frente a quienes representamos las fuerzas del Apruebo".

Todo ello quedó plasmado en su propio programa, en el que algunos capítulos incluyen propuestas cuyo cumplimiento quedó sujeto a la aprobación del nuevo texto. "Nuestro programa quiere establecer condiciones que materialicen el agua como bien nacional de uso público, bien común o bien colectivo, según lo establezca la Convención", reza el documento.

"Mientras esperamos los resultados de la Convención Constitucional, impulsaremos la modificación de leyes para fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil”, añade otro párrafo del documento. La postura de Boric fue más clara aún tras su triunfo electoral, en el discurso que dio tras derrotar a José Antonio Kast en segunda vuelta.

"Vamos a defender el proceso constituyente al que tanto nos costó llegar. Por primera vez en nuestra historia estamos escribiendo una Constitución de forma democrática, paritaria, con participación de los pueblos originarios. Cuidemos entre todos este proceso para tener una Carta Magna que sea de encuentro y no de división", dijo.

Las señales no quedaron en eso, ya que una de las primeras actividades públicas que el Mandatario tuvo fue visitar a la directiva de la Convención. Posteriormente, el 26 de diciembre, el entonces diputado Giorgio Jackson, señaló que Boric "ha dicho que confía plenamente en el resultado, aunque hoy no haya ningún artículo escrito".

"Las reglas en la Constitución, el acuerdo en dos tercios, nos da tranquilidad para ponernos a disposición y apoyar con mucha fuerza una Constitución democrática, paritaria, con inclusión del pueblo originario. La alternativa sería volver a la Constitución del 80 y no es opción", recalcó.

Posición como Gobierno

En el primer consejo de gabinete, realizado el 29 enero en Lo Barnechea, Jackson insistió en vincular el destino del nuevo Ejecutivo con el proceso constituyente. En esa ocasión, el futuro titular de la Segpres tomó la palabra para fijar una especie de hoja de ruta, destacando que el primer año de mandato estaría dividido en dos tiempos.

El primero, indicó, estaría enfocado en los meses de trabajo de la Convención, y luego, el que se iniciaría a partir del plebiscito de salida. Días después, en una entrevista con una radio de Uruguay, sostuvo que "nosotros esperamos, y tengo profunda confianza, en que ese proceso sea exitoso y que el pueblo de Chile lo ratifique en el Plebiscito".

"Es cierto que va a ser difícil aplicar aspectos de nuestro programa sin un cambio constitucional", agregó, junto con subrayar que "la Constitución que se termine de redactar y se plebiscite será un momento determinante para el gobierno, porque buena parte de las reformas que planteamos tienen como principal obstáculo la actual Constitución".

Para Jackson, "el tener una nueva Constitución es una condición sine qua non para llevar a cabo estas agendas (...). Tenemos mucho énfasis en mantener el clima político de esperanza y capacidad de unidad entre todos los sectores que quieren que haya una nueva Constitución al menos hasta el plebiscito o más allá".

Una vez que asumió, Boric se ha esforzado por girar hacia un tono más republicano, pidiendo que el Plebiscito de salida "sea un punto de encuentro y no de división". No obstante, en su primer discurso expresó su deseo de que "podamos firmar por primera vez en la historia de Chile una Constitución democrática".

Sin embargo, con el correr de las semanas y en medio de las críticas hacia algunas medidas consideradas refundacionales, la Convención fue perdiendo fuerza en las encuestas y comenzaron las voces de centroizquierda que comenzaron a pedir la creación de un "plan B" en caso de imponerse el Rechazo.

De hecho, mientras en enero de 2022 el Apruebo marcaba un 56%, versus un 33% del Rechazo, esa cifra se revirtió a inicios de abril, cuando la encuesta Cadem registró un 46% para el Rechazo y un 40% para el Apruebo. A partir de ese momento, no ha cambiado la tendencia.

Fue en ese contexto, el 1 de mayo pasado, en que el jefe de Estado abrió por primera vez a esa alternativa, reconociendo que el Ejecutivo manejaba alternativas al respecto. "Hay que anticiparse a los escenarios, pero ello no implica hacer público todas las alternativas que tiene un Gobierno respecto a situaciones tan críticas como esta", dijo.

Desde ese momento en adelante, el Ejecutivo se ha visto presionado tanto por ese tema como por la necesidad de mantener prescindencia respecto al referéndum del 4 de septiembre, algo que fue recalcado por la Contraloría General de la República y por un instructivo creado por el propio Gobierno.

En medio de ese debate, Boric ha moderado su discurso. En su última gira a Arica, hizo un guiño al "Apruebo para reformar", al indicar que "si es necesario llevar adelante un proceso de reformas, de ajustes o de conversaciones con los diferentes sectores para mejorar, no les quepa duda que yo voy a estar disponible para aquello".

Un desmarque más claro entre el destino de su Gobierno y el del proceso constituyente llegó esta jornada, durante la entrega del nuevo texto, al señalar que "el Plebiscito que se desarrollará el 4 de septiembre no es ni debe ser un juicio al Gobierno, es el debate sobre el futuro y el destino de Chile para las próximas 4 o 5 décadas".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?