Al menos
tres episodios de violencia se registraron entre la tarde del lunes y la madrugada de este martes, en la comuna de Cañene, específicamente en la provincia de Arauco, Región del Biobío.
En detalle, y acorde con los antecedentes preliminares, diversos grupos de encapuchados habrían procedido a quemar al menos dos viviendas, un galpón y una serie de vehículos y maquinaria forestal. Además, se reportaron cortes de ruta.
El último de los ataques incendiarios se registró, durante la noche de este lunes, en el sector de Hijuelas, en la comuna de Cañete. En aquel lugar, un grupo de desconocidos habría incendiado una vivienda que se encontraba deshabitada y también un galpón.
Este hecho habría ocurrido a sólo kilómetros de otro atentado, pues horas antes un ataque incendiario se registró específicamente en el fundo San Carlos, perteneciente al sector de Lanalhue, donde resultaron al menos tres infraestructuras quemadas, un vehículo destruido y un herido por perdigones.
"A eso de las 19 horas, se recibe un llamado de emergencia a la unidad policial, que expresaba un atentado incendiario al fundo San Carlos, y al parecer, un lesionado con armas de fuego. El personal de Control de Orden Público se constituyó raudamente en el lugar, prestando auxilio a la víctima", informó el comandante Patricio Gómez, Comisario 3a Comisaría Cañete.
Tras constituirse en el lugar, el personal policial pudo constatar que "momentos antes un grupo de encapuchados, mediante el uso de armas de fuego, realizaron gran cantidad de disparos para posteriormente incendiar dos inmuebles, un galpón y un vehículo que se encontraba en el lugar para darse a la fuga en dirección desconocida".
Finalmente, un grupo de encapuchados habría cortado con árboles la Ruta P72-S, que une a las comunas de Cañete con Tirúa. Por el lugar transitaba una ambulancia que trasladaba a una adulta mayor hacia un centro asistencial, sin embargo, dada la interrupción del camino, el vehículo de emergencia quedó atrapado sin poder continuar hacia su destino.
A raíz de este hecho, la hija de la mujer que necesitaba atención médica con urgencia, tomó el alto parlante de la ambulancia e imploró con desesperación a los encapuchados que permitieran el paso del vehículo para poder llegar hasta el centro asistencial.
