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Efecto del Plebiscito y el factor Micco: Los hechos que incidieron en la caída de Cariola y el primer traspié de Uriarte

En casi un año, la diputada ha sufrido un deterioro importante de su figura, pasando de ser una pieza clave del oficialismo a renunciar a la presidencia de la Cámara Baja. En tanto, surgió un debate sobre la posición en la que quedó la ministra Segpres.

03 de Noviembre de 2022 | 15:26 | Por Felipe Vargas, Emol
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La legisladora no tuvo apoyo para asumir y la secretaria de Estado no pudo conseguir respaldos.

Aton.
"Se ha impuesto en los hechos un veto a nuestro partido", dijeron ayer desde el PC al momento de informar que no perseverarían en la postulación de Karol Cariola a la presidencia de la Cámara de Diputados, aportando un hecho más a la serie de eventos que han contribuido al declive que ha experimentado la figura de la parlamentaria.

A través de una declaración pública, emitida a solo cuatro días de la votación de la nueva mesa de la corporación, la colectividad reconoció que por motivos ajenos a su voluntad, no estaban dadas las condiciones para que un militante comunista asumiera el cargo, advirtiendo que el hecho "no es sano para la democracia de nuestro país".

La determinación representa un nuevo golpe a Cariola, quien enfrenta un escenario impensado once meses atrás. Tras ser relecta en las últimas elecciones parlamentarias como la primera mayoría nacional, la legisladora también había cumplido un exitoso paso por el comando del entonces candidato presidencial Gabriel Boric.

Su trabajo en el comité político de esa instancia, más su aporte en asuntos territoriales y en las vocerías, suponían un futuro prometedor para la parlamentaria. De hecho, tras ganar la elección, el Presidente electo la escogió para que fuera su enlace con el Congreso, misión que pavimentó su hoy frustrada candidatura a la mesa de la Cámara.

En esas tareas, la representante del distrito 9 de la RM tejió las primeras redes que permitieron la configuración de un Gobierno que contara con el apoyo de dos coaliciones y lideró los esfuerzos para elaborar el acuerdo administrativo que repartió las presidencias de las comisiones y que ahora está en duda tras su caída.

¿Qué fue lo que impactó en esa ruta ascendente? Son varios los hechos que golpearon su figura: La presión que enfrentó por el proyecto que buscaba un quinto retiro, el resultado del Plebiscito de salida, su rol como vocera del Apruebo en esa campaña y el papel que jugó su partido en los cuestionamientos a Sergio Micco, entre otros.

Apoyo al retiro

Cuando el Gobierno no llevaba más de un mes en funciones, tuvo que enfrentarse ante la votación de un proyecto que buscaba un quinto retiro de los fondos de pensiones, el cual era respaldado por varios legisladores oficialistas. En ese contexto, la diputada quedó en medio de esos apoyos y la reticencia del Ejecutivo ante la iniciativa.

Como presidenta de la comisión de Constitución, la diputada -que apoyaba la medida- tuvo que mediar entre ambas partes, enfrentando incluso la posibilidad de ser censurada como titular de la instancia tras ser acusada de dilatar el debate para ganar tiempo en favor de la propuesta que estaba elaborando La Moneda.

Finalmente, luego de semanas de discusión, Cariola y la bancada del PC se jugaron por la iniciativa gubernamental, la cual finalmente fue rechazada por la Sala de la Cámara, junto con el proyecto original impulsado por Pamela Jiles y otros legisladores. Con ello, anotó su primer traspié.

Impacto del Apruebo

El desarrollo de la campaña del Plebiscito de salida del proceso constitucional generó dos aspectos que impactaron en las esperanzas de Cariola y del PC de llegar a la testera de la Cámara. El más evidente fue el resultado de la elección, que con un amplio triunfo del Rechazo dejó en una posición disminuida a las fuerzas de izquierda.

De hecho, ese fue uno de los argumentos esgrimidos desde la oposición para evitar que Cariola asumiera el cargo. A juicio de los parlamentarios de la centroderecha y sobre todo del Partido de la Gente, la señal entregada por la ciudadanía en las urnas impedía que una comunista condujera la Cámara.

El otro efecto no deseado para la diputada fue su decisión de asumir como vocera del Apruebo, tarea en la que enfrentó una serie de polémicas, como la que surgió por la idea de marcar las casas. Todo ello redundó en que su rostro quedara asociado indefectiblemente a la derrota que sufrió su sector en el referéndum.

El problema de Micco

Uno de los elementos clave del acuerdo administrativo que permitiría a Cariola asumir como líder de la Cámara era el respaldo de la DC. Con ocho diputados, los demócratas cristianos apoyaron la idea de que el oficialismo controlara la corporación, pero manteniendo su determinación de mantener distancia del Gobierno y la oposición.

El resultado del Plebiscito, en el cual varios diputados DC apoyaron al Rechazo, ya había generado dudas sobre la asunción de la parlamentaria, pero el hecho que inclinó la balanza fue el respaldo del PC a las querellas presentadas en contra del ex director del INDH, Sergio Micco, por su rol ante las violaciones a los DD.HH. tras el 18-O.

El abogado, figura histórica de la DC, fue defendido por los legisladores, quienes advirtieron que si los comunistas mantenían las acciones judiciales o no apoyaban un proyecto de resolución que defendía al jurista, ellos no apoyarían a la legisladora. Como todo siguió igual, los diputados falangistas determinaron romper el acuerdo.

Posición de Uriarte

En medio de todo el debate, hubo otra actriz que resultó afectada por el fracaso de la postulación de Cariola: La ministra Secretaria General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, quien realizó importantes esfuerzos en el Congreso Nacional para que se respetara el acuerdo administrativo y se respaldara la opción de la diputada.

"Estoy dispuesta a jugármela 100%", dijo hace unos días la secretaria de Estado, quien realizó sucesivos llamados a todas las colectividades a "cumplir la palabra empeñada". Sus esfuerzos, tal como ella mismo aseguró, apuntaban a obtener una mayor "gobernabilidad tranquila" de la Cámara de Diputados.

Según el el académico e investigador de Faro de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, "la ministra tuvo un activo rol para intentar asegurar la llegada de Cariola a la presidencia. Su respaldo fue público y en los pasillos del Congreso, a tal punto que fue interpelada por la oposición por su mediación en la negociación".

"En ese sentido, el retiro del nombre de la diputada para presidir la Cámara es un traspié para la ministra y exhibe, nuevamente, lo difícil que será para el Gobierno acordar con el Congreso. Así, el segundo tiempo de La Moneda en el Congreso parte con un problema que dejará una huella más profunda que el simple fracaso de las negociaciones o los pactos administrativos".

"La ministra Uriarte deberá elegir con mucho cuidado su segunda batalla a fin de no comenzar a revivir los anticuerpos que terminaron con la salida del ministro Giorgio Jackson", advirtió, visión que no fue compartida por el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno.

"Creo que la ministra desarrolló su capacidad política hasta el límite y la caída de Cariola no puede ser atribuible a su gestión, toda vez que esta comenzó a fraguarse cuando se conocieron los resultados del Plebiscito. Ahí se instaló la idea en la oposición de que el principal rostro del Apruebo no podía encabezar la Cámara", dijo.

En esa línea, recordó que "a la llegada de Uriarte, esa decisión ya estaba tomada por parte de la oposición y el PDG, que había comenzado a ser involucrado y tentado por Chile Vamos para romper el pacto administrativo y así conseguir eventualmente la presidencia de la Cámara o la de algunas comisiones clave".

"Por lo tanto, demostró en estas semanas su capacidad para lograr convencer y alinear con claridad a buena parte del oficialismo, pero evidentemente las decisiones del propio PC en relación a la acusación contra Micco hicieron inviable los votos de la DC. No retroceder en esa acusación zanjó la suerte de la diputada Cariola", enfatizó.

En ese sentido, Moreno recalcó que "no es posible atribuir a la gestión de Ana Lya Uriarte la caída de la diputada y por lo tanto, hasta ahora, el capital político de la ministra de la Presidencia sigue manteniéndose totalmente a su favor".
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