Fueron diez oportunidades en las que el
Presidente Gabriel Boric, durante su Cuenta Pública, aludió a la reforma tributaria para financiar los compromisos de su Gobierno o avanzar en el reordenamiento de sus propuestas. Diez veces en las que se "ató" el destino de su programa a una reforma que ya recibió un portazo en el Parlamento, y que necesitará de más que sólo diálogo para poder impulsarla nuevamente.
Así, compromisos como reducir en 40% los tiempos de espera en Salud; saldar la deuda histórica con los profesores y condonar el CAE; crear un Sistema Nacional de Cuidados; o avanzar en seguridad, fueron parte del catálogo de iniciativas donde el Mandatario no escatimó en mencionar la reforma que será ingresada al Senado a fines de julio.
Fue en marzo cuando la actual administración no logró quedarse con la aprobación de la idea de legislar en la Cámara de Diputados por falta de dos votos. Por ese entonces, el Presidente cuestionó que "nuevamente hay un sector que intenta hacer que las cosas no cambien, dejar las cosas tal cual como están. Pareciera que no aprendemos de las lecciones del pasado".
Pero si de lecciones se trata, hay una experiencia que el Mandatario parece haber obviado, y es que poco antes de su primera cuenta pública, fue el ex ministro de la Segpres,
Giorgio Jackson, quien vinculó los destinos de las reformas del Gobierno, esa vez,
a la aprobación de la propuesta de nueva Constitución emanada de la Convención Constitucional. "Con la Constitución actual, muchas de nuestras reformas no se podrían llevar adelante", dijo a El Mercurio el actual ministro de Desarrollo Social.
Los dichos fueron respaldados por el Presidente Boric, quien en medio de la promulgación de la Ley Marco de Cambio Climático sostuvo que "lo que dice el ministro Jackson es algo que a todas luces es evidente". El desenlace de aquello ya es conocido: el rotundo triunfo del Rechazo -impulsado por múltiples factores-, también fue movilizado en algún punto por un referéndum al Gobierno, y pese a los intentos de desmarcarse de aquellas declaraciones, no se logró escapar del todo de ese fantasma.
¿Cuánto riesgo supone hoy esta "tributaria-dependencia"?, ¿vuelve el Gobierno a amarrar su destino a determinado contexto?, ¿cuánta "presión" logró poner en la oposición esta insistencia? Distintas voces del espectro político y analistas comparten su visión tras la extensa cuenta pública que dejó una serie de dudas sobre la ejecución de las medidas.
Apruebo Dignidad también condiciona avances a la reforma
En Apruebo Dignidad parecen alineados con los dichos del Presidente Boric. El jueves, varios miembros del bloque respaldaron la idea de que muchas iniciativas dependen de la reforma e incluso apuntan a que la oposición será la responsable de que éstas no prosperen, en caso de que no se apruebe el pacto tributario.
Según recoge El Mercurio, la
diputada Carmen Hertz (PC), planteó que "en el evento de que ciertas fuerzas políticas no aprueben la reforma tributaria, imagino que tendrán conciencia del costo social y del impacto enorme que eso significa. En ese caso que espero no se produzca, el Presidente tendrá que hacer uso de sus facultades exclusivas y, con el financiamiento que existe, cubrir lo que hay".
Por su parte, la diputada de la misma tienda, Marisela Santibáñez, sostuvo que "el Gobierno del Presidente Boric ha sido muy claro y así lo señaló cuando este año se rechazó la idea de legislar la reforma tributaria en la Cámara de Diputados. Sabemos que muchas de las grandes reformas que van en beneficio de las personas que más lo necesitan depende financieramente de la aprobación de la reforma tributaria, por lo que confiamos que esta vez la derecha y los parlamentarios que absurdamente no votaron, o lo hicieron en contra, serán generosos con Chile".
Desde el Frente Amplio, el diputado Jaime Sáez (RD) apuntó al tema de seguridad, uno de los que la oposición ha destacado con mayor fuerza. "El programa apunta a dar cuenta de necesidades muy sentidas para la población, y que la oposición se ha puesto muy insistente en marcar temas de seguridad, lo cual requiere financiamiento. En ese sentido, la reforma tributaria es indudablemente importante, no sólo para el programa de Gobierno, sino para realizar políticas públicas que sean responsables y duraderas en el tiempo".
Por su parte, el diputado Jaime Mulet (FRVS) planteó que "no se puede implementar el programa de Gobierno con una minoría en ambas cámaras. Gabriel Boric, el día que asumió, dijo que era Presidente de todos los chilenos. Ayer fue claro que sin más recursos vía reforma tributaria no podrá avanzar en alza de pensiones y en salud. Puso la responsabilidad en quienes se niegan a aportar más".
Oposición critica reforma y apunta a pensar en "crecimiento"
El diputado Frank Sauerbaum (RN), dijo esta semana que "la reforma tributaria no sólo puede ser una reforma recaudatoria, o sea que quiera extraer recursos de los bolsillos de los chilenos nuevamente. Lo que tiene que hacer es fomentar la inversión, el crecimiento y la generación de empleos, que hoy día es la gran preocupación de los chilenos".
"Nosotros no estamos disponibles para poder hacer una reforma que suba impuestos nuevamente, y meterles la mano al bolsillo de la clase media. Sí queremos hacer una reforma que pueda tener componentes que recauden de elusión, evasión y exenciones tributarias", agregó.
Por su parte, el
senador Evópoli, Luciano Cruz-Coke, remarcó que el proyecto que había presentado el Ejecutivo ante la Cámara "era extremadamente malo, y por ende, si insiste con el mismo proyecto en el Senado, va a correr la misma suerte. Yo le recomendaría al Gobierno generar un pacto fiscal de largo plazo, de manera tal que podamos poner al país en marcha, y no sólo pensar en cómo subimos impuestos, sino cómo logramos desarrollo, prosperidad, crecimiento, y con ello, mayor recaudación".
Desde la UDI, el diputado Jorge Alessandri, hizo el nexo entre la forma en que el Ejecutivo ha "atado destinos" en el pasado. "Cuatro horas de Cuenta Pública. Y recordamos el primer año de Gobierno, nos decían que necesitaban la nueva Constitución, que sin esa nueva Constitución ninguna de sus promesas iba a ser posible, y se rechazó rotundamente. Ahora, en el segundo año nos dicen que no pueden hacer nada de lo que habían prometido, sino es con la reforma tributaria, reforma que a nuestro juicio era anti inversión y anti empleo".
"¿Nos va a convenir seguir las recetas fracasadas de los gobiernos de izquierda de Latinoamérica? Nosotros creemos que no, creemos que no hay mejor programa social que el pleno empleo, que no hay mejor reforma tributaria que el crecimiento económico. No se trata de sacar más recursos a los que están produciendo. Se trata de agrandar la torta y efectivamente, si quieren más recursos hoy, apliquen el royalty, apliquen el arriendo de los yacimientos de litio, sigan funcionando con las empresas en el salar de Atacama. Y no se pongan a crear una empresa nacional del litio que va a producir en 10 años más", cerró.
Un problema político y un "error repetitivo"
En conversación con Emol, el analista político de la UTEM, Máximo Quitral, comenta que efectivamente existen riesgos asociados a la insistencia del Presidente respecto a la reforma. "Es un problema político no solo para su Gobierno, sino que para el ministro Mario Marcel, que deberá negociar. Además que la oposición puede no tomar de buena forma que le pongan condiciones a esa negociación".
"El problema es que es una forma de tener excusas para justificar la no aplicación del programa que, recordemos, gran parte de las propuestas no estaba supeditadas a la reforma tributaria. Esa condición no estaba en el programa".
Máximo Quitral, analista político UTEM
En tanto, cree que es posible pensar que el Gobierno nuevamente cae en el "error" de atar los destinos de su programa, así como ocurrió con el Apruebo. "El problema es que es una forma de tener excusas para justificar la no aplicación del programa que, recordemos, gran parte de las propuestas no estaban supeditadas a la reforma tributaria. Esa condición no estaba en el programa", remarcó.
En la misma línea, Felipe Vergara, analista político de la UNAB, remarca que "hay un riesgo evidente en planificar todo en base a una reforma tributaria, sobre todo que ya fue rechazada una vez y no se ve tampoco atisbos ni motivación por parte de la oposición para aprobarla, y necesita de la oposición para ello".
"Eso es complejo, porque en el fondo estás validando tu proyecto en una suposición, y en una esperanza. Uno debería basar sus proyectos en realidades, no en suposiciones de que algo se puede lograr, porque si no se logra, obviamente, tu proyecto se cae completo", comenta.
Asimismo, concuerda con que el Gobierno cae en un "error repetitivo", puesto que "sería la tercera vez que sostiene una propuesta de Gobierno para el próximo año y los años venideros en base a la creencia de que eso puede resultar y la verdad es que todavía está en pañales y ni siquiera se sabe muy bien cómo va a avanzar un proyecto tributario las correcciones o las mejoras o ajustes que va a tener".
