El caso del robo de armas desde un cuartel de Carabineros trajo consecuencias. Y es que la institución
dio de baja a los dos funcionarios que entregaron el armamento a los sujetos que los engañaron."Los carabineros involucrados en estos hechos fueron eliminados de las filas institución, por cuanto
sus acciones pusieron en riesgo la infraestructura, recursos y especies de propiedad fiscal", señaló el general David Rubio, director de Logística.
La autoridad agregó que "a raíz de la sustracción de armamento particular desde el interior de instalaciones institucionales Carabineros determinó dar cuenta de tales hechos a la Fiscalía Militar y al Ministerio Público para establecer responsabilidades penales en caso de existir".
Además, "paralelamente se dispuso la instrucción de un sumario que tiene como finalidad establecer responsabilidades administrativas".
La ministra del Interior, Carolina Tohá, sostuvo que
"este hecho es grave e inaceptable, hay que sancionarlo como corresponde".Recordar que el ministerio instruyó a Carabineros realizar una investigación sumaria para establecer responsabilidades.
Todo se desencadenó cuando un sujeto llamó al cuartel en Quilín, diciendo que era el general Fernando Gómez, del Departamento L2, de vestuario y equipaje.
Y les ordenó sacar una caja fuerte de la oficina, la que contenía dos armas y municiones. Esta caja debían entregarla a un sujeto que pasaría a buscarla en un auto. Y los funcionarios ahora desvinculados hicieron caso.
