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Seguidilla de sismos percibidos en la zona centro-sur: Expertos abordan razones y aclaran periodicidad

Hace poco más de una semana, un movimiento telúrico se registró en Farellones y ayer hubo uno a 52 kilómetros al noroeste de Lonquimay (en territorio argentino). Ambos, con una similitud: tuvieron una profundidad mayor a 100 km.

17 de Julio de 2023 | 13:07 | Por Javiera Riquelme, Emol.
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Aton (referencial)
Un fuerte sismo se percibió durante la jornada del domingo en la zona centro-sur del país, con un epicentro a 52 kilómetros al noroeste de Lonquimay, aunque en territorio argentino (Neuquén). La magnitud del movimiento telúrico fue de 6.6, ocurrió a las 23:05 (hora local) y a una profundidad de 206 kilómetros, de acuerdo a información compartida por Sismología de la Universidad de Chile.

Hace poco más de una semana, también se distinguió un movimiento en la zona antes mencionada, pero por un temblor que tuvo de epicentro Farellones, a 110 km de profundidad y una magnitud de 5.6.

Lo cierto, según detallan expertos, es que, en primera instancia, lo anterior "no nos debería llamar la atención". Chile es un país sísmico, -de hecho, uno de los que tiene más eventos a nivel mundial, reconocen quienes fueron consultados por Emol- y, por ende, la importancia está en "mirar esta amenaza latente de frente".

Marcelo Lagos, profesor del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica, aseguró que, independiente de si la intensidad "llama la atención o no", "no son eventos excepcionales, han ocurrido en el pasado y, por lo tanto -además de considerar que estamos en Chile- no hay una razón explícita".

"En Chile tenemos distintos tipos de terremoto", explicó. "Está el de intraplaca, como el que ocurrió ayer al noroeste de Lonquimay o el de Farellones. Están los superficiales o corticales, como los que ocurren en la Falla de San Ramón, Las Melosas, etc. Luego los interplacas, que son los más grandes (como el de 1960 o 2010) y ocurren en zonas más costeras y generalmente van acompañados de tsunamis. Y, por último, están los intraplaca oceánica que son los que ocurren en la placa de Nazca en océano y a veces afecta a Rapa Nui", detalló.

Así, sostuvo que los últimos movimientos telúricos de mayor magnitud que se han percibido en el país están en el rango de lo "normal", en el sentido que están "dentro de los eventos conocidos que tenemos registrados en Chile de estas características: terremotos denominados intraplaca, porque ocurren al interior de la placa de Nazca en subducción lejos de la costa y a mucha profundidad".

"No ocurren todos los días, pero está en la normalidad, porque ha sido registrado en el pasado, existen evidencias científicas de su ocurrencia. Son eventos totalmente independientes, pero que ocurren", precisó.

En sintonía con Lagos, Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional, explicó que toda la región (donde está Chile y Argentina) está sometida a un proceso general de subducción de la placa Nazca, por lo que hay muchas zonas que son sísmicas. "Nosotros en el centro determinamos localizaciones de alrededor de 20 sismos diarios de magnitud 3.0 o superior en el país", dijo (pese a que algunos puedan ser percibidos y otros no).

En tal sentido, expuso que "hay varias zonas que uno puede identificar que son activas dentro de este proceso de subducción y, justamente, los últimos dos corresponden a sismos que han ocurrido al interior de la plaza Nazca con más de 100 km de profundidad".

El hecho de por qué ocurren, señaló que, prácticamente, porque es natural en una zona con tales características. De hecho, acotó que "no debería llamar la atención". Eso sí, manifestó que a su juicio sí hay una diferencia y es que "ahora existe un sistema que permite monitorear estos temblores más chicos que antes no se podía".

"No ocurren todos los días, pero está en la normalidad, porque ha sido registrado en el pasado, existen evidencias científicas de su ocurrencia. Son eventos totalmente independientes, pero que ocurren".

Marcelo Lagos, profesor del Instituto de Geografía de la PUC
"Estos terremotos ocurren al interior de las placas y son procesos independientes de aquellos terremotos que ocurren en contacto entre placas, cerca de la costa o costa afuera, que son los terremotos que estamos acostumbrados en Chile", continuó.

Ahora, el experto resaltó que en las zonas, como Farellones, "han ocurrido (antes) terremotos importantes y esas profundidades, a 100 km", "hay historia" al respecto, afirmó. No obstante, advirtió que "no tenemos idea de cada cuanto tiempo ocurren, creemos que son cada cientos de años, pero eso recién lo estamos estudiando, porque no tenemos suficientes datos". "Todos los que ocurren en profundidades mayores a 50 km, no tenemos muchos antecedentes, porque hay que tener instrumentos para poder estudiarlos".

En una mirada más técnica, aseguró que creen que estos terremotos "ocurren al interior de la placa que subducta y son producto de fallas preexistentes, fracturas de zonas de debilidad preexistentes. Cuando se forma la placa hace millones de años, no se forma de manera homogénea, entonces, tiene algunas zonas de debilidad, y cuando penetra bajo la Sudamericana se reactiva y, es por eso que ocurre".

Percepción de la ciudadanía vs. datos científicos


Una reacción común que existe en la población tras reportarse una "seguidilla" de movimientos telúricos de mayores intensidades -según se manifiesta entre las personas-, es la de presumir que puede aproximarse un sismo de grandes proporciones -mayor a magnitud 8.0, digamos-. Aunque también, ello puede deberse al historial de Chile que ha dado cuenta de una cierta frecuencia entre terremotos de esas características.

"En la práctica, la gente comenta, pero hay trabajo científico que avala y revela a partir de datos históricos, instrumentales, etc., que tenemos ciertas zonas en Chile que están incubando energía o que tienen suficiente energía como para producir terremotos de magnitudes importantes y esto la comunidad nacional ha tratado de visibilizarlo permanentemente", reconoció Lagos..

De acuerdo a lo que aclaró, "está el segmento entre el sur de Iquique y pasado la Península de Mejillones que tiene suficiente energía acumulada, los instrumentos lo revelan, pero además, tiene una historia de grandes eventos como el de mayo de 1877, y en esa zona podría ocurrir en cualquier minuto un terremoto de magnitud importante. Eso no sería raro. También está el segmento de la costa de Atacama que va de Taltal al sur, que es una zona que no tiene terremoto importante de 1922, un siglo ya, pero es una zona que los instrumentos y la historia dicen que podría haber un evento grande. Luego saltamos a la zona entre Los Vilos y Pichilemu, que deja un segmento que no ha tenido eventos muy grandes hace casi tres siglos y que igual hemos tratado de dar visibilidad a ese peligro que también es latente".

En la zona central, acusó que de igual manera "podría ocurrir un evento grande". Según aseveró, esta también tiene un pasado de grandes terremotos". Está el de "1985, el de 1906 o el de 1822. Esos eventos ocurren muy hacia la costa, generalmente van acompañados de tsunamis, pero pequeños. El evento más grande conocido en la zona central de Chile -de acuerdo a los datos históricos que se manejan desde la llegada de los españoles- es el del 8 de julio 1730, que fue uno de probablemente magnitud 9.0 o superior".

Eso quiere decir, añadió, "que la zona central de Chile también tiene un pasado de eventos gigantes y como han transcurrido tres siglos sin que haya ocurrido un gigante, sumado a lo que dicen los datos de estaciones de posicionamiento satelital, que permiten calcular cuan acopladas están las placas, por ejemplo, frente a la costa de Valparaíso, están las condiciones dadas para que ocurra un evento importante en cualquier minuto".

Es necesario mencionar que el experto destacó que ello "no quiere decir que pueda ocurrir ahora, nadie puede ser categórico en eso, pero podría ser que sí, o que sea en algunas décadas más, lo importante es mirar esta amenaza latente de frente".

Barrientos en tanto, dijo que "la historia sísmica del país revela que, si uno ve los últimos 450 años desde que hay documentación de los españoles en el país, uno podría establecer que hay un terremoto magnitud 8.0 como promedio cada 12 o 15 años, pero, por ejemplo, el 2010 tuvimos un 8.8, el 2014 tuvimos un 8.2 y el 2015 un 8.3 entonces, eso hace ver que el intervalo es de 4 a 5 años. Lo que digo, es que como promedio son 12 años, pero puede venir uno en una parte de Chile hoy y en otra parte mañana".

Complementando la información anterior, mencionó que en la zona central "tenemos una historia más documentada que en otras partes, y dice relación con que los terremotos más importantes han sido en 1647 - 1730 - 1822 -1906 y 1985. Esas son las fechas de los más grandes que han ocurrido en esta región, algunos con tsunamis. Y, si uno ve el intervalo, se da cuenta que son del orden de 90 años".

Bajo esa perspectiva, expresó que "uno podría pensar que sí, en la zona central se puede esperar un terremoto en cualquier momento y es probable que desde el último podrían transcurrir 80 años, pero son juegos estadísticos, uno no puede asegurar que vaya a ocurrir así. Es Chile, un siempre tiene que estar preparado por la posible ocurrencia de terremotos en cualquier parte del país".

¿Por qué se genera el miedo o la alerta?


Por otro lado, la investigadora postdoctoral de la Universidad de O'Higgins, Alejandra Serey, abordó la arista respecto a por qué las personas se alertarían más o tendrían "miedo" tras los últimos sismos reportados en el país.

Quizás, según manifestó, aquello tiene que ver con que si bien muchos ya han vivido al menos un terremoto, nunca fueron informados respecto a por qué sucedían.

"Somos bien analfabetos en ese aspecto, por eso tenemos ese miedo o pensamos que va a venir un gran terremoto, porque estamos evocando esa memoria de que hemos vivido un gran terremoto", afirmó. No obstante, aseguró que "nuestro país es de los más sísmicos del mundo".
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