La Universidad Austral pasa por un momento complejo. Según la Superintendencia de Educación Superior (SES), la casa de estudios -fundada en 1954 y con una matrícula cercana a los 13 mil alumnos- adeuda $91.868 millones y corre el riesgo de incumplir sus obligaciones financieras en el corto y mediano plazo.
La semana pasada, de hecho, fue el mismo rector de la institución quien reconoció que el no pago de remuneraciones en 2024 puede ser una posibilidad, aunque subrayó que "se trata de un riesgo, pero no un hecho". El sindicato, en tanto, atribuyó los problemas a una mala gestión administrativa.
La situación obligó a la SES a pronunciarse. El organismo, tras concluir la investigación y comunicar los cargos correspondientes, determinó, además de la deuda, que la universidad se encuentra "en una situación de déficit financiero" y que "ha incumplido obligaciones financieras contenidas en contratos de crédito vigentes".
Resolvió también que existe un "débil ambiente de control administrativo interno" y que "las diferencias expresadas en los órganos colegiados dificultan el diseño, articulación e implementación de medidas estratégicas" para enfrentar la situación.
Las medidas definidas en el Plan de Gestión 2023-2027 de la universidad, concluyó también el informe, son insuficientes para cumplir con las obligaciones financieras.
Así, con los antecedentes sobre la mesa, la SES ordenó a la institución "la elaboración de un plan de recuperación, para su aprobación y supervigilancia por parte de este órgano regulador". Y le dio un plazo de 60 días para entregarlo.
Este deberá contener las medidas que adoptará la universidad para subsanar los problemas identificados durante la investigación
