Desde la cárcel de Antofagasta, lugar donde cumple su prisión preventiva, Daniel Andrade, fundador de Democracia Viva e imputado por posibles delitos de corrupción en el denominado Caso Convenios, rompió su silencio.
A dos semanas de haber entrado al recinto penal, Andrade escribe "en circunstancias que jamás pensé vivir en la vida, desde la cárcel de Antofagasta, en el módulo 90, en la celda 10".
Tras agradecer a sus familiares y cercanos, además de aclarar que fue bien recibido por el resto de los reos y estar en buenas condiciones, Andrade relató su rutina diaria: "Aquí las cosas sencillas son valiosas. Tenemos un gimnasio artesanal construido con botellas, con lo que puedo hacer rutinas para recuperar mi rodilla y mantener el cuerpo y mi mente lúcida". También ha podido leer.
Andrade pasa sus días recluido realizando un taller de inglés y nivelando en lenguaje a los internos.
Tras ello, aseguró que su estancia en la cárcel de Antofagasta es una "injusticia que no quedará acá. La impotencia, la rabia, la traición serán movilizadoras".
"Me han quitado muchas cosas, pero mi voluntad de lucha sigue viva, ese fuego que siempre me ha movilizado aún sigue prendido y se alimenta de sus cariños, de sus cartas, de mi propia historia y de las injusticias que ocurren a mi alrededor y que hoy me tocó vivir".
"Tampoco me han hecho perder la cabeza y la capacidad de hablar", agregó.
Daniel Andrade subraya que es dueño de su silencio, el que ha optado durante el desarrollo de la investigación penal. Espera que las "instituciones funcionen", aunque "con tanta presión política creo que hay que salir a defenderse".
Finalmente, junto con saludar por el año nuevo, dijo que tiene razones para celebrar: "Como saben, soy un porfiado optimista".
