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Adultos mayores como "objetivo" de la delincuencia: Secuelas de la crisis de seguridad en un grupo que crece en Chile

Expertos abordan la compleja situación en la que queda este segmento ante la criminalidad. Las políticas públicas son clave, pero desde una mirada que incorpore elementos más allá de la propia prevención.

18 de Febrero de 2024 | 07:06 | Por Daniela Toro, Emol
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Adultos mayores afirman vivir "bajo miedo" a raíz de los ataques y asaltos de los que son víctimas.

Aton/ Archivo
No son pocas las ocasiones en que los adultos mayores se han convertido en víctimas de la delincuencia en el país, en medio de una crisis de seguridad que ha demostrado que afecta de manera transversal a todo rango etario. Entre diciembre y enero, siete niños murieron por balaceras sólo en la Región Metropolitana; mientras que las personas de la tercera edad también han sido víctimas de ataques, acusando ser un "blanco" para los delitos.

La madrugada del sábado, una mujer de 60 años resultó baleada en su pierna, luego de ser víctima -junto a su familia- de un asalto en Barrio Italia, en Ñuñoa. La mujer fue agredida incluso cuando ya le había entregado sus pertenencias a los antisociales.

A fines de enero, una adulta mayor de 83 años resultó herida a bala y su mascota murió de un impacto de proyectil en un intento de asalto en la comuna de San Ramón. La víctima paseaba con su mascota en el exterior de su domicilio, cuando un sujeto armado bajó de un vehículo y le exigió la entrega del dinero. La mujer se negó y el delincuente comenzó a golpearla en el rostro. A los gritos intervino el hijo de la víctima, momento en que el antisocial efectuó disparos contra ambos.

Posteriormente se conoció la denuncia de dos religiosas que el sábado pasado fueron tomadas como rehenes por parte de dos sujetos extranjeros, en un asalto a la Congregación Hijas de San José, en la comuna de Santiago. "Ellos nos amenazaron que si nosotros gritábamos, nos violaban, que nos quedáramos calladas, y que les entreguemos solamente la plata", relató Eval Lehto en una carta enviada a El Mercurio.

El listado de hechos de este tipo suma y sigue. El 27 de enero, un matrimonio de la tercera edad fue víctima de un robo en su vivienda en Tierra Amarilla, en la Región de Atacama. Dos sujetos llegaron a su casa durante la noche del sábado, donde abatieron con disparos al hombre y amarraron a la mujer. Hasta ahora, los responsables del robo y asesinato no han sido identificados.

El tema resulta preocupante, no sólo por el blanco que están significando los adultos mayores para estos grupos que actúan sin medir el uso de armas de fuego y cometer homicidios para conseguir dinero, sino porque también resulta urgente garantizar protección y mejores condiciones de resguardo a nivel macro, pero también a un grupo que se convierte aceleradamente en una mayoría dentro de la sociedad, ante la baja tasa de natalidad que presenta Chile.

Pensionados dicen ser "objetivo" de los delincuentes


Frente a estos hechos, el presidente de la Unión Nacional de Pensionados, César Cereceda, alzó la voz para denunciar que "pensionados y jubilados vivimos bajo el miedo", a raíz de estos hechos de delincuencia y apuntó a la necesidad de tomar medidas, como un estado de excepción, para frenar este tipo de hechos.

"Los asaltos violentos en contra de adultos mayores no son pocos. Ocurren a diario y el caso que hoy se conoció en la comuna de La Florida, es un ejemplo mas del riesgo al están expuestas las personas de la tercera edad", comenzó diciendo.

"Vivimos en un contexto de miedo e inseguridad. En este marco somos víctimas de quienes aprovechando su juventud y sus ventajas físicas, hacen de las personas mayores un objetivo seguro para asaltar. Como nunca antes, hemos visto una delincuencia que no respeta la edad y no deja de usar la violencia en contra de los mayores".

César Cereceda, presidente Unión Nacional de Pensionados
Agregó que "vivimos en un contexto de miedo e inseguridad. En este marco somos víctimas de quienes aprovechando su juventud y sus ventajas físicas, hacen de las personas mayores un objetivo seguro para asaltar. Como nunca antes, hemos visto una delincuencia que no respeta la edad y no deja de usar la violencia en contra de los mayores", comentó.

Por eso, a su juicio, "es urgente que las autoridades declaren un Estado de Excepción". Esto, puesto según comenta, para los pensionados "cualquier medida es insuficiente, compleja de implementar y en consecuencia muy lenta", por eso, visualizan el estado de excepción como una medida más "rápida y efectiva" para combatir la delincuencia y los homicidios.

"Asimismo, devuelve a la sociedad en su conjunto, las herramientas para implementar medidas más estrictas de seguridad, aumentar la presencia policial en las áreas de alto riesgo y fortalecer los mecanismos de investigación y persecución del delito. Se recuperan las calles y el único amenazado es el delito", enfatizó.

En esa línea, hicieron un llamado a las autoridades "a superar complejos y traumas del pasado respecto del papel que pueden cumplir las fuerzas armadas en este problema país. No hay tiempo que perder y sí muchos homicidios y delitos que evitar", cerró Cereceda.

"Hay un encierro muy duro" por la inseguridad


En conversación con Emol, sociólogos y expertos en seguridad abordan esta problemática como otra de las secuelas del alza en la criminalidad. Para todos, es indiscutible que los adultos mayores se convierten en víctimas idóneas, y si bien el problema es generalizado, hay efectos inmediatos en sus vidas, y es clave apuntar a medidas preventivas para ir en su resguardo.

El sociólogo de la UDP, Reimundo Frei, comenta que "en general, la población mayor es la que experimenta una mayor sensación de inseguridad. En este sentido, viven más recluidos y en algunas poblaciones tienden finalmente a no salir. Hay un encierro muy duro, obligado, cuando el entorno se ve amenazante".

Esto, agrega, tiene relación "con una condición física mínima que tiene relación con la capacidad de protegerse o escapar de un peligro. Sin esos atributos, es preferible no arriesgarse (así como en las mismas poblaciones las madres prefieren que sus hijos no vayan a la plaza y jueguen videojuegos). Como dependen de otros para sentirse seguros, ante la ausencia de ese 'otro' prefieren recluirse. Esta es una tendencia de largo plazo de algunas ciudades en Chile", precisa.

Para Sergio González, sociólogo de la U. de Tarapacá, es importante que las políticas públicas también consideren las percepciones de la ciudadanía en su diseño. Tal como ocurrió con la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), donde la percepción de inseguridad en nuestro país llegó al 90%, la tasa más alta de la última década.

"Las percepciones son las que mueven el mundo. Es muy importante que la percepción de inseguridad sean política pública, y no necesariamente con que se tomen determinadas decisiones en pensión o temas de las policías, sino que también se apunten a este aspecto psicosocial... que se ofrezca también atención médica, psicológica, psiquiátrica, en educación. La necesidad es pensar en aspectos vinculados a la prevención, de manera que las personas se sientan más seguras, porque es muy importante lo que está sintiendo la población, ahí hay que apuntar", comentó.

De todas formas, a su parecer, es tal el nivel de criminalidad que existe en Chile, que no sólo los adultos mayores son un objetivo. "Los delincuentes armados ven un blanco fácil a cualquiera. Tanto es así que se han equivocado y han intentado asaltar a detectives o carabineros cuando están de civil. El tema es que tenemos que controlar la tenencia de armas en Chile, no puede ser que tengamos un mercado negro de armas en nuestro país", señala.

Quien también apunta a soluciones frente a lo que llama "víctimas idóneas para la criminalidad", es Juan Castañeda, sociólogo y experto en seguridad de la U. Autónoma. Los lugares de pago, como bancos o cajas de compensación se han convertido en escenarios idóneos para los delincuentes, donde se suele usar la técnica del marcaje.

"Hay medidas preventivas que se pueden incorporar, como capacitación a los propios guardias de los bancos, hacer patrullajes preventivos en cajas de compensación, y ayudar a los adultos mayores con la alfabetización digital, por ejemplo, por cuenta de los municipios. También es importante avanzar en la educación en materia de seguridad pública, por ejemplo, que ante el delito de robo con intimidación no oponer resistencia", comenta.

De todo eso, es clave que las personas colaboren, asegura. Tanto "desde el apoyo de las familias, como en que la sociedad tome conciencia del problema, y sobre todo, no normalizar el analfabetismo digital", cerró.
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