Luego del megaoperativo llevado a cabo el pasado viernes por la Policía de Investigaciones (PDI) y la Fiscalía, durante la jornada de ayer se dio inicio a la formalización de los 42 miembros del peligroso grupo de origen dominicano "Los Trinitarios".
Tras la acción judicial, llevada a cabo ante el 9° Juzgado de Garantía de Santiago por delitos relacionados con el crimen organizado, los investigadores del caso explicaron a "El Mercurio" cómo operaban.
En ese sentido, según detallaron, si bien las principales imputaciones son por tráfico de drogas, de armas, lavado de dinero y asociación ilícita, la PDI y la fiscalía también identificaron otros rubros menos comunes. Entre ellos, la
"protección armada" a terceros en la comisión de delitos y el
arriendo de territorios tomados.
"Sapos" o "negros" para la cobertura en ocupaciones ilegales
De acuerdo a lo que detalla El Mercurio, el gran acceso a recursos y armas le permitía a Los Trinitarios realizar estas acciones de "protección" a delincuentes, sobre todo al interior de la toma "Nuevo Amanecer" de Cerrillos.
En ese sentido uno de los hechos se relaciona con el imputado por el homicidio de una mujer ecuatoriana que quiso instalarse en uno de los puntos de venta de droga en "Nuevo Amanecer". El hombre, según las pesquisas, se habría refugiado en la toma. No está claro si se pagaba por este servicio o se recompensaba de otro modo, por ejemplo, mediante favores.
Otro de los casos estaría dado por la cobertura a otras familias que vendían drogas en Cerrillos. Explican eso sí que
ese resguardo se relacionaba con mantener el control territorial, obligando a estas bandas a pagar por protección. Se conoce que, además, los forzaban a comprar sustancias ilícitas a Los Trinitarios.
Una de las aristas abiertas por la Fiscalía aborda esta parte del rubro delictual. Revisan una estructura dedicada a la cobertura, con "soldados" que vigilaban en distintos puntos de venta de drogas: algunos denominados "sapos" o "negros". Todos ellos se comunican a través de aparatos tecnológicos, dicen los investigadores, y por eso, en varias oportunidades, cuando se iba a allanar no se encontraban moradores en la toma, alertados por estos "soldados"
Amenazas y quema de pertenencias ante no pago
Asimismo, vivir en la toma de Cerrillos no era gratis. El control territorial de la toma "Nuevo Amanecer" prácticamente lo tenía en su totalidad el grupo de Los Trinitarios, al punto que cobraban arriendos por los terrenos, con tarifas que iban desde los $250 mil hasta $500 mil.
El pago de los sitios en el campamento no quedaba a cargo de una sola familia, determinaron las pesquisas en terreno de los equipos de la PDI, porque esos terrenos eran divididos entre varios arrendadores para instalar cuatro o cinco casas.
Los cobros eran mensuales, añaden, y no se permitían los atrasos, ya que una deuda provocaba que los imputados sacaran a las familias de sus hogares bajo amenazas: una de ellas, era la quema de sus pertenencias. Según allegados a la indagatoria, la amenaza se cumplió en más de una oportunidad, aunque sin llegar a quemar las instalaciones.
Delincuentes y víctimas convivían en el mismo lugar
"Por el mismo costado izquierdo de la cama, pero debajo la cama, se halló un arma de fuego, tipo revólver marca Amadeo Rossi, calibre.38 con cilindro con capacidad de cinco cartuchos del mismo calibre, con tres cartuchos de este calibre en su interior. El arma fue levantada y sellada y rotulada en la cadena de custodia", dice el expediente del caso sobre una de las diligencias intrusivas en la toma "Nuevo Amanecer".
Los detalles de la carpeta de investigación revelan que tanto delincuentes como víctimas convivían en el mismo lugar. Un informe de la PDI revela que en uno de los arrestos, en una casa de madera, un imputado se encontraba con su esposa y su hijo pequeño.
Añaden que en el lugar, "en un zapatero a los pies de la cama, específicamente una zapatilla, se encontró la suma de $600.000 (seiscientos mil pesos en efectivo), dinero que había declarado el imputado al momento de ingresar. En la zapatilla par de la anterior se hallaron 21 bolsitas de plástico transparente vacías, utilizadas comúnmente para la dosificación de droga"
Así, en distintos domicilios de la toma se pudieron recuperar drogas y armas.
"Bombas": Generaban $100 millones en drogas a la semana
En otro informe policial se da cuenta del hallazgo de 10 bolsas plásticas transparentes contendoras de una sustancia química seca de color blanco dubitada como clorhidrato de cocaína.
Siendo las 09:45 horas, los oficiales indicados anteriormente realizaron la prueba de campo respectiva, obteniendo coloración positiva para la presencia de cocaína". Esta diligencia se repitió, detectando la forma en que se empaquetaba la droga y aplicando las estrategias investigativas del MT-0 de la PDI ("Microtráfico cero").
En la investigación se estableció que
solo en venta de drogas se lograba obtener un monto aproximado de $100 millones a la semana que eran enviados al exterior, con destino a los líderes de la organización en Estados Unidos.
Un paquete con 400 dosis de droga, denominada "bomba" podía venderse en un día por casa dedicada al microtráfico, indicaron a este medio, lo que generaba un ingreso fijo de $500 mil en una o dos horas, añaden. Las drogas usadas iban desde cannabis sativa o marihuana a cocaína.
Barberías cerradas, pero con altos ingresos: Blanqueo del dinero
El lavado de activos es uno de los delitos clave para entender el caso contra Los Trinitarios. Conocedores de esta investigación indican que para dar legalidad al dinero obtenido de forma ilícita se usaban distintos negocios y empresas de fachada.
Entre ellos, ocho barberías en la toma y en otras comunas de Santiago, que "prácticamente estaban todo el día cerradas", según antecedentes reunidos en la causa. Los investigadores detallan que no atendían clientes, porque el objetivo de estas instalaciones era el lavado de dinero obtenido en los negocios ilícitos de Los Trinitarios.
Luego, el dinero recaudado era enviado a España, aseguran. También se entregaban remesas a República Dominicana y Estados Unidos. Todo esto a través de tres casas de cambio: una de ellas era "legal", en cuanto tenía permisos, denominada Easy World.