La tarde del martes 30 de julio pasado marcó un punto de inflexión para la comunidad estudiantil de la Región de Tarapacá y específicamente en Alto Hospicio. G.A.B. (16) murió asesinado tras recibir cuatro disparos frente al colegio Sagrado Corazón, cuando se aprestaba a defender a un amigo que había sido amenazado al interior del recinto. Lo estaban esperando. "Un joven de 16 años, que debió estar en un sistema educativo y no lo estaba, es asesinado frente a un colegio. Es ahí cuando nosotros nos preguntamos: '¿Seguiremos siendo actores pasivos ante la violencia, o activos?', porque las autoridades están llegando tarde, cuando las cosas ya pasaron", reclama Luis Zúñiga, director del colegio Robert Johnson y vocero de la Red de Colegios de Alto Hospicio, que luego del hecho inició una serie de gestiones para levantar un plan que tiene como objetivo erradicar la violencia y la inseguridad que están sufriendo. Ya partieron reuniéndose con autoridades y ahora buscan congregar voluntades. "Queremos pedir el apoyo de las policías en seguridad, también de las universidades para hacer estudios que permitan intervenir localmente nuestros colegios", dice.