No ha sido fácil para el Gobierno la labor para la ampliación de la plaza carcelaria. Dos municipios bajo liderazgos oficialistas, Santiago y ahora también Ñuñoa, se han opuesto a los proyectos penitenciarios que el Ejecutivo ha diseñado erigir en las respectivas comunas, como parte de la respuesta frente a una álgida crisis de ocupación.
Primero, la edil de Santiago, Irací Hassler (PC), junto son su par de Pedro Aguirre Cerda, Luis Astudillo (Ind) levantó una ofensiva contra el ministro de Justicia, Luis Cordero, por anunciar que la nueva cárcel de máxima seguridad, se emplazará en el cuadrante de Pedro Montt.
La jefa comuna reunió el apoyo de diputados oficialistas para oponerse al proyecto. Entre ellos estuvieron los frenteamplistas, Gonzalo Winter, Lorena Fries, Gael Yeomans y Emilia Schneider; las comunistas Alejandra Placencia y Lorena Pizarro, y el ex militante de Republicanos, Johannes Kaiser.
En la cruzada, la alcaldesa acusó al Ejecutivo de plantear "una medida improvisada que afectaría a la Región Metropolitana, y que no fue con consulta ni conversación con alcaldes, alcaldesas ni el Congreso".
"Aquí no podemos saltarnos la discusión democrática y es fundamental que podamos dialogar y tomar buenas decisiones para Chile", arguyó.
La argumentación la vierte la edil pese a que el año pasado fue aprobado con unanimidad el proyecto del ministerio de Justicia que permitía reglas especiales tratándose de la alteración, ampliación, reparación o reconstrucción de establecimientos penitenciarios y modificaba otros cuerpos legales.
A Hassler se unió la municipalidad de Ñuñoa, liderado por la alcaldesa Emilia Ríos (FA) -ahora al margen sus funciones por encontrarse en campaña a la reelección- en contra de la construcción de un nuevo Centro de Reinserción Social de Gendarmería en el barrio de José Domingo Cañas.
El municipio ofició al ministro Cordero expresando que "no compartimos y manifestamos nuestro desacuerdo con la nueva ubicación del centro".
En el Ejecutivo, la oposición de Santiago y Ñuñoa no es baladí y molesta hasta cierto punto por la falta de consideración de la crisis de la plaza carcelaria.
"Si nosotros no resolvemos en el corto plazo el número de plazas que necesitamos, no solo tenemos un tema de degradación de derecho sino que tenemos un riesgo de seguridad desde las cárceles hacia afuera que es muy importante", sostuvo Cordero en Mesa Central de Canal 13.
Con estas consideraciones, la cartera zanjó presentar el denominado fast track carcelario inmediatamente después de las elecciones municipales y regionales de este 26 y 27 de octubre, en las que tanto Hassler y Ríos se juegan un segundo periodo en el sillón edilicio.
Así las cosas, en Justicia prevén una tramitación compleja del denominado fast track, considerando los legisladores oficialistas que se plegaron al rechazo de la nueva cárcel en Pedro Montt. "Estoy totalmente en contra", ha dicho el diputado Winter, sobre la ubicación del penal.
