Ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
El Mercurio
A las 9.25 horas, la novena sala de la Corte de Apelaciones de Santiago comenzaba la audiencia para resolver si revocaba o mantenía la prisión preventiva de Manuel Monsalve, ex subsecretario del Interior, acusado por violación y abuso sexual.
Luego de cuatro horas, finalmente la Corte revisó la apelación y decidió mantener la prisión preventiva y que la ex autoridad seguirá recluido en Capitán Yáber.
En la antesala a esta decisión, la defensa, inicialmente compuesta por María Inés Horvitz, Lino Disi y Cristián Arias, sufrió un cambio inesperado: Horvitz renunció, argumentando disparidades estratégicas con el equipo.
En la lectura de la resolución, el juez Fernando Valderrama explicó que "teniendo especialmente en consideración la gravedad de los hechos, el número de delitos atribuidos al imputado, la gravedad de las penas asignadas por ley a los mismos, la gravedad de los delitos en relación al bien jurídico protegido y que han sido afectados en relación a la víctima, esto es, su integridad o indemnidad sexual y su libertad sexual, estima que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad".
"Siendo la prisión preventiva la medida cautelar más adecuada, racional y proporcional para garantizar los fines del procedimiento", finaliza.
En relación con el delito de abuso sexual, la resolución de la corte establece que "los dichos de la víctima son categóricos en orden a que el imputado se subió encima de ella sin poder reaccionar, salvo mirar hacia la ventana de la habitación ya que estaba en shock, sintiendo, según sus propios dichos, que era lo más asqueroso que le había ocurrido en su vida".
La corte concluye que esta reacción es consistente con la experiencia de una agresión de esta magnitud, especialmente considerando que horas antes la víctima habría sido sometida a un acceso carnal no consentido que le causó lesiones físicas.
Estado de la víctima y actuación dolosa
Uno de los puntos clave discutidos fue la condición de la víctima al momento de los hechos. Según el tribunal, la defensa argumentó la inexistencia de dolo, alegando consentimiento de la víctima.
Sin embargo, el fallo señala que "tales afirmaciones no encuentran correlato con el mérito de los antecedentes", destacando que la víctima se encontraba en evidente estado de ebriedad tras consumir varias bebidas alcohólicas junto al acusado.
La resolución destaca la declaración de un taxista que transportó a ambos al hotel, quien afirmó que "notó a la ofendida ebria o drogada y que además le pidió ayuda en varias oportunidades durante el trayecto".
A esto se suman los testimonios de empleados del Hotel Panamericano, quienes señalaron que la víctima "se veía muy mal, curada, y que el imputado la tomaba de la cintura". Además, los videos de seguridad analizados por el tribunal corroborarían el estado errático de la víctima antes de los hechos.
Evidencias adicionales y contexto
El tribunal también consideró elementos de contexto como los mensajes enviados por Monsalve a la víctima tras los hechos, y la visita de una funcionaria gubernamental al domicilio de la ofendida días después para entregarle un paquete supuestamente de parte del acusado.
Estas acciones fueron interpretadas como intentos de Monsalve de influir sobre la situación.
Por otro lado, la corte desestimó los argumentos de la defensa respecto a la existencia de un beso previo entre ambos y otras muestras de afecto por parte de la víctima hacia el acusado.
Según la Corte, estos elementos "no están conectados temporalmente con los delitos pesquisados" y no permiten presumir consentimiento por parte de la víctima, quien además habría pedido ayuda explícita al taxista para evitar la presencia de Monsalve.
Finalmente, según la Corte, los informes psicológicos y las declaraciones de cercanos a la víctima confirmaron el impacto emocional sufrido por ella tras los hechos. Según los testimonios, la víctima habría señalado explícitamente que fue violada.
