Ministra de la Mujer, Antonia Orellana.
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"Las decisiones no se toman pensando en los deseos de los príncipes de la Iglesia, que es lo que significa ser un cardenal", respondió la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, al arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, quien celebró la postergación del proyecto de aborto sin causales.
La declaración generó una fuerte reacción por parte de la oposición, especialmente de la Democracia Cristiana, que calificó las palabras de la secretaria de Estado como "odiosas" e "irónicas". Además, desde la DC subrayaron que las diferencias de opinión no deben ser "descalificadas ni ridiculizadas", consideraron sus comentarios "poco democráticos" e hicieron un llamado a abandonar la "política de la cancelación".
Sin embargo, las críticas no provinieron únicamente de la oposición. Desde sectores del oficialismo también reprocharon el tono utilizado por la ministra Orellana hacia el arzobispo Chomalí.
En conversación con CNN Radio, el senador Daniel Núñez (PC), señaló: "Yo hubiese usado otras expresiones, otro tono, pero entiendo que también ella está defendiendo algo que es un proyecto ley del Gobierno y por lo tanto nadie podría cuestionarle eso. Yo buscaría el tono más colaborativo y constructivo y no descalificador".
Subrayó que se trata de un debate "muy complejo" el cual se debe realizar con "mucho respeto y reconociendo la pluralidad de orientaciones que hay en la sociedad chilena".
En ese sentido, señaló que "todos y todas tenemos que cuidar las palabras y entender que en un debate democrático. Así como el Gobierno tiene el derecho de cumplir lo que prometió en su programa de enviar el proyecto ley, vamos a tener que escuchar a todos los actores de la sociedad chilena y en un marco de respeto".
Por su parte, la senadora y presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, en una entrevista con Radio Pauta, señaló que "no son los términos para referirse a quien ha sido recientemente nombrado cardenal, que por cierto tiene derecho a dar una opinión".
No obstante, indicó que "el cardenal fue bastante enfático en cómo se refirió al proyecto, por lo tanto, cuando evidentemente hay un comentario de índole política acerca de un proyecto de ley, también la ministra tiene derecho a dar su opinión. Yo creo que sí, la opinión tiene que ser respetando las creencias".
A su vez, el senador Juan Luis Castro (PS) señaló que "la declaración de la ministra Orellana fue muy poco feliz y abre una polémica no en base a un argumento que puede ser muy legítimo, sino en base a una descalificación".
Agregó que "si una ministra de Estado trata con ironía a una autoridad eclesiástica, poco se puede esperar que haya un diálogo de fundamentos y razones, cuando más bien se menosprecia la jerarquía de otra autoridad".
Finalmente, indicó que "no es sano, no es bueno tener ese tipo de conducta (...) además (el proyecto) tiene una viabilidad incierta en el Congreso, porque el Gobierno sabe que en el último año es muy difícil".
El diputado Raúl Soto (PPD) también se sumó a los cuestionamientos: "No es la forma adecuada de enfrentar un debate como este, hay que entender que hay legitimas diferencias, que se deben enfrentar con argumentos y, sobre todo, con respeto, no descalificando a quién piensa distinto. Esto es un error y espero que se corrija".
