No inclusión de aumento de recursos, más sobrecarga administrativa y foco "mal puesto" son los tres grandes problemas del proyecto de ley de convivencia escolar de los que alertó la Fundación Acción Educar.
De acuerdo con los datos entregados por la Superintendencia de Educación, entre enero y septiembre de este año el organismo recibió 14.931 denuncias ciudadanas, de las cuales 11.019 casos (74,3%) corresponden al ámbito de la convivencia escolar.
Este fenómeno se da de forma transversal para todos los establecimientos, ya que en los colegios públicos (tanto fiscales como los SLEP), las denuncias crecieron un 25,2%, mientras que en los particulares subvencionados en un 25,5% y en los particulares pagados en un 27,7%.
Fue el pasado miércoles que la Comisión de Educación del Senado aprobó en general el proyecto sobre convivencia, buen trato y bienestar de las comunidades educativas, con el objetivo de prevenir y erradicar el acoso escolar, la discriminación y todo tipo de violencia en los establecimientos educacionales.
Pese a los elementos positivos de la iniciativa, desde Acción Educar advirtieron tres problemas del proyecto de convivencia escolar.
En primer lugar, alertan de que la iniciativa no contempla recursos para contratar profesionales que estén capacitados para hacerse cargo de los problemas de convivencia en los colegios.
"En un contexto en que los recursos ya son escasos para los establecimientos, aumentar las exigencias y profesionales al interior de las comunidades educativas tensiona y limita las capacidades con las que enfrentan su labor", aseguraron desde la organización.
Según el estudio, "esta dificultad motivó la incorporación en la Comisión de Hacienda de la Cámara del deber de la Superintendencia de Educación de informar anualmente a las Comisiones de Hacienda de la Cámara y del Senado, los montos y porcentajes de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) que hayan sido usados para cumplir con las obligaciones adicionales creadas por esta ley, desagregados por región y colegio".
Por otra parte, "el Ejecutivo ha señalado que las nuevas exigencias se financiarán con los recursos de la referida subvención, sin embargo, hoy la SEP se utiliza para cubrir múltiples fines educativos, por lo que los recursos con los que se pretende financiar el proyecto ya se encuentran destinados a otros fines y, por tanto, aprobar el proyecto en los términos propuestos significa desviar o quitar recursos de necesidades actuales para cubrir otras nuevas".
Más sobrecarga a colegios
Asimismo, se advirtió que el proyecto implica más papeleo y sobrecarga administrativa para los colegios, "dejándoles menos tiempo para su principal función: educar".
A juicio del organismo, "uno de los principales aspectos que complejiza y ralentiza el trabajo educativo es la burocracia a la que están sometidos los colegios".
"Es relevante reiterar que cualquier legislación que se proponga debe considerar que se trata de instituciones que ya se encuentran con una carga administrativa excesiva y que aleja a docentes y directores de las tareas que debieran ser objeto de ocupación principal, que es mejorar los aprendizajes, abordar los problemas que suceden dentro del establecimiento y dirigir un proyecto educativo que permita a sus integrantes aprender herramientas para alcanzar su mejor desarrollo posible", enfatizaron.
Foco "mal puesto"
Desde Acción Educar también afirman que para abordar este problema de la convivencia escolar, "es necesario recordar que todos los colegios son diferentes. Por ello, se requiere de medidas flexibles y diversas que permitan a las comunidades educativas abordar la convivencia escolar de acuerdo con sus necesidades".
"Además de recursos, se debe fortalecer el liderazgo directivo y la autoridad docente, disminuir la carga administrativa y entregar herramientas que permitan desarrollar mayor trabajo con las familias", apuntaron.
Asimismo, sostienen que "el proyecto aborda la convivencia escolar desde una visión rígida y excesivamente normativa, a pesar de que se ha dicho de forma reiterada que esta no es la forma adecuada de abordar la convivencia escolar, toda vez que se trata de un fenómeno complejo, dinámico y diverso".
Por ello, "se requieren de soluciones distintas según cada contexto. Entregar herramientas a las comunidades es clave y lamentablemente, nunca fue el foco".