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Gasto promedio para formar a un universitario es de $4,5 millones anuales e instituciones destinan 3,7 billones a sueldos

Un estudio de la Superintendencia de Educación Superior también constató que en 2024 el sistema tuvo $6,2 billones de gasto total.

19 de Diciembre de 2025 | 11:01 | Redactado por Sofía Campos, Emol.
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Archivo, El Mercurio
Esta jornada la Superintendencia de Educación Superior (SES) entregó los resultados de su 3° Estudio de Salud Financiera del Sistema de Educación Superior, el cual dio cuenta de cuánto cuesta formar a un estudiante en Chile y cómo ha caído la matrícula en instituciones con salud financiera vulnerable.

El informe analizó el periodo entre 2012 y 2024, donde se logró ordenar, transparentar y comparar la estructura de gastos del sistema, incorporando cruces con matrícula, dotación académica y niveles de acreditación, consignó el documento.

Entre sus principales hallazgos se encuentra que el gasto promedio por estudiante. Este indicador muestra cuánto invierte, en promedio, cada institución en la labor formativa, al dividir los gastos totales por el número de su matrícula de pregrado.

¿El resultado? En 2024 el gasto total promedio por estudiante alcanzó $4,5 millones, un aumento significativo respecto de los $2,9 millones registrados en 2012. Según el informe, esto refleja "una tendencia sostenida al alza en el sistema. Sin embargo, el promedio esconde brechas estructurales profundas entre subsectores".

En esa línea, se detalló que las universidades estatales lideran el gasto con $8,2 millones por estudiante, seguidas por las universidades privadas pertenecientes al CRUCH, con $7,2 millones.

Más atrás en el listado aparecen las universidades privadas no pertenecientes al CRUCH, con cifras cercanas al promedio del sistema, de $4,5 millones. En tanto, el sistema técnico-profesional exhibe los niveles más bajos: entre $2 y $2,3 millones por estudiante en institutos profesionales y centros de formación técnica.

De acuerdo al estudio del SES, "estas diferencias podrían responder a niveles de complejidad institucional muy distintos: investigación, postgrados, infraestructura y vinculación con el medio en el caso universitario, frente a modelos más acotados y focalizados en docencia en el subsistema técnico-profesional".

Menos estudiantes en instituciones vulnerables


Asimismo, el documento incluye la evolución del número de estudiantes matriculados en instituciones que presentan una salud financiera vulnerable, es decir que presentan un mayor deterioro financiero.

En la clasificación 2025, 25 instituciones -equivalentes al 20,3% del total analizado- se ubicó en esta condición: 10 universidades, 8 institutos profesionales y 7 centros de formación técnica.

$4,5 millones fue el gasto total promedio por estudiante de educación superior en 2024.
De acuerdo al reporte, "el impacto es relativamente acotado. La matrícula asociada a estas instituciones llega a 42.741 estudiantes, lo que representa solo el 3,3% de la matrícula total de pregrado del sistema. De ellos, 29.579 estudian en universidades, 9.100 en institutos profesionales y 4.062 en centros de formación técnica".

El estudio además dio cuenta de una caída sostenida de la matrícula expuesta a salud financiera vulnerable en comparación con años anteriores, un fenómeno que asocian "a procesos de recuperación institucional, ajustes internos y, en algunos casos, a la salida del sistema de instituciones en crisis".

$3,7 billones a remuneraciones


En cuanto a la estructura de gasto, el estudio constata que en 2024 el sistema tuvo $6,2 billones de gasto total, de los cuales $3,7 billones corresponden a remuneraciones (59%), $1,8 billones a administración y ventas, y $576 mil millones a gastos operacionales.

Sobre los sueldos, las universidades estatales destinan el mayor porcentaje de sus recursos, con casi un 69%; las universidades privadas y las privadas CRUCH se sitúan entre 55% y 58%. En el subsistema técnico-profesional, la proporción es menor y fluctúa entre 49% y 53%.

El informe también profundizó el costo del trabajo académico, tanto por persona como por Jornada Completa Equivalente (JCE).

En 2024, el gasto promedio mensual en remuneraciones por JCE alcanzó $3,1 millones a nivel sistema, considerando exclusivamente el gasto que destinan las instituciones a remuneraciones académicas.

$6,2 billonesde gasto total tuvo el sistema de educación superior en 2024.
Nuevamente, las universidades estatales encabezan este ítem, con $4,5 millones mensuales, seguidas por las privadas CRUCH con $3,9 millones. Las universidades privadas no CRUCH bajan a $2,9 millones, mientras que los IP y CFT se mueven entre $1,5 y $1,7 millones, respectivamente.

Un patrón similar se observa al medir el gasto mensual por académico, donde el promedio del sistema llega a $1,4 millones, pero con universidades estatales duplicando esa cifra y el subsistema técnico-profesional registrando los valores más bajos.

Costo de la calidad


Además, se analizó el gasto promedio de las instituciones según su nivel de acreditación. De acuerdo con el estudio, las instituciones no acreditadas registran un gasto promedio anual de $3,5 miles de millones, cifra que más que se duplica a $7,7 miles de millones en aquellas casas de estudios que sí lograron la acreditación básica.

"En el siguiente escalón las diferencias son aún mayores: las instituciones con acreditación avanzada alcanzan un gasto promedio de $48,8 miles de millones. Si una de estas últimas instituciones quisiera ascender a una acreditación de excelencia, debería más que triplicar su inversión, ya que hoy los planteles que se ubican en este nivel concentran, en promedio, un gasto de $172,3 miles de millones", aseguró el estudio.

En esa línea, se explicó que la magnitud de estas diferencias "está estrechamente asociada a mayores niveles de inversión en capital humano, infraestructura, gestión académica y soporte institucional, configurando estructuras de gasto sustantivamente más complejas a medida que aumentan los estándares exigidos".

Deuda vs. patrimonio


El estudio también analiza la evolución del leverage financiero del sistema de educación superior, indicador que mide el grado de apalancamiento de las instituciones y su dependencia del financiamiento vía deuda.

En el período observado (2012-2024) se muestra un nivel de apalancamiento cercano a 0,6, lo que "sugiere una estructura de endeudamiento relativamente homogénea entre los distintos subsectores, sin evidenciar niveles extremos de exposición financiera".

Las universidades privadas pertenecientes al CRUCH registran el mayor nivel de leverage, en torno a 0,8; mientras que las universidades estatales presentan el nivel más bajo, cercano a 0,4, reflejando una menor dependencia relativa del endeudamiento como fuente de financiamiento.

"En todos los casos, el indicador se mantiene por debajo de 1, umbral considerado adecuado desde el punto de vista de la sostenibilidad financiera, ya que implica que la deuda no supera el patrimonio y que las instituciones conservan capacidad para absorber eventuales shocks financieros sin comprometer su viabilidad", destacó la Superintendencia.

Al respecto, el superintendente de Educación Superior, José Miguel Salazar, señaló sobre los hallazgos del estudio que "no existe una sola educación superior en Chile, sino múltiples realidades conviviendo bajo un mismo marco regulatorio".

"Aunque persisten instituciones con fragilidad financiera, la proporción de estudiantes expuestos ha disminuido y el sistema, en su conjunto, muestra capacidad de recuperación tras el shock vivido entre 2019 y 2021, producto de la pandemia", destacó.

En esa línea, profundizó que "más que entregar diagnósticos cerrados, este informe busca transparentar cifras, ordenar comparaciones y aportar evidencia para una discusión informada sobre financiamiento, calidad y sostenibilidad de uno de los sectores más relevantes para el desarrollo del país".