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Ya está en marcha: Cómo va la carrera por la presidencia de la Cámara a tres meses del cambio de período

Mientras desde el Partido Republicano reconocen que la testera sería fundamental en el primer año de José Antonio Kast, una eventual falta de acuerdo puede abrir la puerta para el aún oficialismo.

21 de Diciembre de 2025 | 11:18 | Redactado por José Tomás Guzmán, Emol.
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Hemiciclo Cámara de Diputados

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Aunque aún restan cerca de tres meses para definir a los nuevos presidentes del Congreso, esta semana comenzaron a moverse las primeras fichas en los partidos políticos, luego de que la presidencia de la Cámara de Diputados se instalara como el primer foco de disputa del futuro gobierno de José Antonio Kast, en un escenario marcado por la falta de mayoría propia y por tensiones políticas.

Con la bancada más numerosa, de 31 diputados electos, el Partido Republicano busca liderar la testera desde marzo, mientras la UDI y Renovación Nacional (RN) levantan sus propias cartas, apelando al equilibrio de poder y a la necesidad de construir una mayoría estable.


En ese contexto, la presencia esta semana en el Congreso del senador electo y presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, no pasó inadvertida.

El dirigente sostuvo una reunión de cerca de una hora con el actual presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), y con el diputado Benjamín Moreno (Republicano), con el objetivo de realizar un mapeo legislativo del próximo período y tomar el pulso a las negociaciones por la gobernabilidad en la Cámara Baja.

Según fuentes del sector, uno de los principales focos de Squella fue interiorizarse del estado de las conversaciones para definir la presidencia de la corporación, así como el control y la rotación de comisiones estratégicas, claves para priorizar o frenar la agenda legislativa.

Republicanos, la UDI y RN


Aunque el Partido Republicano pretende hacer valer la cantidad de diputados que consiguió en noviembre para presidir la Cámara durante el primer año, uno de los problemas que surgieron al interior de la colectividad es la aparición de dos aspirantes al cargo: Agustín Romero y Juan Irarrázaval.

"Tenemos el legítimo derecho de presidir la Cámara. Acá no se trata de cargos, sino de asegurar que el gobierno del Presidente Kast pueda instalarse", señaló Romero a El Mercurio, quien aseguró que el partido está dispuesto a alinearse con la definición que adopte la colectividad.

Sin embargo, el principal obstáculo para Republicanos es aritmético. Las fuerzas que respaldaron a Kast en segunda vuelta suman 76 diputados, dos menos de los 78 necesarios para alcanzar la mayoría simple, lo que obliga a buscar apoyos fuera del bloque.

Otro factor de complejidad es que la UDI, segunda bancada con 18 escaños, ha explicitado su interés en presidir la Cámara y ha propuesto al diputado Jorge Alessandri como su carta. El argumento es claro: equilibrar el poder legislativo considerando que el próximo Presidente de la República milita en el Partido Republicano.

"Nosotros hemos planteado en la mesa de negociación el interés de que la UDI presida una de las dos cámaras. Estamos buscando los votos para eso y habrá que ver en enero cómo la negociación avanza y cómo lo transformamos en realidad", afirmó Alessandri a El Mercurio.

En Renovación Nacional, pese a contar con solo 13 diputados, tampoco se bajan de la carrera. En el partido observan que, si el Senado queda fuera de su control, podrían exigir la presidencia de la Cámara como fórmula de compensación. Sus cartas son Diego Schalper y Ximena Ossandón.

"Lo relevante no es quién tiene o no interés; la pregunta es quiénes son capaces de concitar los apoyos necesarios para construir una mayoría", advirtió Schalper, quien reconoció que las conversaciones de fondo se retomarán en enero.

Negociaciones abiertas y riesgo de fractura


Entre las fórmulas que se estudian para alcanzar los votos faltantes está sumar a independientes o incorporar al Partido de la Gente (PDG), que con 14 diputados se vuelve un actor decisivo. No obstante, en la derecha reconocen que las conversaciones con esa bancada han sido complejas y que aún no existe una definición clara respecto de su eventual alineamiento.

Otra opción es sellar un acuerdo con partidos de la centroizquierda, como el PS o la DC, para repartir la presidencia de la Cámara durante los cuatro años del período legislativo.

Así, el riesgo -advierten en el sector- es que la falta de acuerdo termine facilitando una jugada de la oposición. De hecho, en la derecha no descartan que la centroizquierda pueda respaldar a un candidato como Schalper, para impedir que un republicano llegue a la testera y tensionar desde el inicio al futuro oficialismo.

Por último, en el sector han optado por llevar las conversaciones de manera conjunta con miras a asegurar el equilibrio de poder entre los partidos de la potencial alianza, lo que también ha abierto tratativas en torno a la conformación de la mesa del Senado.

En la Cámara Alta, la distribución de escaños quedó en un empate virtual entre la izquierda y la derecha, por lo que algunos plantean la necesidad de un acuerdo amplio de gobernabilidad. Hasta ahora, el desenlace más probable es que el actual timonel, Manuel José Ossandón (RN), continúe en el cargo por un segundo período, algo que no ocurre desde que Andrés Zaldívar (DC) ejerciera la presidencia por seis años entre 1998 y 2004.