"Nosotros no hacemos magia, todos sabemos que vamos a pasar un año complejo", insistió el miércoles el Presidente electo, José Antonio Kast, en una actividad con vecinos de San Miguel. Idea que tanto él como su equipo han repetido en los últimos días, intentando aterrizar las expectativas sobre su futuro gobierno.
Es un mensaje que comenzó a instalar el mismo domingo en la noche, en su primer discurso luego del triunfo: "Aquí no hay soluciones mágicas, no se cambia de un día para otro. Las cosas pueden ir mejorando, no empeorando. Vamos a tener un año duro, muy duro, porque las finanzas no están bien".
El objetivo, dicen, es ser muy trasparentes con la ciudadanía respecto a qué se puede y no cumplir en lo inmediato, con el fin de ir bajando las expectativas y mantener la "confianza" de la ciudadanía.
No obstante, el candidato también ha insistido en que "van a sorprender".
Así, lo hizo recientemente con su decisión de vivir en el Palacio de La Moneda o con su viaje el martes a Argentina para reunirse con el Mandatario de ese país, Javier Milei. De esas señales, aseguran, vendrán muchas más.
La decisión de residir en el Palacio de La Moneda, siendo el primer Presidente en casi 70 años, iría en esa línea. "Somos personas austeras", comentó en la semana.
La mirada de su equipo
En ese contexto, la pregunta que surge es cómo administrar la expectativas que pudieron crearse durante la campaña, en diversos temas. Por ejemplo, la cuenta regresiva que estableció Kast para que los inmigrantes irregulares dejen Chile antes de que él asuma el gobierno, es sin duda uno de los temas que preocupan.
Al respecto, Martín Arrau, jefe de su campaña de segunda vuelta, comentó en Radio Infinita que están muy conscientes de que la sociedad, "exige inmediatez, por eso hemos sido cuidadosos. Si uno revisa nuestro plan que está en el Servel, son 30 páginas con tres ejes muy definidos, son cosas bastante cumplibles, muy responsables, tuvimos mucho cuidado con eso".
"Van a haber cambios los primeros días por supuesto, cambios de forma, de estilo, también hay planes y políticas que se pueden implementar de inmediato en un plan de 90 días. Pero también siendo muy claros que hay otras cosas que dependen de ley o de planes que tenemos que estructurar que van a demorar meses, años, incluso, hay obras que trascienden los gobiernos", sostuvo.
El senador electo por La Araucanía, Rodolfo Carter, planteó el jueves que el facto sorpresa también se verá ante el futuro equipo de gobierno: "El que se ande probando el traje de ministro, haciendo campaña por la prensa, está botando la plata. Porque una de las cosas con las que (Kast) va a sorprender es que va a llamar a gente nueva, va a ser un gobierno con mucha diversidad, ciertamente mirándose la unidad. Pero el festival de los nombres, las campañas por los medios no son una buena idea, muchos se van a quedar con los crespos hechos".
"Los chilenos mandataron a José Antonio Kast, no solamente a resolver problemas muy graves como inmigración, delincuencia y falta de crecimiento, es también una época nueva para hacer las cosas de otra forma. Por tanto, darle la tranquilidad al Presidente para que tome una decisión, va a tomar buenas decisiones, va a sorprender", expresó Carter.
El timonel de la UDI, Guillermo Ramírez, reconoció a Radio Pauta que el tema de las expectativas ",e preocupan. Yo creo que eso es algo que aprendimos en el propio gobierno del Presidente Piñera (...) las expectativas de que venía un nuevo gobierno. Primera vez un gobierno de derecha en 50 años, con nuevos equipos, con nuevos bríos, obviamente se generan expectativas que después te pueden jugar en contra".
"Creo que, en todo caso, lo que la ciudadanía exige no es que el 11 de marzo, el mismo día o un mes después, tener los problemas se resuelvan. Yo creo que lo que la ciudadanía espera es ver que el Gobierno está haciendo cosas, está trabajando por resolverlos con sentido de urgencia. Creo que la ciudadanía puede ser paciente y esperar en la medida en que vea que se está avanzando de manera consistente (...) Lo que nos queda a nosotros para cumplir con esa expectativa es, desde el día uno, dar señales de que se están haciendo cosas, de que se está trabajando día y noche y que hay sentido de urgencia", manifestó Ramírez.
La opinión de los expertos
Frente a este escenario, expertos consultados por Emol abordan cómo compatibilizar el control de expectativas con la idea de seguir sorprendiendo.
El académico de la Universidad Central, Marco Moreno, consideró que "Kast debe bajar las expectativas de campaña sin diluir su mandato: Moderar el tono y el ritmo, pero administrar la sorpresa con decisiones firmes y selectivas donde tenga mayor margen político".
A su juicio, "la clave es combinar gradualidad en las reformas con señales claras de cambio, alineadas con un respaldo más de orden que ideológico".
El analista político Germán Silva recordó que "a partir del discurso del domingo, el Presidente electo, ha intentado bajar las altas expectativas que generó durante la campaña. Este fue un relato sin matices, de blanco y negro (...) Lamentablemente, creo que el esfuerzo de bajar las expectativas va a chocar con las necesidades y anhelos expresados por la ciudadanía, a través del voto categórico hacia Kast, pero también de todos los sondeos previos".
Con ello, precisó que "distinto es el estilo que Kast ha deslizado, de buscar un gobierno más amplio o incluso de alcanzar acuerdos para tener mayor gobernabilidad. Ese es un relato que le interesa a la élite, al mundo político. El chileno hace por los menos 16 años que se ha ido transformado en un 'detractor crónico', es decir, alguien que espera soluciones rápidas, concretas y que se desencanta rápido con quien está en el gobierno".
Sobre las promesas en materia migratoria, Silva hace el punto: "Yo entiendo que Kast debe decir que aquí no existe magia para solucionar algunos temas, como el de la migración ilegal, el problema es que el relato de campaña daba a entender que todo sería inmediato, instantáneo, lo que se representaba en el contador de cuántos días le quedaban a los migrantes ilegales".
Por su parte, Ricardo Hernández, coordinador de Política y Sociedad del Instituto Res Publica, planteó que "una de las claves en materia de expectativas es la transparencia y sinceridad de los efectos concretos que se buscan y plazos que se esperan de cada decisión que tome el Presidente o sus ministros. Ciertamente habrán medidas administrativas, que podrán tener aplicación inmediata y efectos en el corto plazo, otras por vía legal, que requerirán tramitar un proyecto de ley en el Congreso Nacional que tomarán varios meses".
"Evitar las inconsistencias en el discurso político y huir de la vacilación en la ruta para alcanzar los objetivos planteados en campaña, podría ser la clave para mantener el apoyo político y ciudadano. Lo que convierte por ejemplo al futuro vocero de Gobierno en un rol preponderante en el éxito o fracaso del llamado gobierno de emergencia", finalizó Hernández.
