SANTIAGO.- Según datos de la Asociación de Empresarios de Software (GECHS) de Chile, la participación de mujeres en la industria de tecnología local fluctúa entre un 4 y 4,5%. En Silicon Valley, cuna del desarrollo tecnológico mundial, la situación no es mucho mejor por lo que la compañía ServiceRocket, dedicada a la capacitación de software, está impulsando una serie de encuentros centrados precisamente en este tema.
Las charlas se están haciendo en los países donde ServiceRocket tiene oficinas, y están siendo dirigidos por Erin Rand y Colleen Blake, jefa de operaciones y vicepresidente de marketing, respectivamente. Ambas han sido reconocidas dentro de las "100 mujeres de influencia" del Silicon Valley Business Journal (en 2015 y 2012, respectivamente). Esta semana fue el turno de Chile, donde ServiceRocket se instaló en 2013.
Para Rand, pasar a hablar de estos temas no ha sido fácil. Durante mucho tiempo no quiso participar de encuentros de mujeres ni dar charlas sobre el tema porque quería ser vista solo como una ingeniera. Pero hace algunos años cambió de parecer. "Perdí la cuenta de la cantidad de veces que tuve reuniones con gente nueva que asume que tengo cualquier cargo menos el que realmente tengo. Una vez, es algo aislado. Pero que te hablen cada vez como si no fueras el líder o la persona que dirige el proyecto. Tienes que probarte cada vez, demostrar lo que vales. No eres lo que la gente espera".
Según las ejecutivas, la baja participación de mujeres no se debe a una falta de interés. Es principalmente que a lo largo de sus vidas distintos factores desincentivan su entrada a este mundo. "Tenemos que encontrar formas de mantenerlas interesadas en la tecnología y no decirles, de varias maneras, que no deberían estar ahí o que no es algo para mujeres", dice Rand.
Otro punto importante, según Blake, es la falta de modelos a seguir. "Pasa que las mujeres no ven a muchas mujeres en cargos importantes. No se ven ahí mismas ahí. No es un incentivo porque piensan que estarían solas. Y tienes que tener un grupo de apoyo o un nivel de confianza para tomar ese camino", afirma.
Sesgos inconscientes
En un porcentaje importante de los casos, dicen, la decisión de no contratar mujeres no es algo que sea consciente. "La gente no está al tanto de ese sesgo. No quieren hacer un filtro por estas características, siempre quieren contratar a las mejores personas y creen que lo hacen", comenta la jefa de operaciones de ServiceRocket.
Ambas indican que estos casos son más difíciles de mejorar, porque cuesta más luchar contra un mal que se desconoce. "Todos tenemos estos sesgos inconscientes. No es algo malo, así estamos hechos los humanos, hacemos juicios en base a patrones", dice Blake.
"Y por eso mismo tenemos que tener más mujeres exitosas, talentosas y en cargos importantes. Así cambia el patrón. Será más fácil seguir este patrón porque será el correcto", complementa Rand.
Otro punto clave es la participación de los hombres. "También tienen que ser parte de la solución. Son parte del cambio. No es un problema de mujeres, es un problema de la sociedad", comenta Blake, dando como ejemplo que sólo dos hombres se registraron para asistir a la charla que dieron esta semana.
¿Está ayudando la industria a mejorar esta situación? Ambas concuerdan en que el tema se está hablando, mucho más que antes, pero todavía no es suficiente. "Realmente hay un problema, y no es porque las mujeres no sean buenas en matemáticas o tecnología. Es tan importante que lleguemos a reconocer que hay un problema. Y no habrá una sola forma para solucionarlo, porque las personas son distintas, las culturas son distintas, las compañías son distintas. Pero si tratamos activamente de encontrar maneras, cada día, porque creemos que hay algo que mejorar, haremos buen progreso", concluye Rand.
