SANTIAGO.- El 2016 es, según todos los pronósticos, el año en que la realidad virtual explotará. Después de años de desarrollo, proyectos como Oculus Rift y PlayStation VR llegarán a las tiendas, poniendo a prueba una tecnología de la cual se habla hace décadas. Pero desde hace más de un año, un producto más sencillo ya permite acceder a este avance. Se trata de Gear VR, el "casco" de realidad virtual de Samsung, que recientemente estrenó una nueva versión.
Al igual que Cardboard, el sistema de VR de Google, el producto de Samsung basa su funcionamiento en un smartphone. El teléfono provee el contenido y su pantalla muestra la imagen que después es entregada a cada ojo a través de los lentes del casco, desarrollados por Oculus.
La diferencia está en que, a diferencia de los visores de cartón de Google, Gear VR incorpora sensores que detectan el movimiento de la cabeza y regulan la reproducción de contenido en base a esto, eliminando efectos comunes de la realidad virtual, como el mareo.
Desde un punto de vista técnico, no hay demasiadas diferencias entre la nueva versión y el modelo anterior, aunque los cambios son bienvenidos: tiene un mejor control (con un rediseño del touchpad), es más liviano, más barato (aunque sigue estando sobre los $100 mil) y soporta más equipos. Aunque, respecto a este último punto, la cantidad de teléfonos compatible sigue siendo baja, sólo soportando los tres Galaxy S6 (estándar, Edge y S6+ Edge) y el Note 5.
El funcionamiento sigue siendo bueno. El equipo es cómodo, y entrega una buena reproducción de imágenes y, gracias a los acuerdos que Oculus y Samsung han firmado, hay múltiples fuentes de contenido. Muchas productoras y desarrolladores de juego están probando el mundo de la realidad virtual, y en muchos casos estas pruebas están siendo con Gear VR.
La experiencia es particularmente atractiva para quienes nunca han probado un equipo de VR, ya que la sensación de un viaje por el espacio o tener la cabeza de un dinosaurio junto a la propia es algo que impacta en esa primera ocasión. Y ahí es donde Gear VR destaca, ya que la comodidad de la ausencia de cables y el hecho de que su experiencia se basa en algo que llevamos siempre como el teléfono, le dan una ventaja en este naciente mercado.
Es poco probable que Gear VR sea un éxito masivo. El hecho de sólo ser compatible con cuatro modelos ya elimina esa posibilidad. Pero como entrada al mundo de la realidad virtual, el trabajo de Oculus y Samsung da buenos resultados. Facilita el acceso al contenido que desarrolladores de todo el mundo están creando, en un hardware de buena calidad. Oculus, HTC y Sony entregarán una experiencia de mayor calidad, al menos en cuanto a imagen, pero no serán tan móviles como la apuesta de Samsung.
