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Científicos de EE.UU. afirman que alimentos genéticamente modificados son seguros

La Academia Estadounidense de Ciencias no observó que estos cultivos sean particularmente dañinos para la salud y el medio ambiente, aunque admiten dificultades de detectar "efectos sutiles en el largo plazo".

17 de Mayo de 2016 | 14:05 | Agencias
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Reuters / Archivo
WASHINGTON.- Los cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM) no representan mayores riesgos para el medio ambiente y la salud que los convencionales, según concluye un nuevo informe de la Academia Estadounidense de Ciencias, aunque alerta sobre el serio problema para la agricultura de la resistencia desarrollada por los insectos dañinos.

El estudio publicado hoy "indica que ahora es difícil distinguir entre las nuevas tecnologías de ingeniería genética desarrolladas desde la década de 1970 y los métodos convencionales de cultivo". Aunque reconocen "la dificultad de detectar efectos sutiles en el largo plazo en la salud y el medio ambiente", los integrantes de este comité científico "no detectaron indicios que muestren alguna diferencia de riesgos para los humanos entre los cultivos OGM actualmente comercializados y las cosechas convencionales". La misma comprobación hicieron respecto del medio ambiente.

El reporte, de 408 páginas, afirma que alterar la genética de lo que consumimos no crea "comida Frankenstein", como afirman opositores, pero tampoco alimenta más al mundo, como sostienen los defensores.

Un nuevo enfoque


Sin embargo, los expertos independientes se manifiestan alarmados por el "desarrollo de una resistencia" en los insectos y otras plantas por causa de los OGM. El informe cita el ejemplo de los cultivos OGM modificados para ser resistentes al herbicida glifosato. En "muchos lugares", las malas hierbas en torno a estos cultivos han desarrollado resistencia a este herbicida. La Academia Estadounidense de Ciencias ve en ello "un problema significativo para la agricultura".

Los autores insisten también en la importancia de recurrir a todas las nuevas tecnologías derivadas de la genómica para mejorar la capacidad de detectar la más mínima modificación imprevista en las características de las nuevas variedades de cosechas, sean OGM o no. La recomendación es no enfocarse tanto en el proceso de producción, sino que abocarse a que el resultado final sea efectivamente sano.

"Las nuevas variedades de plantas que presenten, voluntariamente o no, características inéditas que puedan representar un peligro, deben someterse a pruebas de seguridad, sin importar si han sido desarrolladas utilizando técnicas convencionales o utilizando manipulaciones genéticas", emplaza el informe.

Los científicos analizaron todos los estudios animales realizados sobre los efectos de los componentes químicos contenidos en los alimentos OGM actualmente en el mercado y no hallaron diferencias respecto de los productos convencionales que implicasen un incremento del riesgo para la salud.

Los investigadores subrayaron que los estudios epidemiológicos a largo plazo no observaron directamente los efectos sobre la salud del consumo de alimentos como la soja y el maíz, o incluso las manzanas y las papas.

Los datos disponibles en la actualidad no muestran ninguna relación entre los OGM y las enfermedades. Por el contrario, los autores del informe destacan ciertas señales de que los cultivos OGM resistentes a los insectos serían beneficiosos para la salud humana porque permitirían reducir el uso de insecticidas.

Por otra parte, varios cultivos OGM en desarrollo están siendo concebidos específicamente para que redunden en beneficios a la salud humana. El informe cita el caso del arroz que contiene más betacaroteno para ayudar a prevenir la ceguera y la muerte por falta severa de vitamina A en algunos países en desarrollo.

El uso en la agricultura de cultivos OGM resistentes a insectos dañinos y a herbicidas no ha reducido la variedad de plantas y de insectos en las cosechas, agrega el informe.

El organismo también abordó un tema que ha causado polémica en Estados Unidos: el etiquetado de alimentos que han sido modificados genéticamente. Si bien coinciden en que no sería necesario por motivos de seguridad, podría justificarse por factores de transparencia, sociales y culturales. Esta posición fue elogiada por grupos ambientalistas y de consumidores, mientras que algunos científicos la criticaron al decir que era innecesario, porque la comida no representa riesgos extraordinarios.
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