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Columna de Astronomía | La misteriosa señal de una estrella que aún no tiene explicación

Una disminución en la luz del astro KIC8462852 hace suponer que un planeta la orbita, pero la variación de esa opacidad ha generado las teorías más controvertidas.

15 de Junio de 2016 | 09:24 | Por Thomas H. Puzia
Por Thomas H. PuziaAcadémico del Instituto de Astrofísica de la U. Católica de Chile

Doctor en astronomía y astrofísica de la Ludwig-Maximilians Universität de München (Alemania). Fue investigador postdoctoral del Space-Telescope Science Institute (EE.UU.) e investigador asociado del Herzberg Institute of Astrophysics (Canadá). Actualmente es profesor del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica, donde es el líder del grupo “Complex Stellar Populations”, y es investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).

Todo comenzó el 5 de marzo de 2011 cuando el telescopio espacial Kepler descubrió una extraño oscurecimiento (de 15%) de KIC8462852, una estrella a 1.480 años luz de distancia y de 1,4 veces la masa del Sol. Esto que podría ser un "tránsito" –pequeña disminución de la luminosidad de un astro por el paso de un planeta enfrente– extremadamente inusual, fue seguido por dos caídas aún más raras en la curva de su luz, disminución que llegó hasta 22% –en febrero y abril de 2013–.

El hallazgo causó una gran sorpresa cuando se hizo público en octubre de 2015 ya que si se compara con el oscurecimiento que ocurre cuando planetas gigantes del tamaño de Júpiter pasan por delante de su estrella anfitriona, este último es extremadamente menor.

Inmediatamente los astrónomos comenzaron a buscar posibles causas. Algunas de las explicaciones propuestas consideran errores en la toma de datos, variabilidad estelar inusual, polvo interestelar, planetas gigantes con estructuras de anillos muy grandes, o un campo de asteroides capturados recientemente en órbita. Pero todas estas hipótesis tienen fallas. Mientras que los errores en los datos de Kepler se descartaron, el resto de las opciones generaría radiación "caliente" por lo que ningún instrumento las habría podido observar hasta hoy.
Thomas H. Puzia:
La posibilidad de que la KIC8462852 sea el hogar de una civilización tecnológicamente sofisticada, es obviamente intrigante

En paralelo, astrónomos de la Universidad Estatal de Pensilvania sugirieron que dicha disminución de luz podría ser producida por una mega estructura extraterrestre, lo que captó de inmediato la atención de los medios. La posibilidad de que la KIC8462852 sea el hogar de una civilización tecnológicamente sofisticada, es obviamente intrigante. Ella estaría "cosechando" energía de su estrella –con paneles solares en órbita los que bloquearían su luz o lo que se conoce como una esfera Dyson–. Incluso el Instituto SETI lo consideró suficientemente interesante y comenzó a buscar señales de radio de la estrella, pero hasta noviembre de 2015 no había encontrado nada. Aún así, sigue buscando. Esta vez está detrás de pulsos cortos y potentes de láser que podrían ser generados como forma de comunicación interplanetaria.

Pero el tema no se quedó ahí. En enero, un astrónomo en EE.UU. reportó haber encontrado signos de un oscurecimiento gradual de 20% de la KIC8462852 durante el siglo pasado, lo que encajaría con la teoría de una civilización extraterrestre. Sin embargo, otro estudio publicado recientemente señala que la disminución de la luz se habría producido también en las estrellas vecinas. ¿Realmente los datos son erróneos y no son extraterrestres?

Muchas veces para encontrar el escenario más probable ayuda dar un paso atrás. El principio de la navaja de Ockham se refiere a la idea filosófica o principio científico –atribuido al fraile franciscano Guillermo de Ockham (ca. 1280-1349)– que afirma que de cualquier conjunto dado de explicaciones para un evento, lo más probable es que la más simple sea la correcta. Esto no pretende ofrecer una prueba completa o absoluta, sino encontrar la respuesta más simple y probable al por qué de un evento. Así, por ejemplo, al escuchar el sonido de cascos se piensa automáticamente en caballos y no en cebras. Evidentemente deberíamos tender a preferir teorías simples, no solo porque su contenido empírico es mayor, sino también porque son comprobables más fácilmente. Sin embargo, eso no quiere decir que no existan cebras. Hasta reunir más información sobre la KIC8462852, quedémonos con lo que dijo Einstein: "Todo debería ser hecho de la manera más simple posible, pero no más simple". O en otras palabras, claramente no todas las posibles explicaciones tienen la misma probabilidad de ser ciertas. Por ello tenemos que utilizar el principio de falsabilidad y buscar experimentos que vayan reduciendo los posibles escenarios.
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