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Estudio demuestra que el dióxido de carbono facilita la extracción de gas en procesos de fracturación hidráulica

Los científicos apelan a una mejor técnica para extraer los combustibles almacenados bajo el suelo que además podría significar una reducción del CO2 en la superficie del planeta.

21 de Junio de 2016 | 17:09 | EFE
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AFP
LONDRES.- Utilizar dióxido de carbono (CO2) en los fluidos que se utilizan en los pozos de fracturación hidráulica o "fracking" mejora la eficiencia a la hora de extraer gas de esquisto, según reveló este martes un estudio que publica la revista Nature Communications.

El Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y la Universidad Grenoble Alpes de Francia lideran este estudio, en el que apuntan que el descubrimiento podría llevar a nuevas formas efectivas de almacenar CO2 bajo tierra.

El "fracking" es un procedimiento por el que se recuperan combustibles fósiles atrapados en rocas de yacimiento, al inyectar a nivel subterráneo fluidos a mucha presión que crean grietas por donde se libera el gas.

Tradicionalmente, el compuesto que se utiliza en la extracción se basa en una mezcla de agua con arena y otros aditivos químicos. El principal inconveniente que presenta el agua se encuentra en que, al entrar en contacto con las superficies húmedas de algunas rocas, estas actúan como barrera de energía y se dificulta así que gases como el metano se puedan sustraer con éxito.

Con este proyecto, cuya autoría firma el investigador del CNRS Benoit Coasne, demuestra que si se reemplaza el agua por dióxido de carbono supercrítico, la barrera desaparece. Este tipo elemento se caracteriza por encontrarse a una temperatura y presión tan elevadas, que hacen que no se le pueda considerar ni gas ni líquido.

Los expertos concluyeron que el CO2 reemplaza al metano dentro de las rocas mediante el proceso de la fracturación hidráulica, lo que permitiría que este compuesto se quedase almacenado bajo el suelo y se redujera así el impacto ambiental que tiene este conocido gas de efecto invernadero.

Coasne y su equipo usaron simulaciones por ordenador y modelos estadísticos para estudiar las reservas de gas de esquisto a nanoescala y los efectos derivados de los diferentes tipos de fluidos usados en la sustracción.
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