LOS ÁNGELES.- Un equipo de científicos estadounidenses se encuentran en búsqueda de la ardilla de cola escamosa sin patagio, una especie de la que hasta ahora sólo han encontrado unos pocos ejemplares muertos y que los expertos han comenzado a referirse como el "Pokémon de África".
"Podría definirse como un Pokémon que los científicos no han podido aún cazar vivo", comenta el profesor Erik Seiffert de la Universidad del Sur de California sobre la Zenkerella insignis.
Tras el hallazgo de tres ejemplares sin vida que cayeron en trampas en la isla de Bioko, en el golfo de Guinea, fue posible por primera vez estudiar el ADN de este animal, señala el investigador en la publicación especializada PeerJ.
La ciencia mundial sólo cuenta en estos momentos con 14 ejemplares muertos del misterioso roedor de cola escamada, de cuyo estilo de vida aún no se tienen muchos detalles. Los científicos comentan que este animal está activo por la noche y duerme en las copas de los árboles.
Los científicos compararon su ADN con el de otros roedores y concluyeron que está emparentado de lejos con dos pterominos o ardillas voladoras y también con un grupo de roedores prehistóricos, los Anamaluroidea, que ya existían hace 49 millones de años, señalan.
Este grupo de roedores puede escalar fácilmente los árboles gracias a las características de su cola escamada.
"Esta es la fascinante historia de la supervivencia", señala Seiffert. La ardilla de cola escamada ha sobrevivido durante este inmenso periodo de tiempo con modificaciones mínimas, como muestra la comparación con hallazgos fósiles. Por eso entre 5,4 mil mamíferos, esta clase de ardilla es considerada un fósil vivo junto a otras tres especies.
Pero al mismo tiempo el ejemplar sigue arrojando numerosos misterios: habitantes de la zona central-occidental de África aseguran que como máximo entre una y dos de estas ardillas caen en sus trampas cada año, aunque su carne no es aprovechable.
En la isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial, donde fueron hallados los tres ejemplares más recientes, los investigadores estadounidenses quieren ahora investigar la forma de vida del ágil "Pokémon".
