LONDRES.- A días de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, llegue a la Casa Blanca, un grupo de más de 100 científicos británicos envió una carta a la primera ministra de Inglaterra, Theresa May, para que presione a la nueva administración norteamericana sobre mantener la investigación en materias del cambio climático.
Frente a los diversos dichos de Trump sobre el impacto del hombre en el calentamiento global y la investigación científica en este aspecto, los investigadores de Inglaterra se mostraron preocupados de que el presupuesto y los resultados de los estudios se vean afectados por el Ejecutivo durante los cuatro años del mandato del líder republicano.
Por esto, una carta firmada por más de 100 científicos relacionados al cambio climático fue enviada a Theresa May solicitando una presión por parte de Inglaterra -especialmente durante los encuentros del G7 y el G20- para que Estados Unidos cumpla su compromiso en el Acuerdo de París y continúe apoyando la investigación, según detalla el diario
The Guardian.
Además, los expertos solicitan a May que, en caso de que Trump comience a influir en la investigación, el gobierno apoye a las universidades e instituciones británicas para que contraten a los destacados científicos que no puedan ejercer en Estados Unidos. Transformando, de esta forma, a Inglaterra en una suerte de "Plan B" para continuar con la investigación.
Piers Forster, uno de los científicos que firma la carta y director del Centro Internacional para el Clima Priestley de la Universidad de Leeds, comentó al medio británico que "no sabemos qué tan mal podría ser, y hemos visto como Trump ha retrocedido ligeramente en algunos de sus dichos [durante la campaña]".
"Lo que me preocupa es que si no tenemos buenos datos científicos y observaciones que lleguen desde Estados Unidos, entonces estaremos volando a ciegas", lamentó Forster.
El medio británico recuerda que durante la administración de George W. Bush -el último presidente republicano- algunas investigaciones se vieron afectadas por lobistas de compañías de combustibles fósiles.
Otra de las preocupaciones de los científicos que alertan en la misiva enviada al gobierno británico son las autoridades que ha designado hasta la fecha el presidente electo Donald Trump, entre ellos, el secretario de Estado, Rex Tillerson, CEO de Exxon; y Scott Pruitt, como líder de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), quien se ha mostrado públicamente como un escéptico ante el cambio climático.
Incluso el mismo Trump ha declarado abiertamente que cree que el calentamiento global no es más que un engaño de otras naciones y no un problema que afecte al planeta, ni menos que tenga un grado de responsabilidad humana.
