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La ESA continúa la preparación de Cheops, la sonda que estudiará exoplanetas durante cinco años

Esta misión se dedicará a analizar aquellas formaciones fuera del Sistema Solar que ya han sido descubiertas para determinar su tamaño, composición e incluso revelará algunas características de su formación.

20 de Febrero de 2017 | 08:25 | EFE
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ESO/ALMA (Archivo)
MADRID.- Desde que en 1995 se descubriera el primer exoplaneta, se han confirmado más de 3.500 que orbitan una estrella distinta al Sol. Ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA) prepara Cheops, una misión que ahondará en el estudio de estas formaciones en el Universo.

Se trata de una misión denominada de bajo costo, de unos 50 millones de euros (53,2 millones dólares) y es la primera de "clase S" que la ESA pone en marcha. La iniciativa será liderada por astrónomos suizos.

Cheops se ha diseñado aprovechando tecnología ya existente y será lanzada desde Guayana Francesa entre finales de 2018 o principios de 2019, ha detallado la ESA. La sonda cuenta con un telescopio con un fotómetro para medir la luz de las estrellas.

Cheops tiene forma de cilindro, el satélite completo mide 1,5 metros de alto y 1,5 metros de diámetro. A partir de marzo se van a realizar los ensayos con los paneles solares y las pruebas de las baterías. Los últimos serán los de navegación, misión y tolerancia al fallo, esperando finalizar en junio 2017.

El objetivo de Cheops, con una vida útil de tres años y medio a cinco, será estudiar la masa, el radio o el tiempo que tardan en orbitar a su estrella algunos exoplanetas ya catalogados, por sobre la idea de buscar nuevas formaciones.

La ESA apuntará a aquellos planetas fuera del Sistema Solar de menores dimensiones, que orbitan estrellas brillantes y del tamaño de Neptuno.

Para ello, usará un método llamado de transición o fotometría de tránsito: Cheops monitorizará la luz óptica e infrarroja de estrellas individuales y cuando descienda la señal sabrá que ahí hay un cuerpo, que en ese momento transita por ese punto un planeta.

Según lo pronunciado que sea ese descenso en la luminosidad de la estrella, los científicos pueden calcular el radio del exoplaneta y combinando ese dato con cálculos de su masa -realizados desde observatorios de la Tierra-, podrán obtener la densidad del cuerpo, su composición e incluso algunas características de su formación.

Para David Barrado, del Centro de Astrobiología (CAB) de España, el estudio de exoplanetas sirve para contestar a algunas de las preguntas que la humanidad se ha hecho y hace: de dónde venimos y a dónde vamos. Además de ayudar a poner en contexto la situación de la Tierra en el sistema solar y el Universo.

Una vez finalizada su vida útil, el satélite está programado para que como máximo en los siguientes 25 años vaya perdiendo altura y termine desintegrándose en la atmósfera de la Tierra.