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Columna de Astronomía | Un asteroide devastador ¿es un peligro para la Tierra?

La historia nos dice que las posibilidad de que un asteroide devaste la Tierra no son nulas, pero aún no logramos calcular qué tan cerca está dicha amenaza.

22 de Febrero de 2017 | 09:31 | Por Leopoldo Infante
Por Leopoldo InfanteAcadémico del Instituto de Astrofísica de la U. Católica de Chile

Doctor de la Universidad de Victoria (Canadá) y fue profesor visitante de las universidades de Princeton y Johns Hopkins (ambas en EE.UU.). Actualmente es profesor titular del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, director del Centro de Astro-Ingeniería UC e investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), donde lidera el grupo de "Astrofísica Extragaláctica".

Hace 63 millones de años atrás, el 50% de las especies que habitaban la Tierra desaparecieron y la causa más probable es astronómica. Un gran asteroide. En la formación del Sistema Solar hubo material de la nube originaria que no colapsó para formar planetas. Este material, preferentemente ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter –en el llamado cinturón de asteroides– se distribuye de acuerdo a máximos y mínimos del potencial gravitacional generados por resonancias de las órbitas planetarias.

Ahora bien, hay algunos asteroides que no están en el cinturón principal. Por ejemplo los troyanos, que comparten la órbita de Júpiter; los Apolo, que cruzan las órbitas de la Tierra y Marte; los Aten, que solo cruzan la órbita de la Tierra; y los Amor, que cruzan la órbita de Marte. En tanto que a los asteroides cuya órbita pasa a menos de 1,3 UA (distancia entre la Tierra y el Sol) se les denomina NEOs. De ellos, entre solo 500 o 1.000 tienen diámetros mayores a 1 km, por lo que si chocaran con la Tierra traerían consecuencias catastróficas en nuestro planeta. En 2010 el telescopio infrarrojo WISE hizo un catastro del cielo y logró detectar unos 20.000 asteroides de tamaño intermedio (de entre 100 m a 1 km) cercanos de la Tierra.

Asteroides de gran tamaño como el que provocó la extinción de los dinosaurios no son muy comunes en el espacio inter planetario del Sistema Solar, pero sí los de menor tamaño. Las probabilidades de que uno de ellos choque con la Tierra son bajas pero aumenta inversamente con el tamaño del asteroide y la proximidad a la órbita terrestre. Por ejemplo, recientemente, el 9 de enero de este año, el telescopio Slooh instalado en el Observatorio de la UC en Santa Martina, observó el paso de un asteroide entre la Tierra y la Luna a unos 200.000 km de distancia. Este asteroide, llamado 2017AG13, se mueve a una velocidad de 60.000 kilómetros por hora aproximadamente, tiene un tamaño de no mas de 30 metros de ancho y desarrolla una energía de unos 700 kilotones (la bomba nuclear de Hiroshima tenía 20 kilotones), 70% de la de una bomba de hidrógeno. Uno similar cayó en Chelyabinsk, Rusia, en el 2013, dejando a más de mil personas heridas por la explosión. El anterior fue en el año 1908 en Siberia.

Las probabilidades de que uno de ellos choque con la Tierra son bajas pero aumenta inversamente con el tamaño del asteroide y la proximidad a la órbita terrestre

Leopoldo Infante
Para prepararnos para un eventual choque, deberíamos tener respuestas a las siguientes tres preguntas: ¿Cuál es la probabilidad de que uno de estos NEOs choque con la Tierra? ¿Cuál es el intervalo de tiempo esperado entre impactos? Y ¿Cuál es el daño esperado en cada impacto? Las respuestas son obviamente difíciles. Para responderlas debemos tener tres elementos, la distribución de tamaños de los NEOs, su dinámica y su ubicación espacial.

Existe un subgrupo de NEOs, llamados PHA, o con potencial para producir daño en la Tierra. El sitio The Near-Earth Data Base de ESA, el 10 de enero del 2017 arroja los siguientes datos: 1.767 tienen diámetros menores de 200 metros, 200 llegan al kilómetro de diámetro y existen 7 PHAs de 5 kilómetros cada uno.

Considerando la experiencia en la Tierra podemos decir, aunque con un alto nivel de incerteza, que un asteroide del tamaño del de Siberia o Chelyabinsk chocará con la Tierra cada 100 años, con consecuencias menores. Mientras que uno como el que produjo la extinción del 50% de los animales en la Tierra, cada 60 millones de años, más o menos, pero con consecuencias catastróficas.

El asteroide gigante "Apofis", de unos 360 metros, según simulaciones de la NASA, pasará a 36.000 kilómetros de la Tierra el Viernes 13 de enero de 2029 y luego nuevamente en el 2036. Si este asteroide chocase con la Tierra, la catástrofe será de tal envergadura que nada quedaría sobre la superficie de la Tierra. Esperemos haber respondido todas las preguntas para esa fecha.

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