BARCELONA.- El escarabajo "Darwinylus marcosi" representa la primera evidencia científica de una nueva manera de polinizar en insectos en el primer periodo de la Era Mesozoica, hace unos 145 millones de años, según señaló una investigación publicada en la revista Current Biology.
Durante esta época se produjo la transición de la polinización de plantas sin flor, denominadas gimnospermas, a las plantas con flor, angiospermas. Éstas últimas se caracterizan por su gran capacidad de adaptación a todo tipo de ambientes.
El escarabajo descubierto en Peñacerrada, una localidad en el norte de España, abre las puertas para investigar la polinización de este periodo, puesto que se descubrió que el "Darwinylus marcosi" seguía polinizando plantas gimnospermas.
"Inicialmente se pensó que este grupo de escarabajos ejercía una función polinizadora entre las primeras angiospermas de esos años, puesto que en los mismos niveles de resina hay polen y hojas de angiospermas", explicó el profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de Barcelona, Xavier Delclós.
Sin embargo, al identificar que los polen asociados eran de plantas sin flor, significó una gran sorpresa para el equipo investigador, destacó.
"Estos descubrimientos parecen corroborar que las plantas con flores pudieron disponer de los insectos polinizadores de plantas sin flor ya existentes, y que esto, junto con un crecimiento más rápido y un ciclo de vida más corto, confirió a las con flor una ventaja crucial hasta nuestros días", señaló el investigador de la Universidad Jaume I de Valencia, David Peris.
La investigación, según la Universidad de Barcelona, demuestra la importancia de la resina para "comprender los ecosistemas terrestres del pasado y para conocer cuándo y cómo se originaron algunas de las relaciones ecológicas más relevantes de nuestros días", concluyó.
