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Científicos revelan que ciertas bacterias podrían ser usadas para funcionar como antibióticos vivos

Debido a su gran rapidez y autonomía para avanzar, son capaces de alcanzar a microorganismos patógenos, adhiriéndose a su piel para más tarde digerir su interior.

29 de Marzo de 2017 | 12:33 | DPA
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El Mercurio (Archivo)
TEMPE, EE.UU.- Científicos descubrieron que algunas bacterias que se dedican a cazar a otras, podrían ser utilizadas en el futuro como una especie de antibiótico vivo, lo que resultaría beneficioso para curar enfermedades rebeldes como la causada por la bacteria Escherichia coli.

Según el equipo de investigadores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, usar estos microorganismos como tratamiento podría lograr un gran avance en la ciencia. Esto ya que tienen la facultad de nadar utilizando corrientes generadas por sus propios movimientos y el de sus presas, lo que aumentaría su probabilidad de "éxito" en zonas con gran densidad de bacterias.

Los científicos estudiaron específicamente la bacteria parasitaria "Bdellovibrio bacteriovorus" (BV). Estas bacterias pueden desplazarse con gran rapidez gracias a su flagelo giratorio en forma de hilo. Cuando alcanzan a su presa, se fijan a su pared celular, la atraviesan y digieren el interior de su víctima.

Además, se reproducen dentro de ellas y las bacterias que se crean por división celular buscan una nueva presa cuando revienta la célula huésped.

Si bien las "Bdellovibrio bacteriovorus" fueron descubiertas hace más de 50 años, se sabe muy poco sobre cómo logran detectar a sus presas. No se tiene claro si seguían rastros químicos o si chocaban fortuitamente contra sus víctimas, por lo que entender estos dilemas sería clave para usarlas como antibiótico para que ataquen determinados patógenos.

Entre las presas de las bacterias BV se encuentran, por ejemplo, bacterias intestinales como la Escherichia coli, que puede provocar graves infecciones y es muy resistente a tratamientos.

Los científicos grabaron en video los movimientos de las bacterias BV y de las Escherichia coli en un líquido con un microscopio de alta definición. En las imágenes se puede ver cómo los microbios depredadores crean corrientes con sus rápidos movimientos que les mantienen en una zona concreta y aumentan notablemente las posibilidades de encontrarse con una presa para devorarla.