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Papa Francisco critica el uso de embriones humanos en la investigación de la enfermedad de Huntington

El pontífice aseguró que "ningún fin [...] puede justificar la destrucción de embriones humanos", e instó a los científicos a utilizar otros modelos para desarrollar posibles tratamientos para esta patología hereditaria y crónica.

18 de Mayo de 2017 | 16:39 | AFP/Reuters
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AFP (Archivo)
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco elogió el jueves a los científicos que trabajan en tratamientos para enfermedades genéticas, pero condenó cualquier uso de embriones humanos en la investigación médica.

"Los animo a realizar [su trabajo] siempre con medios que no contribuyan a alimentar esa 'cultura del descarte' que a veces se insinúa también en el mundo de la investigación científica", señaló el Papa en un evento para generar conciencia sobre la enfermedad de Huntington, una condición degenerativa del cerebro.

"Algunas líneas de investigación, de hecho, utilizan embriones humanos provocando inevitablemente su destrucción. Sabemos que ningún fin, aunque en sí mismo sea noble ?como la posibilidad de una utilidad para la ciencia, para otros seres humanos o para la sociedad?, puede justificar la destrucción de embriones humanos", añadió el pontífice.

Miles de personas que sufren la enfermedad de Huntington, un mal hereditario que puede dejar a la persona incapacitada para caminar, hablar o tragar, asistieron al evento en el Vaticano con sus familias.

"Aquí están presentes genetistas y científicos que sin escatimar energías se dedican desde hace tiempo al estudio y la búsqueda de una terapia para la enfermedad de Huntington. Es obvio que se mira su trabajo con mucha expectativa", afirmó el Papa en la Sala Pablo VI ante unos 500 pacientes, médicos y familiares, muchos de ellos viajaron desde América Latina, donde algunos países son afectados en mayor cantidad que el resto del mundo por la enfermedad.

La enfermedad produce alteración psiquiátrica y motora, de progresión muy lenta, durante un periodo de 15 a 20 años. El rasgo externo más asociado a la enfermedad es el movimiento exagerado de las extremidades (movimientos coréicos) y la aparición de muecas repentinas.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por su sigla en inglés) dicen que 2,7 personas de cada 100 mil a nivel global presentan la enfermedad, sin incluir los portadores genéticos, pero el número es mayor en hasta mil veces en zonas de América Latina.