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Columna de Astronomía | La nueva ciencia que posibilitará el eclipse solar de 2017

Entusiastas de la astronomía en Estados Unidos podrán hacer ciencia grabando el primer video de la historia de un eclipse completo.

07 de Junio de 2017 | 10:29 | Por Felipe Barrientos
Por Felipe BarrientosAcadémico del Instituto de Astrofísica de la U. Católica de Chile

Doctor en astronomía de la Universidad de Toronto (Canadá). Actualmente es profesor asociado del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, miembro del Centro de Astro-Ingeniería UC, investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) y del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS).

Los eclipses nos han maravillado desde los comienzos de nuestra existencia. Entender que finalmente se producen por alineación de la Luna, el Sol y la Tierra ha sido un logro de la humanidad. Hoy estos fenómenos, relativamente comunes, nos siguen cautivando. Observar que la Luna llena desaparece por unos minutos al entrar en la sombra que produce la Tierra es, sin duda, un espectáculo maravilloso. Pero quizás es más impresionante ver que durante el día el Sol pierde todo su poder cuando esta vez la Luna se interpone entre este y la Tierra.

Los eclipses son comunes, pero no tanto. Esto debido que la órbita de la Luna –en la que se mueve en torno de la Tierra– no es paralela a la órbita en la que se mueve la Tierra –en torno del Sol–. Si los planos que contienen estas órbitas fuesen paralelos, tendríamos eclipses todos los meses. A pesar de esta dificultad, algunos pueblos antiguos fueron capaces de predecir estos eventos usando metódicas observaciones que demoraron muchos años. El mecanismo de Anticitera (la primera "computadora") se utilizó para estos propósitos.

Los eclipses –más allá de su lado romántico– también tiene aplicaciones científicas. Una de ellas, por ejemplo, fue confirmar la predicción de la nueva teoría de la Relatividad General desarrollada hace aproximadamente un siglo. La trayectoria de la luz se curva (o el espacio se curva) en presencia de un objeto masivo como el Sol. Comparando las posiciones de estrellas observadas durante un eclipse y en ausencia del Sol, en 1919 Eddington fue capaz de confirmar dicha predicción.

Estas grabaciones permitirán por primera vez construir una película de 90 minutos de un eclipse

Felipe Barrientos
Por otro lado, los eclipses también nos permiten estudiar la corona solar. Durante un eclipse esta región –que está más allá del disco solar y que es considerablemente menos luminosa– se hace visible y se puede estudiar para entender por qué su temperatura alcanza 1 millón de Kelvin, cuando el disco solar tiene solamente unos 6.000K.

Es precisamente esto es lo que el proyecto de ciencia ciudadana CATE 2017, impulsado por el Observatorio Solar Nacional de Estados Unidos, quiere estudiar. Este consiste en reunir a aproximadamente 70 comunidades para observar el eclipse del 21 de agosto de este año. La zona donde se podrá observar es un arco que comienza en la costa oeste y termina en la costa este del país norteamericano. En cada lugar se podrá observar el eclipse solar por unos 90 segundos, pero este tardará en total casi noventa minutos desde una costa a la otra.

El proyecto "ciudadano CATE" le entregó a cada voluntario un pequeño telescopio y una cámara para grabar el eclipse en cada lugar desde donde se vea a lo ancho del continente. Estas grabaciones permitirán por primera vez construir una película de 90 minutos de un eclipse. Con ella se podrá estudiar la corona más cerca del Sol que lo que habitualmente lo hacen los telescopios solares construidos para investigación. Permitirá también estudiar las asombrosas plumas que aparecen en el Sol y que son capaces de variar en escala en solo unos pocos minutos.

Esperemos que durante el eclipse las nubes cooperen con la investigación científica y podamos tener esta filmación. Si no es así, de todas maneras el 2 julio de 2019 se podrá repetir el experimento en el Valle del Elqui.

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