RABAT.- El fósil marroquí de Yebel Irhoud, cuya antigüedad fue dada a conocer esta semana por la revista Nature "confirma el origen panafricano del 'Homo sapiens'", según explicó el profesor marroquí Abdeluahed Bennacer, co-autor del descubrimiento, al presentarlo por vez primera en su país.
En una conferencia de prensa en la Academia del Reino de Marruecos, Bennacer destacó los elementos que hacen de los fósiles de Yebel Irhoud (una zona situada a unos 120 kilómetros al noroeste de Marrakech) un descubrimiento "especialmente meritorio".
Primero, porque "echa atrás 100 mil años la aparición del 'Homo sapiens'", que ahora sitúan hace 315 mil años, cuando hasta ahora los más antiguos estaban datados en hace 195 mil años.
Segundo, por tratarse de "un sitio generoso", con 22 restos humanos de al menos cinco individuos (tres adultos, un adolescente y un niño) y "en excelente estado de conservación". Y tercero, por el abundante "aparato lítico" (herramientas de piedra) encontrado alrededor.
Una de las grandes ventajas del yacimiento es que todos los restos, entre los que hay cráneos, mandíbulas, huesos coxales y un húmero, han sido encontrados en el mismo corte estratográfico, en la llamada "bolsa número 7".
Hecha la datación de los restos -con dos métodos distintos- quedó claro que la edad de los restos era de 315 mil años. El cráneo y la mandíbula presentados en Nature mostraban la ventaja única de que fueron encontrados, aunque hechos añicos, uno al lado del otro, lo que permite suponer que era un único individuo.
Para Bennacer, que descubrió los fósiles en asociación con Jean Jacques Hublin, autoridad mundial en la materia, lo más relevante ha sido ver que los cráneos presentan una disposición morfológica moderna, similar a la del ser humano actual", tanto en la dentadura como en la forma de la cara (más reducida que en las especies más antiguas) y en el tamaño más grande del cerebro.
Pero Bennacer puso sobre todo el acento en el carácter "panafricano" del "Homo sapiens", ya que los fósiles de Irhoud se emparentan con los de Eliye Spring de Kenia (195.000 años) pero también podrían relacionarse con los de Florisbad, en Sudáfrica (260.000 años), aunque este último es un "Homo helmei" y no sapiens.