LONDRES.- La gente cambia la manera de caminar cuando lo hace mientras escribe en el celular.
Esa es la conclusión de un estudio efectuado por investigadores de la Universidad Anglia Ruskin en Chelmsford, Essex.
Las lesiones por caerse o chocar con cosas mientras se usa un teléfono móvil están en aumento: Sólo en 2010 en Estados Unidos, por lo menos 1.500 peatones terminaron en el hospital como resultado de tales accidentes.
La idea de estudiar el fenómeno nació de la experiencia de uno de los coautores de la investigación, Matthew Timmis. Un día, mientras caminaba por la calle, se encontró detrás de una persona que avanzaba de manera errática. "La persona delante de mí estaba caminando muy lentamente y bamoleándose. Pensé: es muy temprano en el día y esta persona ya está intoxicada".
Sólo cuando Timmis adelantó al otro peatón se dio cuenta de que estaba usando su teléfono.
Para estudiar el impacto de teléfono en la marcha, los investigadores equiparon a 21 voluntarios con un sensores de movimiento en el cuerpo y la cabeza. Luego les pidieron que caminaran unos metros evadiendo un obstáculo.
Los participantes tuvieron que repetir la maniobra tres veces sin usar un teléfono, y luego debieron hacerla mientras escribían o leían un mensaje de texto y también mientras respondían a una llamada, hasta completar 12 pasadas cada uno.
Los resultados, publicados en la revista Plos One, revelaron que tocar un teléfono aumentaba el tiempo que la gente tomaba para completar la tarea, disminuía la frecuencia con la que la gente se fijaba por dónde iba y cambiaba su forma de caminar.
La conclusiones señalan que los voluntarios fueron adaptando sus pasadas siguiendo "una estrategia cada vez más cautelosa paso a paso". En todo caso, las desviaciones en el camino cuando se utilizaba el teléfono fueron evidentes.
Tales desviaciones fueron más patentes cuando se pidió a los participantes que escribieran un mensaje de texto mientras caminaban.
Más todavía, necesitaron 118% más de tiempo para completar el recorrido mientras escribían un texto que cuando no llevaban teléfono.
También se encontró que las personas le prestaban atención a sus pasos 60% más y un 91% más, y se fijaban en la trayectoria de viaje un 51% más, cuando estaban libres de teléfono.
Caminar sin fijarse
Aquellos voluntarios que simplemente hablan por el teléfono pegado a la oreja también mostraron un comportamiento extraño. "Esperamos que cuando caminaran, las personas estarían mirando el suelo, a los obstáculos y mirarían hacia delante para comprobar que estaban moviéndose en la dirección correcta", dijo Timmis. "Pero cuando estos chicos estaban hablando por teléfono, comenzaron a mirar un montón de otras cosas que no importaban".
Aunque nadie tropezó durante el experimento, el equipo investigativo encontró que la marcha de los participantes era diferente cuando se escribía, hablaba o leía usando el teléfono en comparación a cuando no se utilizaba el dispositivo. Como consecuencia, dijo Timmis, los usuarios de teléfono gastaron menos tiempo mirando su entorno, lo que significa que estaban confiando en la visión periférica, que es menos detallada.